Este lunes 25 de marzo se cumplen 13 años desde aquel fatídico día en el que la cantante Rocío Durcal fallecía tras un empeoramiento de la enfermedad que padeció durante años: cáncer. Lo cierto es que el legado que la cantante dejó aún hoy sigue vivo. Además, sus hijos, orgullosos de su madre, son plenos embajadores de ella cada vez que pisan un plató de televisión o una alfombra roja.
En el aniversario de la muerte de Dúrcal, su único hijo varón, Antonio Morales, ha querido acordarse de su progenitora subiendo a su perfil de Instagram un vídeo en el que interpreta un tema con su guitarra. La maestría que le caracteriza ha conseguido emocionar a sus seguidores con un mensaje muy directo: "Te quiero, mamá".
Su hermana, Carmen Morales (48), ha querido compartir el vídeo de su hermano y ha expuesto: "Sobran las palabras #Mamita". Lo cierto es que a pesar de las diferencias que pudieron tener en el pasado los tres hijos de la cantante ahora permanecen más unidos que nunca.
Shaila Durcal (39) que está viviendo en Los Ángeles, hace de vez en cuando viajes a España para, además de volver a su tierra y disfrutar de los rincones que le recuerdan a su adolescencia, se reencuentra con sus hermanos y pasa el máximo de tiempo con sus sobrinos.
Rocío Dúrcal, la reina de las rancheras
La actriz y cantante Rocío Dúrcal falleció el 25 de marzo del año 2006 a las 19:15 horas en su casa de Torrelodones (Madrid). Tenía 61 años de edad y no lograba superar la enfermedad que padecía desde hacía años. Los médicos diagnosticaron a la artista un cáncer en la matriz en octubre de 2001.
Tres años después, los mismos facultativos le encontraron unas pequeñas manchas en el pulmón, por lo que tuvo que someterse a intensas sesiones de quimioterapia. Debido a su enfermedad, la cantante de rancheras tuvo que suspender en 2004 una gira de conciertos en América y fue entonces cuando trascendió a la prensa su estado de salud.
Con su fallecimiento, Rocío Dúrcal dejaba un sinfín de polémicas desatadas por su testamento, guerras familiares y desencuentros entre padre e hijos, que en la medida de lo posible y antes de la muerte de Junior, terminaron por solventarse.
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