Cómo se está notando en Gran Hermano DÚO que los días del concurso están contados; ya todo se encuentra más que masticado y casi todo en Guadalix está de vuelta, salvo los ánimos, que andan más revueltos que nunca. Ya nadie mira con limpieza a nadie, todo se sobreentiende con un tufo de competencia que los está volviendo más paranoicos de lo normal a esas seis pobres almas. Incluso, ay el amor, a Kiko Rivera (35 años) y a su mujer Irene Rosales les ha salpicado el virus de la telerrealidad. Están contagiados muy peligrosamente. Porque sí, miren ustedes, el amor vende... hasta que entra en juego el riesgo de la permanencia en el reality y, por ende, el de ingresar pasta gansa. Ahí, nadie conoce a nadie y, sí, perro como carne de perro.
Da igual los lazos que existan con anterioridad. Bah, minucias. El caso es que Kiko, el hijito de Isabel Pantoja (62), está que no se soporta ni a sí mismo; igual ataca a su mujer -ahí entraremos más tarde- que dispara contra María Jesús Ruiz (35) sin descanso. Ojo, eh, la animadversión es recíproca. No se pueden ni ver; que si tú eres un impresentable que no sabe lo que es ganarse el dinero con el sudor de tu frente frente a eres una gran actriz que utiliza la muletilla de maltratador cuando te viene en gana. Lindezas, tú, al fin y al cabo. Resumiendo: se detestan a muerte.
Una de las acusaciones más heavys que he presenciado en lo que llevamos de reality la ha hecho Kiko sobre María Jesús, viniendo a dejar patente que la doña es alguien sin escrúpulos que es capaz de inventarse cualquier etiqueta con tal de ganar el concurso. Aquí, sus bellas palabras: "Alguien que le coge el nabo a otro (a Antonio Tejado (32)) bajo la manta y luego se levanta y va enseñando el tanga, ¿cómo se llama? Calienta pollas. Eso es lo que he dicho yo". Atención a la burrada del menda y al tono jocoso con el que la emplea. Ojito, que al segundo -parece que alguna neurona corre por ahí-, se corrige, metiéndose más en el fango: "Igual lo diría de un hombre, ¿eh? Pero, claro, si lo digo de un hombre, sería feminista". ¿Alguien le ha explicado a este gran cantante lo que es el feminismo?
No hay necesidad de hacer el ridículo de esa manera, tío. Culturízate, lee, aprende, escucha, empápate de un poquito de vida que vaya más allá del reggaeton, y luego hablas de feminismo y cosas tan elevadas. En serio, aunque no lo creas, feminismo no es solo amor a una bata de cola como la de tu madre. Con esto no me quiero posicionar, por favor, al lado de María Jesús, que también ella tiene lo suyo. La tía se va al confesionario -por aquello de que allí se siente más segura, mira tú- y despotrica lo más grande de sus compañeros. Es una falsa de tomo y lomo. Como muestra, la biblia: "Me están haciendo una compaña mortal, están cometiendo blasfemias sobre mí. Porque me da igual que seas hijo de quien seas (sobre Kiko) Este señor se ha llegado a gastar 4.000 euros en media hora de casino".
Hete aquí la bondad, agárrense. Menuda salvajada ha soltado la exmiss. Sobre todo, no se corta un pelo en dejar claro que es una confesión privada que Kiko cuenta en un momento dado; la tía, lejos de amilanarse, se viene arriba y sigue con su drama, a moco tendido: "No quiero que me vean llorando, no quiero ir de víctima. Lloro porque me duelen las cosas. Bien sabe este señor y la Virgen de la Cabeza que no me preocupa la nominación. Tengo derecho a venir al confesionario".
Que sí, María Jesús, que sí, el helado para ti, pero escúchame: eres muy falsa, una cosa no quita la otra. Te escudas en eso, en que tienes más conexión directa con el público, para no hablar a la cara a tus compañeros. Eres una manipuladora de manual; una trilera de los sentimientos. Pero, oye, pese a todo eres maja. A mí me sigues haciendo la misma gracia de siempre: lo siento, pero cada vez que lloras -y, cáspitas, con lágrimas y todo- a mí me entra un ataque de risa incontrolable. Anoche acabé con dolor de estómago y todo cuando dijiste, casi al borde de la muerte: "Qué sangre más mala tienen todos". ¿Nadie está haciendo camisetas sobre esto? ¿En serio?
Kiko e Irene, al borde de la ruptura
La pareja ideal, esa que entró en Guadalix, está más fría que nunca. No pasa un día en que no tengan tiranteces, en que no discutan, en que no se saquen las uñas. La última pelea fuerte entre ellos ha tenido que ver con -qué raro- María Jesús. Resulta que el hecho de que Kiko se despachara a gusto recreando su escena MACHISTA sobre el nabo y el tanga no sentó nada bien a su mujer Irene, quien lo reprendió, haciéndole ver que puede utilizar otras formas de defenderse que no sean llamar a la exmodelo "calienta pollas".
Esto no ha sentado nada bien al Dj, que ha amenazado con abandonar el concurso: "Me quiero ir"; "Discuto con mi mujer más de lo normal y es jodido"; "Está afectando a mi relación"; "Ya me da igual todo"; "Para mí se ha acabado el concurso". Que no, calmaos las masas: Kiko sigue en la casa. Eso sí, se ha despachado a gusto contra su mujer: "Has dejado de ser persona"; "Eres un robot, no te reconozco". Ay, ese genio tonto. Piensa, Kiko: lo mismo es que es más lista que tú, lo mismo es que lo tenéis ambos pensado para que se quede ella, la del caché más alto. Lo mismo, ¿eh? Solo lo mismo.
Salvada: María Jesús
Nominados: Alejandro Albalá y Sofía Suescun
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