Cristian Suescun, el hermano de Sofía Suescun (22 años), se ha convertido en una persona imprescindible para Kiko Matamoros (62). ¿La razón? El pamplonica ejerce ahora de 'los ojos' del colaborador de Sálvame gracias a su nuevo trabajo como su chófer personal. El exmarido de Makoke (49) necesita ayuda para conducir debido a los problemas de visión que padece (está prácticamente ciego del ojo derecho) consecuencia de un glaucoma contra el que lleva luchando casi diez años. ¿Pero quién es realmente este joven que ahora se ha vuelto indispensable para Kiko?
El navarro es el hermano mayor de Sofía Suescun, ambos fruto de la relación entre Maite Galdeano (49) y Carlos Suescun. Los dos hermanos mantienen en la actualidad una muy buena relación, aunque no siempre fue así. Ambos pasaron su infancia por separado -alrededor de 16 años-, ya que un juez decidió que él viviera con su padre y Sofía con su madre, como relató el propio pamplonica en el programa Volverte a ver.
"Mi padre y mi madre acabaron muy mal, y un juez decidió que mi hermana y yo nos separásemos. Yo me tuve que ir con mi padre y ella con mi madre. Nosotros no tuvimos ni voz ni voto", aseguró.
Un cambio que afectó profundamente a los dos menores, que vieron cómo sus vidas transcurrían por separado a pesar de compartir la misma sangre: "Se fueron de casa mi hermana y mi madre, y fue chungo", explicó con los ojos vidriosos y la voz entrecortada por la emoción.
La peor parte fue la ausencia de una madre durante su adolescencia: "La eché bastante de menos. Mi madre siempre ha sido muy alegre, me ha transmitido buenas actitudes y buenos valores, y sí que la eché en falta". Tanto es así, que ha llegado a reconocer que le habría gustado irse a vivir con su madre cuando era niño.
Cristian, el mejor apoyo de Sofía
Cristian y Sofía mantienen una fuerte relación y se apoyan en todos sus proyectos. Una afinidad que poco tiene que ver con el trato con su hermanastro, fruto del noviazgo de su padre con otra mujer con el que apenas tiene contacto. "Somos auténticos hermanos, que nos queremos un montón. Somos únicos hermanos de sangre, de padre y madre", aseguró el navarro.
Prueba de esta buena relación es que las únicas veces que el pamplonés se ha puesto ante las cámaras es para defender a su hermana. Una de estas últimas ocasiones tuvo lugar hace apenas unos días, cuando ofreció una entrevista a Cazamariposas para comentar su concurso en GH Dúo.
Cristian ha mostrado que también puede ser crítico con Sofía, y ha comentado que la ve "un poco más flojita que en los concursos anteriores". Tanto que incluso cree "que no es ella del todo".
Deportista, animalista y amante del buen comer
Una de las aficiones que comparte con su hermana Sofía es el deporte. Cristian también puede presumir de tener un cuerpo fibroso y musculado, conseguido con una rutina de ejercicios y un cuidado constante.
Conocedor de esta buena figura, son varias las publicaciones de su Instagram en las que posa como todo un influencer: con camisa fuera y dejando a la vista su torso, tanto en la playa como escalando las paredes que rodean Pamplona.
Eso sí, Cristian también ha dejado constancia en estas redes sociales que tener un cuerpo musculado no es un obstáculo para disfrutar otro de sus grandes placeres: la comida, como carnes de primera calidad, arroz con marisco o pollo con patatas. La variedad es amplia, y en el plato solo quedan los huesos o las cáscaras.
¿Lo bueno? Es una afición que comparte con su nuevo jefe, Kiko Matamoros, y es que ya durante los primeros días bajo el mano del colaborador de Sálvame ambos han dado buena cuenta de los mejores restaurantes de Madrid. Destaca especialmente Casa Juan, un asador donostiarra al lado del paseo de la Castellana con un gran renombre en la capital.
En su vida privada también ocupan un papel importante los animales. Cuando su hermana está inmersa en los realities, él se encarga de cuidar de sus mascotas y siente una especial predilección por Lucía, el rottweiler negro de Sofía.
Matamoros y sus problemas de visión
Kiko ha tenido que recurrir al pamplonico debido a los problemas de visión que padece. Según él mismo relató, hace casi diez años le diagnosticaron un glaucoma que ha empeorado con el tiempo: "Hoy ya no tengo visión en el ojo derecho, nada, ninguna, ya está”.
Este problema de salud trae consigo una serie de limitaciones en su día a día, desde el deporte hasta la conducción. "Por el día cada vez conduzco menos, tengo unas limitaciones, además de astigmatismo", comentaba hace tiempo. Una dificultad que habría motivado, así, la contratación de Cristian como su chófer.
Sin embargo, Matamoros no ha querido perder el optimismo pese a su enfermedad: "Hombre, si no preocupa eso... pero vamos el sueño no me lo quita. Esperemos que tarde lo más posible todo y ya está". Mientras tanto, sus ojos seguirán siendo Cristian, el hermano de Sofía.
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