Kiko Rivera (35 años) no ha conseguido convencer a la audiencia. Pese a que ha logrado llegar hasta la gran final de GH Dúo -algo que no ha conseguido en ninguno de los realities anteriores en los que ha participado porque abandonaba en las primeras semanas-, y pese a sincerarse sobre los episodios más oscuros de su vida, el DJ no ha podido con el huracán de emociones y show llamado María Jesús Ruiz (36).
Ni siquiera la visita sorpresa de su madre Isabel Pantoja (62) a Guadalix de la Sierra ha surtido el efecto que muchos entendían como la antesala de un vuelco de votos a su favor; Kiko ha perdido. Tampoco lo ha ayudado, precisamente, su actitud con María Jesús durante la gran final de GH DÚO, pues muchos han visto una actitud altiva. Pese a esto, el hijo de la Pantoja ha sido uno de los grandes protagonistas de la edición gracias a sus testimonios más personales y por mostrar su cara más desconocida. Sin embargo, a pesar de haber sido positivo para el gran público ver cómo el primogénito de la tonadillera se abría en canal, también ha llamado la atención algunos de sus actos o capítulos más polémicos dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.
La curva de su vida y su episodio con las drogas
Nadie lo esperaba pero lo hizo. Kiko se implicó en la explicación de sus altibajos vitales y confesó el peor de sus capítulos: su adicción a las drogas. "Nunca lo he contado, pero tuve adicción a las drogas por unas juntas muy malas. Creía que mis bajones los iba a solucionar en ese mundo y tengo que decir que se puede salir. Eso es malo y solo trae problemas".
Nada menos que 5 millones de euros fue los que consumió por ese insano vicio: "Empecé a ganar dinero con 17 años, dinerales. Sé lo que es tener dinero y lo que es no tenerlo. Por errores del pasado, he malgastado mucho. Tenía seis coches en mi casa, y así estuve diez años hasta que me llegó el palo. He ganado mucho más de 3, casi llegando a 5 millones de euros. Yo podría tener ahora todas mis cosas bien, pero toca recuperar. Que mis hijos no tengan que comerse el marrón de su padre". Todo ese dinero esfumado por los malos hábitos, pero que consiguió dejar atrás en lo que él mismo considera "un milagro" propiciado por el apoyo de su mujer y su familia.
Sus deudas con Hacienda
"Yo no entro para ganar dinero, entro pasa saldar mis deudas", explicó Kiko sentado en el confesionario junto a su mujer. "He malgastado muchísimo dinero, entre otras cosas por el problema que tenía, pero también por muchísimas otras cosas más. Me quedé más tieso que una mojama, y esa fisura ha seguido aunque siguiera trabajando, porque lo que ganaba era para pagar las deudas. Muchas veces no hemos podido ni pagar el alquiler de la casa y ha sido cuando mi madre me ha pagado el alquiler".
Por este motivo, el DJ tiene el sueldo embargado por Hacienda, tal y como estipuló el Juzgado de Primera Instancia número 18 de Sevilla: "Se decreta el embargo, por vía de mejora, sobre sus bienes. La cantidad que se solicita es de 3.365'80 euros de principal, más otros 1.010 euros presupuestados para intereses y costas sin perjuicio de su ulterior liquidación".
Las anécdotas de su infancia
Kiko ha visto en el concurso una mano amiga en Alejandro Albalá (24) con el que ha tenido largas conversaciones y momentos de confidencias. Y es que los excuñados ya se conocían de antes pero su relación se basaba en "cuatro ocasiones y cuatro palabras cruzadas", según dijo el propio DJ. Pero en esos sillones exteriores de la casa más famosa de la televisión, Kiko ha desvelado muchos de los secretos que se esconden tras las paredes de Cantora, el hecho de cómo se enteró del embarazo de su hermana y hasta reveló que los ojos le cambiaron de color siendo aún bebé en la fecha exacta en la que murió su padre.
Su verdadera relación con Irene
Gracias a su entrada en GH Dúo la audiencia ha podido conocer a Irene Rosales (28), la pareja de Kiko desde hace cinco años pero de la que poco se sabía por su distancia con los medios de comunicación. Además de ver cómo se enfrentaba por primera vez la modelo a los focos, el público ha sido testigo de la auténtica relación entre los cónyuges. Se han mostrado cariñosos, empáticos y estables en su idilio, pero también han tenido momentos de discusión, de desentendimiento y de peleas que han quedado grabados para la posteridad.
La foto histórica con su hermana Isa
Nunca había pasado antes y se produjo en la casa de Guadalix, en prime time y a sabiendas de que Isabel Pantoja estaba al otro lado de la pantalla viendo el programa. El familiar directo que visitó a Kiko en su encierro de casi tres meses fue su hermana pequeña con la que nunca ha coincidido en un plató ni físicamente juntos en ningún espacio televisivo. La imagen de ambos juntos era histórica y se la dedicaron a su madre. Además, Isa le confesó públicamente lo "orgullosa que estaba de él por haber hablado abiertamente del tema de las drogas", algo que ella desconocía.
La tensa discusión con Ylenia
Kiko e Ylenia eran buenos amigos ya antes de que empezara el concurso. Se conocían del mundo de la noche y los bolos, y siempre se mostraron muy unidos dentro de la casa. Sin embargo, hubo un momento que quedará en la retina de los telespectadores por la tensión real que se creó. Un día en la cocina Ylenia quiso lanzar una pullita al DJ: "Algunos días no hacéis comida, y cuando sí te haces bandejas de carne para ti solo". Esa frase fue suficiente que le escociera demasiado a Kiko y se sintiera atacado. Pero ella continuó: "Te haces unas bandejas de carne por las noches que es de locos, tío. Desperdicias mucha comida", a lo que él contestó: "Vete a cagar al campo. Por lo menos yo no me bebo el vino de cocinar". Seguidamente se dedicaron ambos unos cuantos "por ahí no", y finalmente, desde la distancia, Kiko lanzó un plato hacia el lado de Ylenia, lo que indignó a los tuiteros hasta pedir su expulsión.
[Más información: Escándalo en GH DÚO: la centralita oculta de Pantoja en Cantora que salva a Kiko]