María José Campanario (39 años) ya se encuentra al cien por cien desde el último achaque de salud que la mantuvo ingresada en un hospital de la sierra de Cádiz durante casi cuatro días. Prueba de que la esposa de Jesulín de Ubrique (45) está en plenas facultades es que ha vuelto a su puesto de trabajo como odontóloga y lo ha hecho como ella deseaba, es decir, ejerciendo su labor en una clínica dental cerca de su hogar.
Tal y como adelantó JALEOS en exclusiva, la de Castellón llevaba muchos meses desplazándose desde su casa, en la urbanización Arcos Gardens Country Estate de Arcos de la Frontera (Cádiz), hasta Sevilla capital, donde trabajaba en una clínica del barrio de Los Remedios. Personas de su entorno confirmaron a este periódico que la intención e incluso el anhelo de Campanario no era otro que el de buscar un trabajo adaptado a su inestable estado de salud; esto es, algo más cercano a Arcos de la Frontera o Jerez.
"Lo de Sevilla le venía muy mal. Su intención es dejarlo porque es una pasada. Quiere dedicarse a la odontología infantil y que su puesto de trabajo esté más cerca de casa", afirmaban entonces. Cabe recordar que Sevilla no es una ciudad fácil de acceder para las personas que, como ella, viven en la sierra gaditana. Llegar hasta su oficio le suponía 180 kilómetros entre el viaje de ida y de vuelta y casi tres horas en coche.
Y así ha sido, ahora María José se encuentra fuerte, feliz y trabajando en una clínica dental de Arcos de la Frontera. Un centro médico cuya distancia de su casa es de 9'5 kilómetros y apenas 13 minutos en coche. Además, según apuntan a este diario, Campanario ha viajado hasta dos veces a Barcelona en este mes de abril para recibir un curso en el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la mano del prestigioso doctor Newton Fahl: Mejor Profesor por la Academia Americana de Estética dental 2008 y el premio a la Excelencia en Educación en Odontología Cosmética por la Academia Americana en Odontología Cosmética 2011.
María José Campanario, recuperada de sus problemas de salud
Desde que en el año 2005 le detectasen fibromialgia, una enfermedad crónica caracterizada por fuertes dolores en los músculos y en los huesos, los ingresos hospitalarios de María José Campanario han sido constantes. De médico en médico y de centro en centro, la valenciana se ha visto obligada a recorrer las provincias de Málaga, Sevilla y Cádiz para mitigar el dolor de sus achaques. La primera vez que la esposa del diestro ingresó y se hizo público fue en septiembre de 2015 tras sufrir un accidente en la bañera de su casa de la citada localidad de la sierra de Cádiz.
Pero si hubo un momento en que Campanario tocó fondo fue en el verano de 2017 cuando estuvo durante más de un mes ingresada en el centro psiquiátrico El Seranil, ubicado en Benajarafe (Málaga). Hasta ahí llegó sin apenas articular palabra o poder moverse. Desde entonces, solo ha dado la cara en actos públicos muy concretos. Y más específicamente, la odontóloga ha intentado dar voz en galas benéficas vinculadas con la enfermedad que padece: "Los enfermos de fibromialgia no estáis locos, el dolor que se padece es real, aunque no se ve. Desgraciadamente no hay una radiografía o prueba diagnóstica todavía que pueda descartar quien la padece y quien no", ha llegado a comentar.
En lo personal, el matrimonio Janeiro-Campanario se ha visto obligado a posponer sine die la ya famosa 'reboda' que anunciaron en la portada de una revista, lista para ser celebrada en julio de 2017. María José y Jesús cumplieron entonces 15 años juntos y ya van camino de los 17. Por el momento, todo lo relativo a su segunda boda se encuentra paralizado hasta que María José encuentre de nuevo el equilibro y el control dentro de sus delicadas dolencias.
El último de sus ingresos tuvo lugar el pasado 3 de marzo en el Hospital Virgen de las Montañas de Villamartín (Cádiz). Fuentes cercanas a Campanario aclararon a este periódico que "María José tiene alergia a determinados medicamentos por lo que los médicos prefieren tenerla en el hospital para controlarla". Esta última hospitalización tuvo una duración de cuatro días, pues la mujer del torero empezó a reaccionar positivamente a la medicación a partir del jueves de esa semana, logrando el efecto deseado de calmar y apaciguar sus dolores, y por consiguiente, su alta hospitalaria.
[Más información: Toda la verdad sobre el fichaje de la madre de María José Campanario en 'Supervivientes']