Hace tiempo que el ritmo de trabajo de Julio Iglesias (75 años) no es el que era antaño, cuando estaba de forma continua sobre los escenarios o en el estudio grabando nuevos temas. Menos trabajo, significa menores ingresos para sustentar su alto nivel de vida. Puede que para reducir gastos y conseguir algo de efectivo, hace un año el artista decidió poner en venta una de sus propiedades más valiosas, su avión privado.
Sin embargo, este gesto no ha tenido el resultado esperado. Según ha podido descubrir JALEOS, Julio Iglesias todavía no ha conseguido vender su aeronave ya que continúa disponible a través de una conocida página web de venta de aviones de lujo.
El cantante, en vista de este revés, ha decidido hacer un cambio en su oferta. Hace un año pedía 32 millones de dólares (28,44 millones de euros), pero ahora ha optado por la estrategia de "hagan una oferta", un detalle que podría indicar que Julio Iglesias estaría dispuesto a aceptar mucho menos dinero del que pedía en un primer momento debido a su desesperación por vender urgentemente su nave.
El avión en cuestión es un aparato con todos los lujos y las comodidades posibles. Se trata del modelo Gulfstream con un motor Rolls Royce, una de las mejores marcas con una de las potencias más exclusivas.
En cuanto al interior, posee una cabina que se reformó en marzo de 2015 y que tiene espacio para 18 pasajeros, quienes se pueden acomodar en el diván o en los sillones terminados en cuero. Se une, además, carpintería mediana, herrajes chapados en oro, reproductor de música y numeras pantallas y monitores. Perfecto para un artista del nivel de Julio Iglesias, que cuando lo adquirió tenía que hacer numerosos viajes.
A estos detalles hay que añadir que dispone de lavabos dobles, y de una galera para que el personal de cabina pueda preparar diferentes platos a bordo. Así, dispone de nevera, microondas y cafeteras dobles, entre otros.
Momento personal complicado
A los problemas que tiene con la venta de este avión privado se suman los avances en la demanda de paternidad de Javier Santos (41), su supuesto hijo ilegítimo. El caso del valenciano, que lleva años intentando que la justicia reconozca que es su padre, se está juzgando en la actualidad en el juzgado de Primera Instancia numero 13 de Valencia.
Lo último que se ha sabido es que el 30 de mayo esta oficina decidió suspender el proceso para estudiar las cuestiones previas planteadas por el abogado del cantante, todas ellas relativas a la licitud de la prueba de ADN presentada por el demandante.
En la vista donde se decidió aplazar el juicio, celebrada a puerta cerrada a finales del mes pasado y sin la presencia del cantante, intervino únicamente el detective que obtuvo el material genético de Julio José Iglesias (46), uno de los hijos del cantante, para explicar en qué circunstancias lo obtuvo.
El abogado de Javier Santos, Fernando Osuna, confía en la validez de estas pruebas de ADN. Las muestras se obtuvieron de una botella revestida con un material parecido al corcho (para mantener la temperatura) que había usado Julio José Iglesias y que se le cayó de la puerta del coche al estacionar en una playa.
"Se dio cuenta de que se le había caído y no la recogió, está grabado en vídeo, de modo que estamos ante una prueba que es un objeto sin valor, obtenida de forma lícita y con un fin noble. El detective recogió otros objetos que también contienen ADN, pero no se han analizado porque es caro, aunque los conservamos. Solo el detective ya costó cerca de 30.000 euros", añadió este letrado sevillano.
En esa misma vista donde se decidió aplazar el juicio, el supuesto hijo de Julio Iglesias se mostró resignado: "Sé que estoy luchando contra un gigante, quiero confiar en la Justicia, y voy con la verdad. Esto no ha ido ni mejor ni peor de lo que esperábamos, hay que esperar. Esto es más largo que un día sin pan, pero todavía me quedan fuerzas, hasta el final", ha concluyo.
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