Hay famosos que parecen haber descubierto el secreto de la eterna juventud, y el paso de los años pasa por ellos sin balde. Como Nacho Guerreros (48 años), quien ha envejecido poco desde que interpretara al politoxicómano José María en Aquí no hay quien viva. ¿Cómo es esto posible? JALEOS ha descubierto que el intérprete recurre a una ayuda externa para lucir una piel tersa y juvenil.
En concreto, el actor se ha sometido a varios tratamientos, el último de ellos uno muy conocido entre los famosos: mesoterapia facial con vitaminas. Un nombre muy técnico tras el que se esconden unas inyecciones de vitaminas, minerales y aminoácidos en el rostro.
El procedimiento está muy extendido en España, y cada vez son más los centros que ofrecen este retoque estético. En el caso de Nacho Guerreros, se lo ha realizado en una exclusiva clínica de Madrid donde tiene un precio de 250 euros.
Los pacientes que se someten a estas microinyecciones buscan regenerar la piel y que recupere su brillo, tono y aspecto saludable; a la vez que se consigue prevenir y atenuar pequeñas arrugas o líneas de expresión.
Hay otros que recurren a este retoque por motivos de salud, ya que la inyección de vitaminas también se utiliza para tratar cicatrices, acné, pecas e incluso psoriasis, todo ello siempre según valoración médica.
Pero un simple tratamiento, por muy bueno que sea, no es milagroso. La juventud de Nacho Guerreros se debe a otros tantos tratamientos, entre los que destacan los hilos tensores silhouette soft.
El actor se sometió a este retoque estético, de nuevo, en una conocida clínica de Madrid donde el tratamiento tiene un precio de 1.200 euros. Con este procedimiento se reposiciona, tensa y restaura la firmeza de la piel.
El tratamiento puede realizarse tanto en el cuello como en el rostro, aunque el intérprete de La que se avecina prefirió enfocarse en el rostro, con lo que se mejora el óvalo facial al lograr un contorno mucho más firme.
Además de todos estos cuidados enfocados al rostro, fundamental en un trabajo como el suyo donde se tiene que enfrentar de manera continua a los focos y a las cámaras, Nacho Guerreros también se ha aventurado con el cuidado de su cuerpo.
En concreto, se ha realizado un ultrasonidos HIFU, con un precio mínimo de 370 euros, con el que se transmiten ondas ultrasónicas de alta energía con el fin de estimular la activación de colágeno, dándole un efecto tensor a la zona tratada.
Se aplica en diferentes zonas del cuerpo para eliminar grasa localizada en aquellos pacientes con un IMC menor de 30 y, además, logra eliminar la piel de naranja. Con unos resultados que aparecen en la semana posterior de realizar el tratamiento.
Una carrera exitosa
El actor se ha hecho conocido por su trabajo en series de renombre como Aquí no hay quien viva o La que se avecina. Sin embargo, a pesar de ser tan famoso, su vida personal es todo un misterio.
Puede que este hermetismo se deba a los problemas que sufrió en su juventud: "Decidí ser actor por el acoso escolar. Acabé la EGB muy bien. Se me daba muy bien dibujar y a mi tutor se le ocurrió decirle a mis padres que me matriculara de delineante. Allí me hacían la vida imposible y ese trato que tuve allí me dio el empujón. Ahí solté la bomba en casa: mamá, quiero ser artista".
Cuando no se dedicaba a sus estudios, el joven sacaba a relucir su faceta más solidaria: "Trabajé con personas discapacitadas durante seis años. Había un anuncio de un hombre que buscaba compañía para salir a pasear. Estuve seis años con él. A día de hoy creo que nos quejamos de vicio. Las personas que tenemos lucidez y dos patitas para andar creo que nos quejamos de vicio", contó Guerreros en el programa de Bertín Osborne (64).
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