Carlota Corredera (44 años) y Carlos de la Maza celebran este sábado su sexto aniversario de boda. El matrimonio formado por la presentadora y el cámara vivió en el año 2013 el mismo gran día que celebran en apenas unas horas Pilar Rubio (41) y Sergio Ramos (36), de hecho este jueves la gallega le envió un claro mensaje a la colaboradora de El Hormiguero: "Yo también me casé un 15 de junio y me ha ido muy bien, así que tranquila". Sin embargo, la exdirectora del Deluxe no creó un parque temático en ninguna finca pero sí reservó una de las más impresionantes y caras azoteas del centro de Madrid.
Ningún compañero de Sálvame se perdió la fiesta de aquel sábado. Jorge Javier Vázquez (48), Paz Padilla (49), Kiko Hernández (42), Gema López (48), Lydia Lozano (58), María Patiño (47), Karmele Marchante (72), Rosa Benito (62), Mila Ximénez (67), Raquel Bollo (43), Makoke (48) y Belén Esteban (45) junto a Toño Sanchís (46) o Terelu Campos (53) junto a Carlos Pombo fueron algunos de los que no faltaron a la cita. El lugar del banquete y de la celebración sinfín fue The Principal Madrid, un lujoso hotel de cinco estrellas que se levanta en la mismísima Gran Vía y que tiene una de las más espectaculares vistas del centro de la ciudad.
La azotea del prestigioso edificio presenta una estética que combina el toque más minimalista y de alto diseño con las formas más clásicas, que dan un ambiente majestuoso a la estancia. A pesar de su gran amplitud tiene un número limitado de capacidad, que incluso puede cerrarse al público para los eventos más importantes o para bodas de personalidades de gran renombre que deseen la máxima discreción.
Los 130 de invitados que acudieron a la boda de Carlota y Carlos pudieron disfrutar de las geniales vistas al corazón de la capital gracias a las enormes e impresionantes cristaleras de la zona La Pérgola. En el bello lugar de 70 metros cuadrados pueden reunirse hasta 350 personas sentadas en sus 44 mesas. A esa irrepetible experiencia hay que sumarle el gran manjar elaborado por el cocinero catalán Ramón Freixa, quien posee dos estrellas Michelin. Debido a ese gusto para el paladar, el menú de boda por comensal ronda los 100 o 120 euros, sin tener en cuenta la posible petición de dietas alimentarias más especiales que requieran mayor trabajo o provisión de materias primas.
Con todo ello, y teniendo en cuenta la reserva previa de la zona más lujosa del hotel, el desembolso de Carlota y su marido para dar 'de comer' a sus invitados rondaría los 10.000 euros, en el caso de que optaran por un variedad de platos acorde al nivel y calidad de su puesta en escena. De lo contrario, si los entonces novios hubieran optado por el menú más asequible de la carta de The Principal, el coste tampoco sería menor a los 6.000 euros.
"Una gran boda al atardecer", así definió hace justo un año la propia presentadora su enlace. Un día que pese al alto gasto, supo aprovechar y sacar el máximo partido. Jorge Javier ejerció de maestro de ceremonias y tras el 'Sí, quiero' los recién casados y sus familiares y amigos -sobre todo relacionados con el mundo de la televisión- hicieron de la noche una inolvidable fiesta que se prolongó hasta bien entrada la mañana siguiente.
Además, recordando aquel día, Corredera ha presumido de su vestido de novia en varias ocasiones, porque, según sus palabras, se sentía bella, segura y muy cómoda. Se trataba de un traje nupcial de corte sencillo pero favorecedor firmado por el diseñador Manuel Castillo, un creativo que tiene su atelier en la calle Ayala, 86, que parece un simple portal pero que esconde un lugar repleto de percheros con cientos de vestidos de novia con inspiración en los más veteranos diseñadores italianos. Ese mimo por la feminidad y el romanticismo fue lo que sucumbió a Carlota para elegir a su creador del traje con el que juró amor eterno a su actual marido y que guardará con cariño toda su vida en el armario.
Por su parte, el tocado que lucía en su melena ondulada y semirecogida, así como las hombreras, estaban firmados por Carmen María Mayz. Ambas piezas lucían incrustaciones de piedras en plateado y dorado para otorgar más glamour y brillo al vestido más importante que lucirá la presentadora jamás. Para los pies, la gallega escogió unos zapatos muy reales, ya que pertenecen a la marca Magrit, la firma de calzado favorita de la reina Letizia (46). Un par de zapatos que fueron testigo de las horas de diversión, baile y amor que ocurrieron en esa azotea vip la noche de 15 de junio de hace seis años.
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