Un mes. 30 días se cumplen este lunes 1 de julio desde que el futbolista José Antonio Reyes encontrase la muerte en un accidente de tráfico en Sevilla. Pocos minutos le faltaban para llegar a su casa de Utrera, donde estaban su mujer, Noelia López (33 años), y sus dos hijas, Noelia (5) y Triana (2), a las que tenía previsto dar una sorpresa con su visita.
Según informaron a JALEOS fuentes cercanas a la esposa del deportista, "Reyes venía a Sevilla a darle una sorpresa a Noelia y a sus dos hijas. Les dijo que iba convocado con el equipo, que cuando se montase en el autobús que los llevaba a Cádiz, donde jugaba el equipo, las llamaría por teléfono. Noelia y Reyes siempre hacían videollamada por las niñas, para que las niñas vieran al padre. A la media hora, Noelia llamó y ya tenía el teléfono apagado. Miró en los convocados y se dio cuenta de que José no estaba en la lista. Insistió, insistió, llamando pero ya no respondió al teléfono... Nunca llegó a casa".
Ahora ha pasado un mes, un tiempo en el que Noelia, su viuda, ha intentando recomponerse y paliar su dolor fundamentalmente con el apoyo de sus amigas y sus padres. Antonio y Juana, padres de Noelia, han estado instalados en el chalé familiar de Utrera durante un tiempo, tal y como desveló este diario. "Noelia sigue allí, en Utrera, en su casa con sus dos hijas. Aún tiene que arreglar muchas cosas... Noelia está mejor, tiene que mostrarse mejor; ya no tanto por ella sino por sus hijas. Ha sido todo muy duro en este tiempo. La familia de él sigue destrozada. En este mes de junio ha sido el aniversario de la boda, que ellos siempre aprovechaban para escaparse a la playa... Ahora dentro de unos días es el cumple de Noelia, la niña mayor, que va a cumplir 6 añitos y ya entiende...", deslizan a este medio personas próximas a Noelia.
La discreción de su viuda y el despegue profesional de su hijo
Las manifestaciones públicas de Noelia López han sido contadas y siempre a través de sus redes sociales. Ha evitado el contacto con los medios y ha declinado todas las propuestas para hablar sobre su dolor. No ha necesitado más altavoz que su propia cuenta de Instagram, pues apenas horas después del accidente mortal de su marido, Noelia publicaba una conmovedora carta dedicada a quien fuera el hombre de su vida.
"Amor de mi vida, no puedo soportar este dolor, qué solitas nos dejas. Te llevas mis ganas de vivir. Hoy tengo que despedirme de ti, pero no tengo fuerzas, te diré un hasta pronto porque tú y yo estaremos eternamente juntos. Espérame mi vida, volveremos a ser una familia donde estés. Ese día llegabas de un largo viaje y llegaste con quienes te daban vida, esa vida que ayer se nos fue. Ayúdame, gordito, porque no imagino la vida sin ti. Ayúdame a criar a nuestras hijas. Dame fuerzas, esas que no tengo. Te amo y te amaré por siempre, papi", publicaba.
Y no solo dejaba Reyes huérfanas a dos niñas, el sevillano también tenía un hijo fruto de una relación anterior. José Antonio Jr., ya un adolescente que cumplirá 12 años en octubre, es un apasionado del fútbol como lo era su padre. Era el pasado sábado 22 de junio, hace apenas 10 días, cuando el Real Madrid efectuaba la incorporación del hijo de Reyes al Infantil B del equipo blanco.
El jugador disputó la última temporada en el Alevín del Leganés, equipo en el que desempeñó un papel fundamental y en el que fue clave. Reyes demostró su talento tanto en el torneo nacional de fútbol base, donde se proclamó máximo goleador de la competición, como en LaLiga Promises celebrada en Villarreal. En sus propias palabras, Reyes Jr. comentaba a través de su Instagram lo siguiente: "Muy contento y orgulloso de empezar una nueva etapa en el Real Madrid. Agradecer a todas las personas que me han apoyado y han confiado en mí, en especial a mi familia". Además, ha asegurado que seguirá "disfrutando, trabajando y aprendiendo con humildad".
El adiós a un crack del fútbol
José Antonio Reyes, el futbolista español más joven en debutar en Primera División, fallecía el pasado sábado 1 de junio a los 35 años de edad en un accidente de tráfico mientras conducía su propio coche. Un vehículo en el que también viajaban dos de sus primos pequeños: Jonathan Reyes (23), fallecido en el acto, y Juan Manuel Calderón (22) quien ha sido recientemente operado de urgencia y sigue estable dentro de la gravedad. Si bien los primeros informes desvelaban que Reyes podría haber perdido el control de su Mercedes Brabus S550 tras reventarse una de sus ruedas por conducir a 237 kilómetros por hora, una nueva investigación podría cambiarlo todo.
Según la conclusión a la que ha llegado Myriam Moya, una perito judicial que ha realizado una investigación, el deportista no se mató por un gran exceso de velocidad sino por un reventón en la rueda trasera derecha de su bólido. Este informe recoge que el coche se salió de la carretera cuando iba a entre 111 y 128 kilómetros por hora en una autovía limitada a 120.
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