Corría el año 2013 cuando su nombre se hizo popular por su participación en el programa Gran Hermano 14. Nada más comenzar el reality, esta murciana dejó patente su impronta y carácter, así como su punto estratega, ese que la hizo ganadora de la edición. Entonces, Susana Molina (29) no se llevaba solo el cuantioso premio, sino que salía de la casa de Guadalix de la Sierra enamorada de uno de los gemelos, Gonzalo Montoya. Ambos se conocieron entre los muros del concurso y surgió el amor de tanto rozarse, bendecido por la audiencia y por la propia Mercedes Milá (68), conductora por entonces del espacio.
Formaron, sin pretenderlo, una de las parejas más consolidadas de la edición. Pero, ¿qué ha sido de Susana en estos años? ¿Cuánto ha cambiado su vida? Antes de llegar a su presente -que pasa por una decisiva participación de la pareja en La isla de las tentaciones, el programa que conduce Mónica Naranjo (45), y que ha dinamitado su historia-, hay que volver a ese glorioso 2013. Con el premio en mano -y el dinero ingresado en el banco- la vida de Susana se reescribía y lo dejó todo por su amor hacia Gonzalo.
Poco dada a la televisión, los platós y el conflicto -pese a su gusto por los realities-, Susana configuró su vida en torno a Gonzalo. Volvió al anonimato. En esa línea, tales fueron los cambios que experimentó su vida que dejó Murcia para mudarse a Sevilla, y hasta de universidad, para estar más cerca de Montoya. Desde entonces se volvieron inseparables, lo hacían todo juntos y sus redes sociales daban buena cuenta de su amor. Por renovarse, Susana comenzó a frecuentar otras amistades más próximas a Gonzalo, que se convirtió en el centro de su vida. Una de sus amigas más cercanas en la actualidad es Anabel Pantoja (33) e, incluso, han abierto juntas un negocio propio de uñas y manicuras en la ciudad andaluza.
No obstante, mientras que su vida profesional cogía empaque, algo estaba minando su historia de amor. Poco a poco, Susana y Gonzalo comenzaron a naufragar. Tanto, que sus seguidores les preguntaban por redes acerca de la salud de su relación. Aparecían bastante menos juntos en sus perfiles de redes sociales y los mensajes que compartían eran cada vez más escasos y fríos. Incluso, la última imagen que había de la pareja fue durante la última edición de la Feria de Abril.
El punto de inflexión en su romance llegó cuando decidieron enrolarse en la participación de La isla de las tentaciones. El espacio, que plantea una serie de cuestionarios y test para saber el grado de confianza en la pareja, les hizo ver que lo suyo no estaba tan fortalecido, si bien ya ingresaron en estado de crisis.
Sin saber cómo terminaría todo, se fueron en el mes de mayo a rodar a República Dominicana. Si bien es cierto que ninguna de las partes ha sido infiel con otra persona, Gonzalo ha tenido comportamientos con otras mujeres que Susana ha visto en vídeo y no ha perdonado. Así, la pareja ha decidido romper y Susana se ha mudado a Madrid dejando atrás Sevilla, la ciudad que la adoptó, y a su ya expareja, al que no quiere ni ver. Así, su actualidad no sería del todo agradable y Susana se encontraría en ese proceso de comenzar de cero tras casi seis años de relación sentimental con Gonzalo Montoya. La televisión le dio mucho, pero también le quitó y, como ella misma reconoce, le ha llegado a tener fobia a la pequeña pantalla. El balance resultó claramente negativo.
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