Desde hace meses no hay un solo día en que el apellido Campos no se cuele en algún programa de Telecinco o en alguna revista del corazón. Presuntas infidelidades de Bigote Arrocet (69 años), crisis sentimentales, trabajos que no llegan, casas puestas a la venta y envueltas en escándalo, robos, viajes a Chile para investigar el lado oculto de Edmundo, y ahora la supuesta tiranía que ejercía María Teresa Campos (78) en su programa de Telecinco Día a día.
Se ha dicho de ella que era déspota cuando la audiencia no acompañaba y que llegó a expulsar de plató a Víctor Sandoval (52) cogiéndolo del brazo. Testimonios tras testimonios que han intentado sepultar la profesionalidad de la presentadora malagueña. La maquinaria no cesa y el panorama tiene visos de no terminar. En total, desde que se publicó que Bigote viajaba a Chile, han sido cerca de 12 semanas hasta la fecha y 84 días en los que las Campos, muy especialmente Teresa, han visto cómo su nombre se cuestiona tarde tras tarde.
Se trata de la peor 'venganza' que ha llevado a cabo Paolo Vasile (66) contra la que un día fuera su presentadora estrella en la cadena. Así lo considera el entorno de Teresa. Y es que, no hay que olvidar que hace años, desde Antena 3, entonó un "gilipollas" que de aquellos barros, podría ser estos lodos. Pero, ¿cómo está Teresa ante toda esta situación? Según ha podido conocer JALEOS, "se encuentra desesperada pidiendo ayuda y protección" a los amigos que le quedan en la cadena. Sobre todo, siente un resquemor muy concreto y señala que "estas cosas ocurren porque hay quien las consiente". En la opinión de Teresa, esto no habría ocurrido si "los jefes" de Telecinco "hubieran parado los pies pertinentes".
María Teresa está atravesando días, semanas y meses muy complicados: "Por más que no quiere oír nada, le llega. El único tema que se ha tomado a risa es el de Víctor Sandoval. No le da ninguna credibilidad". Sea como fuere, no es una situación agradable y considera que todo son "ataques sin fundamento para conseguir su descrédito profesional". Consciente de que a las puertas de su casa se encuentran paparazzi apostados, "apenas sale, se siente encerrada en su propia casa". Además, para colmo de males, este panorama lo capea ella sola, sin Edmundo, que se encuentra en Grecia.
Sus otros 'roces' con Paolo
Esta no es la primera vez que Teresa atraviesa una crisis con la cadena de Fuencarral. El caso más reciente: marzo de 2017. En ese momento se anuncia que se cancela el 11 de abril de ese año Qué tiempo tan feliz, el último programa que presentó Teresa en Telecinco. Lo cierto es que las espadas se ponían en alto semanas antes. Antes del triste desenlace del formato, se desencadenaron sin freno los acontecimientos profesionales más duros para la presentadora malagueña. Se le quitó el domingo a Qué tiempo tan feliz, se le redujo la duración en la tarde del sábado, y perdió el directo. Además, acto seguido, la cadena anunciaba el regreso del reality Las Campos, una noticia que podría ser buena, salvo por el hecho de que comenzó a emitirse en el hueco que dejó QTTF en el domingo.
Esto provocó un golpe en la mesa por parte de María Teresa: se negó a grabar más capítulos del reality y se quejaba en la intimidad del maltrato que sufría su programa. Ante tamaño pulso, Telecinco movió ficha y, ante la negativa de grabar de María Teresa, le anunció que su programa tiene fecha de cierre: el 1 de abril. Tras esto, vinieron semanas, meses y años complicados, sin trabajo, con Terelu Campos (53) y Carmen Borrego (52) desfilando por los programas de Telecinco, hasta que Teresa salió para no volver.
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