El nombre de Amador Mohedano (66 años) vuelve a estar envuelto en polémica. En este caso el motivo nada tiene que ver con la participación de Antonio David Flores (43) en GH VIP 7 ni con la guerra que este mantiene con su sobrina Rocío Carrasco (42). Más allá de las polémicas familiares, y tal y como ha podido saber este medio de primera mano, al hermano de Rocío Jurado le asaltan de nuevo las deudas económicas. JALEOS se ha puesto en contacto con los propietarios del bar El Bachicha, ubicado en Chipiona (Cádiz), quienes han relatado su problema con Amador.
Según uno de los encargados de este negocio, Amador debe la cantidad de 5.000 euros a los dueños, dinero que no ha tenido la intención de devolver en ningún momento. El exrepresentante viene arrastrando esta deuda desde junio del año 2016, algo que los propietarios del este local no olvidan ni perdonan: "Lo damos por perdido", cuenta una de las encargadas a este medio.
El pasado mes de febrero, en una entrevista para la revista Semana, dejó constancia del mal momento personal y económico por el que atravesaba: "Yo no tengo un trabajo fijo, no tengo una pensión todavía que pueda cobrar y la vida se hace un poco difícil de sobrellevar", contó Amador, y añadió que estaba viviendo de lo que factura su pareja Jaqueline.
Lo realidad es que esta no es la única deuda que ahoga a Amador. Hacienda lo tiene entre sus objetivos, ya que adeuda casi 250.000 euros. Como desglose, esta se divide en una deuda de 238.000 euros, y otra de mejor cantidad con la Seguridad social de 11.000 euros y se verá saldada con la subasta de una parte de la finca Los Naranjos, que le dejó su hermana en herencia.
Sin duda, una complicada circunstancia que le ha obligado a tener que volver a trabajar en el campo. "Vivimos a base de potajes y quitándonos de muchas cosas", afirmó hace unos meses. A pesar de que son varios medios los que han afirmado que existe una mejoría en su economía, lo cierto es que no cuenta con ningún proyecto empresarial a la vista.
Una de sus últimas aventuras profesionales fue en el mundo de la hostelería. En el año 2014 el exmánager sorprendió con la inauguración de la taberna La Kedá en el municipio gaditano de Chipiona. Este local se prometía como una nueva meca del flamenco, del rebujito y del famoseo. Sin embargo, muchas son las informaciones que apuntan a que a los pocos meses de su apertura, pasado el boom de lo novedoso, La Kedá comenzó a flaquear. Lejos de rendirse, en 2015 Amador quemó su último cartucho con la discoteca La más grande en Sanlúcar de Barrameda y en homenaje a su hermana Rocío Jurado. En esta ocasión, la suerte en los negocios tampoco estuvo de su lado.
Para colmo de males, en esos años se estuvo gestando la poco exitosa apertura del museo dedicado a La más grande en Chipiona. Un proyecto que, motivado por los frenos burocráticos y familiares, no ha llegado a ver la luz en la actualidad y que, por tanto, no ha reportado ningún tipo de beneficio económico para Amador.
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