Cristina Rodríguez, sobre su boda: "Iré clásica. La primera vez que me casé fui medio desnuda"
JALEOS ha hablado con la estilista sobre todos los detalles de su boda. No solo la ubicación y los invitados sino también el secreto mejor guardado: su vestido.
28 septiembre, 2019 03:24Noticias relacionadas
Natural y transparente donde las haya, Cristina Rodríguez (50 años), conocida por su función de estilista en programas como Supermodelo o Cámbiame, se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida. A pesar de que en la actualidad no trabaja en el mundo de la televisión, medio en el que se ha mostrado siempre muy cómoda y al que le encantaría volver, tiene muchas cosas que celebrar.
Además de su éxito profesional diseñando el vestuario de series como Élite, la alicantina se casará con su pareja Raúl García el día 13 de junio de 2020, y finalmente lo harán en Benidorm, la tierra natal de Rodríguez. Una ceremonia íntima a la que, según ha desvelado la protagonista a este medio, acudirán unos 100 invitados, entre los que se encuentran rostros conocidos como Natalia Ferviú (37), Marta Torné (41), Juan Avellaneda (37) o Maribel Verdú (48).
Además, la figurinista ha desvelado algunos detalles sobre uno de los secretos mejor guardados de cualquier boda: el vestido de novia. A pesar de que por el momento no tiene claro cómo será, sí será blanco y de corte clásico.
¿Cómo le va la vida?
De maravilla. En lo profesional, lo que he estado haciendo sobre todo es la serie Élite. Estamos terminando ya la tercera temporada y yo creo que el vestuario es una pieza fundamental en esa serie. Yo me he encargado de diseñar el uniforme y el vestuario; y hace poco he hecho el vestuario de otra película, Vivir dos veces, y también otra de Achero Mañas... ¡No paro!
Con todo lo que está diciendo... No le da la vida para más
No he tenido vacaciones. Me cogí dos días y me fui a Estepona, pero como soy un poco adicta al trabajo y como espero cogerme vacaciones para cuando me case...
¿Le dará tiempo a organizar todo con este ajetreo?
Al final me caso en Benidorm. Hemos encontrado un sitio muy bonito en Altea y al final me caso el 13 de junio del año que viene. Y claro, al estar lejos lo hago todo por teléfono, y así estoy, como una trastornada -risas-.
Antes iba a ser en Barcelona, ¿no?
Yo tenía muy claro que iba a ser en mi tierra. Yo nunca estoy allí, pero mis padres y mi hermana viven allí. Tengo mucho vínculo con Benidorm y me tira mucho. Cuando les dije a mis amigos que nos casábamos todos querían que fuese allí.
El secreto mejor guardado suele ser el vestido de novia... ¿Se lo va a diseñar a usted misma?
Emilio Salinas, un amigo diseñador, me dijo que me hacía el vestido. Yo lo diseño junto con él, con mi criterio, claro. Lo haré muy poco antes de la boda, porque si empiezo ahora cambiaría continuamente de opinión. No tengo claro lo que quiero, porque cuando me casé la primera vez lo hice con un vestido de metal y medio desnuda. Ahora quiero que sea todo como clásico, dentro de mi concepto. Quiero que sea blanco y que tenga un poquito de novia. No será convencional, pero seré como soy yo.
Es importante que no se pierda la esencia.
Claro que sí. Mi novio me dice que me ponga el pelo recogido y que me maquille mucho... Le encanta. Es un heterosexual muy raro porque a los novios les suele gustar la cara lavada y el pelo suelto -risas-.
Después de que ya sabe lo que es una boda... ¿Siguen esos nervios o está más tranquila?
Lo que pasa es que yo no tengo memoria y mi novio siempre me dice que no tenemos pasado. Yo no me acuerdo de nada, ni siquiera de mis ex. En mi vida ha habido dos personas buenas: mis dos exmaridos. De hecho Raúl, mi pareja actual, tiene muy buena relación con mi primer marido. Yo antes no buscaba buenas personas, buscaba gente con éxito, pero me he dado cuenta de que hay que estar con una buena persona. Mi pareja es un tipo exitoso, que tiene un puesto importante en una multinacional, pero tiene otros valores: es un magnífico padre. Padre de sus hijos, porque yo no tengo ni voy a tener. Pero es divertido, generoso y está pendiente de mí.
¿A la boda irán famosos?
Sí, pero vamos a ser poquitos, seremos unos 100. En las bodas multitudinarias no puedes estar con nadie. Yo creo que vendrán Natalia Ferviú, Juan Avellaneda, Marta Torné, Nacho Guerreros y espero que Maribel Verdú... mis amigos íntimos. No vendrán con los que me tomo un día un refresco.
Cambiando de tema y volviendo al trabajo... ¿Cómo es su vida fuera de la televisión?
Por suerte mi vida sigue siendo igual. Empecé con Supermodelo y después en Cámbiame. Sigo teniendo los mismos amigos y no ha cambiado nada. Ahora no me conocen tanto. A mí es que la popularidad me ha pillado mayor, con los muebles en la cabeza bien puestos.
¿Le gustaría hacer cosas de tele?
Sí. La tele me encanta y me encanta salir en la tele. Es un poco frívolo pero es así. Eso sí, no haría cualquier programa porque no creo que sea buena en cualquier formato. Por ejemplo, no entraría en un reality porque no me veo con la fortaleza de hacerlo. Si llego a entrar en GH VIP, ya hubiese pagado la cantidad que me piden por abandonar. No me veo preparada para eso, aunque muchos me dicen que sería una buena concursante. Yo les digo que no porque a mí decir las cosas a la cara me parece un horror. Yo prefiero que lo digan a las espaldas y que me critiquen.
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