Su vida personal siempre ha sido un misterio para el gran público. Es uno de los rostros más mediáticos de Masterchef, pero debajo de esa chaqueta de chef se esconde un corazón, que late por una arquitecta de origen brasileño desde el pasado mes de septiembre. Así se confirmó hace unas semanas a través de unas fotografías en las que ambos aparecían en actitud cariñosa por las calles de Madrid.
Tras romper definitivamente su relación con Cristina Jiménez después de ocho años juntos, el chef catalán ha encontrado una nueva ilusión en Rebecca Lima (26), quince años menor que él, que además de dedicarse al mundo de la arquitectura -carrera en la que se tituló-, también es empresaria.
En la actualidad, por circunstancias de la vida, se dedica al mundo de la moda, y es uno de los rostros más visibles de una conocida marca de trajes de baño de la que, además, es la cofundadora. Ha trabajado como modelo de lencería, tal y como ha mostrado en varias ocasiones a través de sus redes sociales, que ha privatizado desde que salió a la luz su relación sentimental con Cruz.
La joven acumula más de 5.000 seguidores en su cuenta de Instagram, red social en la que se muestra muy activa y donde siempre que puede comparte diferentes fotografías. A su temprana edad, se define como "urbanista", y aunque no son muchos los datos que por el momento se conocen de la brasileña, si hay una realidad presente es que su relación con Jordi va por muy buen camino.
Ambos han sido captados por las calles de Madrid paseando de la mano, abrazándose y con gestos de complicidad y cariño que ninguno de los dos ha podido reprimir. No ocultan su felicidad en esta nueva relación, que tanto el chef de tres estrellas Michelín como la brasileña están viviendo con mucha intensidad.
Una inesperada ruptura
Esta nueva etapa de Jordi Cruz junto a Rebecca Lima ha coincidido con la misteriosa ruptura entre el cocinero y su ex pareja, Cristina Jiménez, con la que ha compartido ocho años de su vida y también negocios, ya que ambos trabajan juntos en el restaurante ABaC, ubicado en Barcelona.
El pasado mes de septiembre sus vidas dejaron de emprender el mismo camino, y se intuye que el verdadero motivo de la ruptura definitiva ha sido la aparición de la arquitecta brasileña. Hace unas semanas Cristina fue vista sacando todas sus pertenencias de la casa en la que vivían, y aunque ella conserva todas sus publicaciones de Instagram, Jordi ha borrado todo rastro que tuviese que ver con su expareja.
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