Ana Boyer no paga la ropa de su hijo: el método en el que reincide para llevársela gratis
A pesar de pertenecer a una estirpe famosa y estar casada con un aclamado tenista, la hija de Isabel Preysler sabe cómo hacer buenos negocios para ahorrar en su día a día.
18 octubre, 2019 03:09Noticias relacionadas
La llegada al mundo del pequeño Miguel (7 meses) ha cambiado la vida personal y profesional de Ana Boyer (30 años). Desde que conoció a Fernando Verdasco (35), convertido desde el 8 de diciembre de 2017 en su marido, la hija de Isabel Preysler (68) no ha parado de recorrer el mundo junto a él, siempre apoyándole en cada torneo y siendo su testigo principal en cada victoria y derrota. Pero tras experimentar la maternidad, Boyer no solo tiene ojos para el tenista sino que ahora los divide también entre su hijo y sus redes sociales. Al primero por motivos sentimentales y a lo segundo por temas empresariales.
Ana Boyer se ha convertido en una experta en sacar rentabilidad a las plataformas digitales y a su figura de relevancia mediática. Sabe que genera dinero, y aunque no sigue la estela propia de las influencers porque no comparte sus looks ni trucos de belleza, sí emplea las todopoderosas redes como trueque comercial, un método que le está dando grandes alegría en su recién estrenada etapa como madre.
Este sistema de promoción de marcas en las RRSS está siendo el mejor aliado de la socialité para ahorrarse miles de euros. Ya este verano, JALEOS se percató de la estrategia de Boyer para no pagar su coche familiar de lujo, y ahora hace lo propio con la ropa de su bebé: le sale gratis. Bueno, lo correcto es hablar de "un acuerdo comercial" en el que se benefician ambas partes -famosa y empresa.
En este sentido, la mujer de Verdasco puede adquirir los diseños del catálogo de Mayoral sin tener que pagar nada. El coste se deduce de la publicidad que estaría haciendo en sus redes sociales compartiendo cada cierto (poco) tiempo contenido de diversa temática teniendo siempre como protagonista a la marca de ropa infantil y citando a modo de etiqueta a la firma -una mención que solo hace con las empresas que le pagan o con las que tiene contratos comerciales como este-.
"¡Cómo me gusta la ropa de bebé! Me encanta el momento de escoger qué ponerle a Miguel. Hoy os quería contar que he creado una wishlist -lista de deseos- con Mayoral con todos mis imprescindibles para este otoño. Podéis acceder a ella desde el link en mi biografía. Espero que os gusten tanto como a mí". Con este mensaje, Ana Boyer ha querido conectar directamente con sus seguidores y hacerles partícipe de la ropa con la que viste a su primogénito, un gesto aparentemente dulce e inocente pero que no es más que una estrategia para atraer a la audiencia hacia la citada marca.
Repite esta fórmula de interacción con sus 200.000 fans menos de un mes después (un mérito para ella ya que suele publicar mensualmente solo dos contenidos) con un sorteo de un lote de ropa de Mayoral. Ese tipo de contenidos, según los expertos en contratos económicos con influencers, se pagan por encima de los 1.300 euros -teniendo en cuenta su número de seguidores-. Pero debido a su grado de personality, siendo Ana Boyer quién es y lo que representa, podría pedir el dinero que quisiera, pero en este caso, el acuerdo se está llevando a cabo en 'especias'. Un método al que se está acostumbrando últimamente y más tras convertirse en madre de familia con la llegada de Miguel Verdasco Boyer.
Tampoco 'paga' su cochazo
Como se ha apuntado, no es la primera vez que la hija de Isabel Preysler recurre a este método empresarial para ahorrarse miles de euros. O cientos de miles de euros; como es el caso de su coche de lujo. Boyer puede disfrutar de un gran un vehículo familiar para ella sola gracias a su negocio en las redes sociales.
Se trata de un Land Rover de la gama Evoque, un automóvil que ha encandilado a Ana porque es un todoterreno de gran capacidad y perfecto para la comodidad de una familia. Pero lo mejor de todo es que le está saliendo gratis y todo gracias a 17 imágenes y dos vídeos que ha compartido en redes en los últimos seis meses.
Las fotos en las que posa junto o dentro del coche son las únicas instantáneas de su perfil de Instagram donde usa etiquetas, siempre mencionando a Land Rover y el nombre de la directora de la marca con la que colabora. De esta forma, en su vuelta al mundo -literal- de este 2019 ha podido solicitar el alquiler del deseado vehículo allá donde estuviera y éste siempre se encontraba a su disposición a cambio del simple 'detalle' de compartir con sus seguidores las virtudes del automóvil.
[Más información: El curioso método con el que Ana Boyer está pagando su cochazo familiar]