A comienzo del nuevo trimestre muchos fueron los sorprendidos cuando la hija de Terelu Campos (54 años), Alejandra Rubio (19), cumplía su promesa y se matriculaba en Derecho, acallando así las malas lenguas que aseguraban que nunca iba a estudiar una carrera. Lo hacía después de su mala experiencia en el mundo de la moda y tras enrolarse en Mtmad. Finalmente, por encima de las críticas, la joven se tomaba en serio su futuro y demostraba que podía compaginar ambas facetas, la estudiantil y la mediática, sin ningún problema.
No obstante, su segundo día de universidad -porque, cuenta ella, al primero no reunió el valor para asistir, de tan nerviosa como se encontraba- no fue todo lo idílico que esperaba. Burlas, comentarios, risas maliciosas, fotos a traición y cuchicheos terminaron por hacerla estallar y espetar que ella no era ningún "mono de feria". Ese descargue de Alejandra en su canal se quedó ahí, pero ahora JALEOS ha descubierto más detalles de cómo se vivió ese desagradable momento de puertas para adentro. Cómo sufrió Alejandra ese día tan duro en casa, en la intimidad.
En medio de ese bache, se apunta, hay una persona que ha sido fundamental para que Rubio siga al frente de sus estudios y haya recuperado parte de la seguridad y confianza que perdió: Carmen Rosa, la hija de su tía Carmen Borrego (53). "Ella la ha animado, apoyado y asesorado en todo momento desde entonces. La relación entre ellas es muy buena", informa a este medio alguien cercano a la familia. No en vano, Carmen Rosa también estudió Derecho entre 2012 y 2016 en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, la misma donde se forma en la actualidad la nieta de María Teresa. "Carmen Rosa es un ejemplo a seguir para Alejandra, ya que acaba de aprobar un examen de abogacía", se explica. En definitiva, gracias a su prima "Alejandra no ha tirado la toalla", se remacha.
Alejandra: "Me fui a casa llorando"
Fue a finales de octubre cuando Alejandra se desahogó en su canal de Mtmad sobre el mal trago que pasó en la universidad. Así lo contaba la joven: "Entré en la primera clase que era una clase bastante amena, la profesora nos preguntó por qué queríamos estudiar Derecho y al responder, se giró toda la clase. Ya vi los primeros indicios, supongo que cuando entré en clase alguien me reconocería pero en el momento en el que yo contesté las preguntas y la gente se giró, hubo unas cuantas niñas que se dieron cuenta, empezaron a cuchichear... Bueno, lo normal, lo entiendo. Se quedó ahí, me molestó un poco porque se rieron. Sinceramente, me molestó. Cállate un poco y ten un poco de respeto, que no soy un mono de feria".
"Al terminar la clase teníamos un descanso de una hora y pico entonces, me arrimé a una chica con la que me llevo superbién, es a la que vi más normal. Nos fuimos a tomar algo y las niñas estas de clase estaban sentadas en otra mesa. Empiezo a oír como se ríen y dije: 'paso' pero luego vi que me estaba haciendo fotos. Eso ya me empezó a cabrear", continuaba su descargue la estudiante de Derecho. Como ya ha contado muchas veces ella misma, Alejandra quiere ser una más en la clase y por eso no le gustó en absoluto el trato que recibió.
A pesar de su carácter, la nieta de María Teresa Campos no quiso enfrentarse a ella: "No le dije nada porque yo tengo muchísima educación y muchísima paciencia hasta que ella le envió la foto a alguien, no sé a quién y esa persona le dijo: 'jo, qué guapa es' y dijo ella en alto: '¡pero si es un ogro!'". Y los peores temores de Alejandra se cumplieron, haciendo que ésta se fuera a casa llorando por la tensión acumulada y la rabia que le daba que hubiese personas así: "Me vine a casa llorando, estaba superdecepcionada porque se cumplió el miedo que yo tenía. No lo entiendo porque yo no le haría eso a una persona. Después de esto todo ha ido genial y me he hecho un grupo de amigos perfecto".
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