Jaime Ostos (88 años) no está pasando por su mejor momento a nivel de salud. En el pasado mes de agosto aparecía ante los medios de comunicación ayudado por una muleta y visiblemente desmejorado. Entonces, su mujer, María Ángeles Grajal (66), calmaba a los medios pretextando un mero lumbago. Sin embargo, parece que el diestro no termina de remontar del todo a tenor de las últimas declaraciones que ha vertido Grajal durante su último acto público.
Acostumbrada a asistir siempre con Jaime a todos los eventos, sorprendía sobremanera verla sola y, cuando se le pregunta por la marcada ausencia de su marido, María Ángeles apenas si puede reprimir las lágrimas: "Jaime está mal". Y continúa explicando, como recoge LOOK: "Ya lleva dos meses y medio, casi tres. Tampoco me gusta mucho hablar del tema. Por eso no os quería yo decir nada, pero bueno..." Ante la pregunta directa de cómo se encuentra, ella suspira y responde: "Se encuentra regular".
En ese punto, la doctora Grajal expone los baches por los que ha pasado el torero: "A raíz del lumbago tuvo un edema pulmonar. Ahí está, saliendo como podemos". Desvela que, incluso, Ostos se ha visto obligado a ingresar: "Ha estado dos meses y medio en el hospital Montepríncipe. Llevamos una semana en casa, está muy bien atendido, con fisio y con todo, pero..." Reconoce que "todos los maestros" -toreros- le están preguntando por Jaime y se despide de la prensa con esta frase: "Dentro de lo que cabe, está bien".
El lumbago que le obligó a usar muletas
Fue el pasado mes de agosto cuando saltaron las alarmas en Marbella al ver llegar a Jaime Ostos a un evento ayudado por una muleta. Entonces, JALEOS se puso en contacto con su mujer: "Jaime tiene lumbago y por eso lleva muletas estos días". En su tono de voz no se atisbaba ningún tipo de preocupación, y resolvía: "Está con lumbago desde hace un mes, pero está todo bien y se recupera poco a poco".
En esa línea, Grajal dejaba claro que su marido estaba en plena rehabilitación y que en nada volvería a caminar sin escollo alguno, haciendo ejercicio y manteniendo una vida saludable como la que lleva. "Cada mañana viene a casa un fisioterapeuta y Jaime dice que el lumbago es peor que una cornada", comentaba, entre risas, la esposa del que fuera diestro. El matrimonio se encontraba pasando el verano en Marbella, su enclave habitual de cada año.
Cabe recordar que Ostos lleva muchos años alejado de la televisión y de cualquier polémica o confrontación en platós. Una línea, la de la discreción, que ha tomado toda la familia Ostos-Grajal. Sobre todo, por parte de Mari Ángeles, una mujer que ha sabido mantenerse siempre en un discreto segundo plano mediático, siendo una persona tan popular y, al mismo tiempo, tan desconocida. Ahora parece que la despreocupación y el tono desenfadado, desgraciadamente, han mudado en un gesto triste y en unas desangeladas palabras.
[Más información: El motivo por el que Jaime Ostos está obligado a llevar muletas: hablamos con su mujer]