Boris Izaguirre (54 años) parece haber descubierto el secreto de la juventud, y él mismo ha asegurado en muchas ocasiones que con el paso de los años ha logrado lucir una mejor figura (sobre todo perdiendo barriga). Sin embargo, no todo es cuestión de genética o buena alimentación. El venezolano complementa una dieta cuidada con una buena rutina de ejercicio en un exclusivo gimnasio de Madrid, tal y como ha podido saber JALEOS en exclusiva.
El presentador acude al Reebook Sports Club Madrid, un exclusivo recinto situado en pleno barrio Salamanca (una de las zonas más lujosas de la capital) con todas las instalaciones necesarias para alcanzar el bienestar físico y mental. Por este centro, Boris desembolsa 160 euros al mes, a lo que hay que sumar un pago de 150 euros el primer mes, en concepto de matrícula.
En este club Izaguirre no solo cuida de su físico con el gimnasio, donde dispone de todas las máquinas y de más de 100 clases colectivas. El centro tiene un espacio de 4.500 metros cuadrados con servicios de lo más variopinto, desde una peluquería para poder retocarse, un circuito termal y un SPA para poder deshacerse del estrés diario, entre otros.
De todos ellos la piscina es fundamental para Boris Izaguirre, ya que la natación es su deporte favorito. "Nado desde muy joven. Cuanto más nado, mejor escribo", explicó hace años en una entrevista en Diez Minutos.
Además de ello, uno de los servicios más llamativos es el rocódromo del club, que ocupa las cuatro plantas que tiene el reciento, con una altura de 15 metros y una anchura de 3,5 metros, con lo que pueden estar escalando entre 4 y 6 personas a la vez.
Destaca también el restaurante, pensado como un complemento para la actividad deportiva para ayudar a llevar una dieta natural y equilibrada. Los usuarios que quieran comer aquí pueden contar con la ayuda de los expertos que ponen a su disposición sus criterios de salud y bienestar en forma de menú, bufé o carta tanto en mesa como en barra. Son platos sanos como ensaladas, platos elaborados (como crema vegana de zanahoria o lubina a la bilbaina), zumos o frutas naturales.
Una de las máximas de este gimnasio es la comodidad de los clientes en sus instalaciones, y en personajes conocidos como él esto se traduce en preservar al máximo su intimidad. Para ello, el club cuenta con vestuarios exclusivos para personajes VIP, en los que Izaguirre puede estar alejado de miradas indiscretas además de contar con comodidades únicas, como un servicio de lavandería.
A este gimnasio también acude una vieja conocida suya, Alaska (56). La artista ha encontrado en este club su refugio perfecto para mantenerse en forma. A ella, que no le gusta hacer deporte al aire libre y que entrena como Arnold Schwarzenegger (72). "Me gusta entrenar [...] con una barra, unas mancuernas y ya está. Luego me obligo a hacer pilates, aeróbico, hago entrenamiento funcional, son cosas para estar bien, no porque disfrute haciéndolo. La cinta de correr no me sienta bien porque tengo asma, tengo mil cosas. Y los deportes competitivos también. Los juegos de juego contigo o juego contra ti, me horrorizan", explicó con una entrevista con El Mundo.
Un resurgir profesional
En el último año Boris Izaguirre ha protagonizado un resurgir profesional en RTVE, hasta convertirse en uno de los personajes estrellas de la cadena. Desde marzo presenta junta a Paula Prendes (36) el talent show Prodigios, en La 1, y solo unos meses más tarde el ente público confió en él para presentar Lazos de sangre en sustitución de Inés Ballester (61). Este último es un programa en el que se repasa la vida de un conocido personaje a través de los testimonios de su entorno más cercano y de imágenes de archivo.
La cadena también confió en él para ser entrar a formar parte de Masterchef Celebrity 4 como uno de los repescados, en un intento de aportar más nivel al concurso. En el programa demostró unas inesperadas habilidades culinarias y logró llegar hasta la final, donde perdió frente a Tamara Falcó (38).
Además, Boris Izaguirre se ha incorporado como colaborador en A partir de hoy en La 1, presentado por Màxim Huerta (48).
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