Era finales de los años 90, principios de la década de los 2000 y no había programa de televisión, tertulia de radio con sección de corazón o revista de crónica social donde no figurase el nombre de la periodista Pepa Jiménez. La comunicadora tenía tantas horas de trabajo a sus espaldas que la mayoría de zappings históricos de la tele contaban con su rostro. Ejemplo de ello es cuando en el año 2000, Isabel Pantoja (63) intervino telefónicamente en el programa de Canal Sur presentado por Agustín Bravo (58) para gritar a los cuatro vientos una de las frases por las que más se la recuerda: "¡Estoy cansada de la familia Rivera!".
Hasta diez años después, en 2010, Pepa Jiménez se mantuvo en la primera línea informativa, daba grandes exclusivas y colaboraba en diversos formatos televisivos. Pero en un momento determinado, tres años después del inicio del programa Sálvame, la tertuliana admitió haber sido víctima de un complot de los colaboradores del programa de La Fábrica de la Tele. Jiménez marca el inicio de la guerra en el verano de 2012. "Yo trabajaba en Tal cual lo contamos, la competencia de Sálvame en Antena 3... En Antena 3 también empezaba un programa nuevo, llamado La Jaula, y había inquietud por los colaboradores, que iban a dar caña. Desde Sálvame dijeron a su equipo que había que traer noticias [...] y Belén se inventó una nueva crisis en su matrimonio con Fran Álvarez", declaró Jiménez a Exclusiva Digital.
El hecho de que Pepa se trasladase hasta el bar del exmarido de Belén y fuese fotografiada y grabada por las cámaras de las agencias de prensa que hacían guardia a Álvarez, supuso un cisma en la relación entre la colaboradora y la periodista. Belén Esteban le declaró una guerra que fue secundada por todos los compañeros del programa vespertino de Telecinco, y según Pepa Jiménez, la dirección, la productora y la cadena. A todo eso hay que añadir la trampa que un joven anónimo con pretensiones de ser famoso tendió a la periodista. Una llamada telefónica en la que, presuntamente, cargaba duramente contra la de Paracuellos y que, tal y como estaba previsto, llegó a oídos de Esteban a través de su programa de televisión.
Pero, ¿qué fue de Pepa Jiménez? Desde ese momento, Pepa prefirió dar un paso atrás y llevar su propia batalla personal fuera de los platós hasta los juzgados. Tras interponer sendas demandas a colaboradores, programa, productora y cadena, Jiménez logró 2.000 euros de indemnización y un perdón público emitido a las 2:30 horas de la madrugada (momento en que la audiencia es menor) en un Deluxe. Según la periodista, "son tan sucios que hasta para pedir perdón dieron mi nombre real, María José Jiménez, y que así nadie lo entendiera". Pero en 2017, cinco años más tarde, Pepa decidía romper su silencio. Lo hacía a través de una carta abierta en la que disparaba contra muchos de sus enemigos. La primera, Belén Esteban. Tras aquella bomba, silencio sepulcral.
Carta abierta de Pepa Jiménez a Belén Esteban
Quién os ha visto y quién os ve. Belén Esteban y Toño Sanchis, Toño Sanchis y Belén Esteban, tanto montaban, montaban tanto. La persona que decías era como tu hermano te ha salido rana, Belén. Más bien embutido en forma de 'chorizo', a tenor de lo que ha dictaminado un juez en su sentencia en Primera Instancia.
Tu querido representante, Toño Sanchís, el mismo que te hizo de chófer el día de tu boda llevándote en su Mercedes 350 CLS, la persona que después de llamarme tú un día agobiada pidiéndome que, por favor, hablara con Rosa Clarà para que te hiciera tu traje de novia, se metió por medio y lió la mundial involucrando a Ana Rosa Quintana para que te lo hicieran deprisa y corriendo en cualquier sitio, con el consiguiente respiro que tuvo mi amiga la diseñadora de no tenerte que hacer el traje, ya que no eras el perfil habitual de las clientas de su prestigiosa marca, tu generador de contratos, bolos, galas, programas, montajes, sartenes y zapatos, resulta que te estaba engañando, y no con otra que eso hubiera dado igual, sino que se quedaba con tu dinero.
[...] Después de 7 años estoy viendo cómo la vida os está devolviendo todo el daño y mal que me hicisteis y que comenzó un 6 de agosto del año 2010. Como muy bien sabes, Belén, aunque la gente creía y pensaba lo contrario, tú y yo nunca hemos sido amigas, de hecho nunca nos tomamos un café juntas ni hemos quedado a comer o cenar, pero desde que apareciste en televisión me posicioné de tu lado creyendo ver en ti a una apersona desvalida a la que le hacían la vida imposible los de Ubrique. Grave error por mi parte, ingenua como de costumbre.
Así y durante más de 10 años, te estuve defendiendo siempre que se hablaba de ti en los programas de televisión en los que yo colaboraba, por entonces en todos los que había de crónica social (no lo que hay ahora que es pura cloaca), granjeándome en más de un ocasión enfrentamientos con personas que tras el paso del tiempo me han demostrado que son, humanamente, mucho mejores que tú.
Pero en el año 2010, cuando yo colaboraba en todos los programas de Antena 3 en los que había crónica social o información del 'corazón', me di cuenta de cómo eras y en ese momento dejé de defenderte para pasar a informar de la realidad, fuera buena o mala, te viniera bien o mal. Claro, esto molestó a tu entorno y sobre todo a tu ex amigo del alma Toño Sanchis. [...]
Siete años en los que no he pisado un plató de televisión, salvo en alguna ocasión en Telemadrid. Siete años que tengo una butaca preferente para ver como cada día os despellejáis en Sálvame, y no lo sé porque vea el programa, que me repugna, sino porque a través de las redes sociales veo y leo como os atizan continuamente. Siete años en los que estoy viendo vuestro deterioro. Siete años en los que cuando no son condenas judiciales, son otros tipos de problemas los que os afectan prácticamente a todos los que protagonizasteis mi linchamiento público con mentiras y falacias. Siete años que marcan lo que serán nuestros próximos siete años según los ciclos de la vida. Mientras tanto, yo sigo en mi butaca preferente...
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