Carlos Falcó, marqués de Griñón, ha fallecido este viernes a los 83 años víctima del coronavirus. Hace unos días ingresaba de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid tras dar positivo por el Covid-19, pero nada se pudo hacer por su vida. El aristócrata, y marido de Esther Doña (42), deja un vasto legado familiar. No en vano, contrajo matrimonio hasta en cuatro ocasiones -antes que con Doña, estuvo casado con Jeannine Girod, Isabel Preysler (69) y Fátima de la Cierva- y cinco han sido sus hijos: Manolo, Xandra, Duarte, Aldara y Tamara Falcó (38).
Los educó a todos desde la libertad para que cada cual desarrolle su personalidad sin encorsetamientos. De entre todos ellos, la que siempre ha destacado mediáticamente ha sido Tamara, la única hija fruto del matrimonio entre el marqués e Isabel Preysler. Esa unión, pese a su carácter breve, colocó a Carlos en el papel couché de los años ochenta. Su relación no duró lo soñado, pese a venir de matrimonios fallidos; él había roto con Jeannine Girod, y Preysler con Julio Iglesias (76). Según la hemeroteca, se interpuso Miguel Boyer en el camino de Preysler y "llegó la hecatombe", como confesó Tamara en una entrevista en televisión.
Todo se deshizo y, pese a que la vida siguió para sus padres, Tamara Falcó mantuvo una estrecha relación con el marqués. Él siempre estuvo en los momentos más importantes de la vida de su hija, muy presente. La asesoró y cuidó. Era su hija más artística y mediática, alejada de los negocios que él regentaba: si bien su hijo mayor lo ayudaba a nivel financiero, y Sandra se involucró de lleno en el mundo de las bodegas -una de sus grandes pasiones-, Tamara siempre ha estado más "dedicada al mundo de la moda". Ella estaba hecha de otra pasta, perteneciente al club del papel couché, las revistas, las fiestas de sociedad y, de un tiempo a esta parte, convertida en todo un fenómeno televisivo. En cambio, y pese a todo, el empresario sevillano siempre consintió a Tamara. En cada entrevista que concedía por temas empresariales y personales -las menos-, el marqués siempre ensalzaba las cualidades de la última ganadora de MasterChef Celebrity. "Tiene una cosa que se valora mucho hoy día y es esa espontaneidad, una opinión muy fresca sobre todo, y eso gusta tanto a los medios de comunicación como al público. Es así, tal cual, espontánea, habla igual cuando habla para un medio que cuando está en una conversación privada", aseguró en una entrevista, arrobado por el orgullo.
"Tamara es dulzura, transparencia, alegría y sensibilidad", dijo en otra ocasión. Falcó la apoyó en su aventura en televisión y le presentó a los hermanos Roca, que le aconsejaron y le abrieron sus cocinas. Tamara, por su parte, se deshacía en halagos hace su progenitor. Siempre habló de él desde la admiración y el respeto. Nunca perdió el contacto con su padre, ni siquiera por la distancia física que se impuso cuando Carlos y Esther se trasladaron a vivir al campo. Hace un tiempo se publicó que Tamara libraba una mala relación con la mujer de su padre, algo que ella desmintió de pleno: "Para nada hay mala relación, pero al final ellos viven en el campo y coincidimos mucho menos. Ayer estuve hablando con Esther sobre el fin de semana. Simplemente, no hay tanta relación".
Si hay algo en lo que le gusta explayarse a Tamara es en contar cómo se conocieron sus padres. Así lo hizo en Mi casa es la tuya. "Carmen Martínez-Bordiú (69) hizo de enlace entre ellos", reveló Falcó. Ambos venían de un matrimonio fallido; su padre con Jeannine Girod y su madre con Julio Iglesias. "Y los dos habían sufrido cuernos", afirmó su hija. Martínez Bordiú empezó a hablar a Falcó de Preysler, a la que describió como la mujer ideal y Falcó se enamoró de aquella imagen que le presentaron. "Además, mi madre tiene algo especial. Cuando la gente la ve nadie se queda indiferente", aseguró su hija.
Falcó y Preysler se conocieron en una salida al cine entre amigos. "Y fíjate qué tontería. Cuando estaban saliendo del cine, mi padre dijo al grupo que se iba al campo. Y mi madre se dio la vuelta y dijo '¡Ah! ¿Te vas? ¡Pues qué pena!'. Y el muy bobo se pensó por esa frase que ella se había enamorado locamente de él y cayó rendido a sus pies. Decidió que era la mujer perfecta para él, para sus hijos y para todo", reveló la hija de ambos.
Por aquel entonces, Presyler seguía casada con Julio Iglesias, pero ya sabía a ciencia cierta que no quería seguir con él. Se les había acabado el amor. "Estaba viviendo un momento de superestrella y mi padre ofrecía un perfil completamente distinto. Eran dos mundos distintos", según Falcó. "Y después pasó lo mismo con tío Miguel (Boyer). Llegó tío Miguel, mami se enamoró de tío Miguel y... hecatombe", relató Falcó, pero aseguró al punto en esa entrevista que, pasados los años, su madre le confesó que no hubiese dejado a su padre porque era feliz con él. "Pero se enamoró", convino Falcó, que tenía tres años cuando se separaron sus padres.
El dolor de Tamara ha de ser desgarrador. Este pasado 19 de marzo, Día del Padre, Tamara Falcó utilizó su red social para homenajear y mandarle un mensaje cariñoso a su progenitor, quien ya se encontraba, presumiblemente, ingresado. "Ayer fue S. José y se me olvidó postear... Esta foto describe mi relación con mi padre. Papi, tú no tienes Instagram, pero como siempre te enteras de todo lo que hago que sepas que te quiero y eres el mejor padre que jamás podría desear", posteaba, sin saber que tan solo un día después iba a acontecer la terrible noticia que ha dejado a la familia devastada.
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