La madre de Susana Gallardo (56 años), María Teresa Torrededía, ha fallecido a los 84 años de edad víctima de coronavirus. Una triste noticia que ha dado a conocer su nieta, Gabriela Palatchi, a través de una emotiva publicación en sus redes sociales.
"Querida abuela, no tengo palabras para agradecerte lo increíble que has sido con todos tus nietos toda la vida, nos has dado todo", ha comenzado explicando la joven en su perfil de Instagram.
"Cada miércoles juntos, las navidades, los paseos por las ramblas, por el mercado, me enseñaste a coser, a cocinar, a cuidar de los demás... es injusto como te has ido, sin podernos despedir.... ¿Qué haremos sin ti abuela?", ha continuado Gabriela Palatchi.
"Me quedo con todas las memorias justas, con todas las llamadas por FaceTime, con tus recetas, abuela, que seguirán vivas en nuestra casa para siempre... me quedo con la admiración que tenía por vuestra relación con el abuelo, siempre enamorados, cuidando muchísimo el uno de otro... Abuela, te quiero para siempre", ha asegurado. "Prometo quedarme en casa hasta que esto acabe para que esto no le pase a ningún otro abuelo, abuela... la vida es injusta...", ha concluido.
María Teresa Torrededía estuvo casada con Antonio Gallardo Ballart, heredero junto con su hermano Jorge del grupo farmacéutico Almirall y uno de los hombres más ricos de España. Era un matrimonio consolidado que, como dejan constancia las tiernas palabras de su nieta, estaban muy unidos y el tiempo no había si no afianzado su amor.
Fruto del matrimonio nació Susana Gallardo, una joven de buena educación que ha destacado por ser una mujer polifacética (madre, empresaria, filantrópica) que ha trabado duro hasta convertirse en uno de los personajes más importantes del panorama empresarial catalán.
María Teresa Torrededía siempre quiso que su hija estudiara en las mejores instituciones y, gracias a la fortuna familiar, envió a Susana a estudiar en el extranjero: en Oxford, donde se formó en Ciencias Políticas y Económicas; y en Londres, ciudad en la que se inició en el mercado interbancario hasta que regresó a Barcelona, su ciudad natal.
Al poco de regresar a su país conoció a Alberto Palatchi, fundador de Pronovias, con quien se casó y con quien tuvo sus tres hijos: Gabriela (30), Alberto (27) y Marta (25). Gallardo no tardó en convertirse en la matriarca del clan: organizó el protocolo de la familia, accedió a la vicepresidencia de Pronovias a la vez que continuaba desarrollando su papel en el sector bancario y su labor filantrópica.
Sin embargo, en 2016 se conoció que el aparentemente feliz matrimonio atravesaba serios problemas y, tras tres décadas casados, se divorciaron protagonizando una separación que atrajo una gran expectación mediática. Tanto Alberto como Susana, siempre muy reservados con su vida privada, terminaron convirtiéndose en personajes y su divorcio protagonizó diversas portadas y noticias, especulando sobre la estabilidad de la familia y de la compañía. Hay que tener en cuenta que Palatchi es uno de los hombres más ricos de España, y según la revista Forbes su fortuna se estima en 900 millones de euros (en 2018).
Tras el divorcio, Susana Gallardo comenzó una relación con Manuel Valls (57), concejal del Ayuntamiento de Barcelona, que terminó consolidándose el pasado mes de septiembre con una romántica boda en Menorca, localidad donde se conocieron y por la que siente un gran cariño la filántropa.
El festejo duró tres días: comenzó con un cóctel preboda organizado por los entonces novios en las Bodegas Binifadet; siguió el segundo día con la boda y su posterior convite en la finca propiedad de Gallardo ubicada en Binidalí, en Mahón; y que terminó el tercer día un almuerzo informal en el Club Náutico de Binisafua, Sant Lluís, un establecimiento frecuentado por los novios durante sus estancias en la isla
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