Así es el exclusivo chalet de Arturo Fernández en Madrid que está a la venta por 840.000 euros
El casoplón del fallecido actor se encuentra en la privilegiada urbanización de Fuente del Fresno. Su diseño interior se rige por la tendencia de los años 80.
6 abril, 2020 01:59Noticias relacionadas
El pasado 4 de julio el actor Arturo Fernández fallecía a los 90 años de edad. Tras varios días ingresado en el hospital aquejado de problemas estomacales y después de una operación delicada, el artista moría rodeado de sus familiares. Con su despedida dejaba un legado cultural de décadas de éxito pero también una herencia inmobiliaria.
Sin embargo, la familia de Arturo Fernández ha decidido poner a la venta la casa del actor, un exclusivo chalé a las afueras de Madrid por 840.000 euros. El lujoso inmueble se encuentra en una zona privilegiada al norte de la capital, en la Urbanización Fuente del Fresno.
La casa mantiene el diseño original de los años 80. Es la época en la que Fernández asentó su era dorada en el cine y ya se le conocía como el galán de la interpretación. Es la década que le brindó alegrías y su cartera de trabajo y su caché seguían ascendiendo. Su edad nunca fue un impedimento para seguir ejerciendo su labor ante la cámara o sobre los escenarios de los teatros. De hecho, apenas dos semanas antes de morir, estaba promocionando su nueva obra escénica. Su vocación siempre fue su alegría de vivir y su personalidad clásica y caballeresca sobresalía en todos los aspectos de su vida y quedaba reflejada también en los rincones de su gran casa.
El casoplón consta de 400 metros cuadrados sobre una parcela de 2.500 metros cuadrados. Cuenta con cinco habitaciones (una en suite), cuatro cuartos de baño, amplio salón, comedor y cocina de aire tradicional. Tiene una buhardilla en la planta superior con salida a una amplia terraza. Además de una planta sótano.
Toda la gigantesca superficie de la parcela esta ajardinada, con césped, arbustos, plantas y árboles que hacen de la estancia un lugar muy agradable para los periodos de sol como primavera y verano. Además, en el centro de la zona exterior reina una amplia piscina que hace las delicias de los inquilinos en los días de altas temperaturas.
Pero si había un lugar que encandilaba al actor era el porche. Es un lugar intermedio entre el interior y el jardín, por lo que podía mantenerse a resguardo en la sombra pero disfrutar de unas vistas espectaculares y aire fresco. Dispone de una zona de chill out donde relajarse con comodidad en unos sillones de bambú y cojines, esta opción la hacía ideal para ratos de lectura o de repaso de los guiones.
El apartado más íntimo de Arturo Fernández está en su habitación. Un cuarto principal presidido por una cama de matrimonio bajo un enorme cuadro en tonos pastel. Al igual que el resto de las estancias, esta también se decora con toques beige y muebles de madera oscura.
Lo que queda patente además al ver el interior del chalet es la pasión del intérprete por los libros. En la mayoría de rincones de la casa pueden verse estanterías repletas de ellos, algo muy pertinente para una gran figura del mundo de la cultura como fue Fernández.
La cocina, por su parte, es el lugar más rústico y pequeño del lugar. Poco tiene de espectacular pero dispone de todo lo necesario. No destaca por su modernidad sino todo lo contrario, sigue una tendencia de décadas pasadas con granito en la encimera y cajoneras por doquier.
Sin embargo, la luminosidad de este espacio también es muy especial, ya que posee tres ventanales que dan directamente a la zona ajardinada y su amplia parcela abierta, lo que consigue que la luz sea natural y fundamental en este rincón de la casa.
Arturo Fernández cargaba a sus espaldas más de 120 obras en su filmografía, decenas de premios y galardones a su trabajo y una vida profesional muy intensa. Por todo ello, el despacho que dispone este chalet es una de las estancias que ha sido testigo del rotundo éxito del actor. Cuántas llamadas habrá recibido mientras hablaba sentado en esa silla y mesa de madera antigua, y cuántos contratos habrá firmado con la pluma que aún se puede ver sobre su escritorio.
Hoy, todos esos tesoros y recuerdos de uno de los hombres más conocidos del cine español pueden tener dueño. Aquel que desembolse 840.000 euros se llevará el chalet del galán que popularizó el término "chatina" entre varias generaciones.
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