Era abril del año 2012 y una bomba informativa que lo cambió todo estalló con fuerza en el seno interno de la Familia Real española. El rey Juan Carlos I (82 años) debía ser operado de urgencia tras sufrir una aparatosa caída y romperse la cadera mientras cazaba elefantes en Botsuana en compañía de una entrañable amiga a la que por primera vez se le ponía nombre: Corinna (56). Meses después y con el doble sentido que caracteriza a este tipo de programas de televisión de humor ácido, desde la productora Cuatro Cabezas y para la cadena Cuatro crearon Un príncipe para Corina.
Efectivamente, la protagonista de este divertido dating-show editado con forma de reality se llamaba Corina -con una sola N-. Su nombre completo era Corina Randazzo (29), nació en Argentina, aunque pronto se afincó junto a su familia en Málaga, y en aquel momento buscaba a su príncipe azul. Con un auténtico vestido de de alteza real en color rojo firmado por la diseñadora andaluza Beatriz Peñalver, Corina Randazzo eliminaba en la gran final de su concurso a casi 30 sapos para coronar a su príncipe: Pascual Fernández (32), un joven policía de Cádiz de quien pronto se desenamoró. Pero, ¿qué fue de Corinna Randazzo, la princesa que desapareció de la televisión?
Tras su participación en el programa, Corina tuvo la oportunidad de recorrerse toda España haciendo bolos de discoteca en discoteca. Aquello le reportó grandes beneficios económicos, pero no era ese exactamente el camino que ella quería tomar. En el año 2014, Televisión Española ponía en marcha por última vez hasta la fecha el programa ¡Mira quién baila! y Corina se convirtió en una de las grandes estrellas del show.
Además de su trayectoria televisiva, cabe destacar su incursión en el mundo de la moda. No tanto en el de las pasarelas pero sí en el de la fotografía. En todos estos años, Cornia ha colaborado y sigue colaborando con diferentes marcas y revistas.
Corina no ha querido cerrarse ninguna puerta y tras pasar por el dating show y el formato de baile del ente público, se puso frente a la cámara para presentar su primer programa. En abril de 2016, comenzó a capitanear Vergüenza ajena Made in Spain, la versión española de Ridiculousness, junto a Luis Fernández y Mbaka Oko en MTV.
Su vida es el espectáculo, los focos, las alfombras rojas, y para ello, Corina también ha querido explotar en estos años su faceta como actriz. Ya cuando grabó Un príncipe para Corina, la argentina se encontraba cursando Interpretación en la Escuela Recabarren de Madrid. En 2015, participó en las obras de teatro Hamlet y Ofelia y en 2016 en dos obras más: Burundanga, en el Teatro Lara, compartiendo espacio con La Llamada de Los Javis; y Windermere Club.
Corina: fitness, joyas y una agencia
En la actualidad, Corina invierte el cien por cien de su energía en sus redes sociales. A través de su cuenta de Instagram, donde atesora la friolera cifra de 328.000 seguidores, enseña a sus followers cómo llevar una vida sana y equilibrada de cuerpo y mente. Publica originales vídeos haciendo ejercicio sola o con amigas y últimamente se ha aficionado a la aplicación de moda: Tik Tok.
"Alimenta tu salud mental y física", recoge la bio de su canal, donde además señala que es embajadora de Food Spring. Corina Randazzo es una mujer emprendedora, y no solo vive de su imagen sino también de su ingenio. Es la fundadora de dos empresas: Corzzo -especializada en joyería con pequeñas medallas personalizables- y también Of Demand Agency, una agencia dedicada a la representación de influencers y celebrities. Una mujer todoterreno.
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