Este martes, Elena Tablada (39 años) y Javier Ungría (38) se han convertido en padres de su primera hija en común, Camila. Una pequeña que ha traído una gran alegría a la pareja, que contrajo matrimonio en agosto de 2018, y que en todos sus años de relación ha demostrado formar un tándem imparable. Desde que se conocieron, los felices padres se han apoyado mutuamente tanto en las polémicas en las que se han visto envueltos como en los proyectos en los que se han embarcado.
Sea como fuere, ahora están viviendo un gran momento tanto personal como empresarial, tal y como ha podido descubrir JALEOS. Tanto Elena Tablada como Javier Ungría han tenido un gran éxito con sus negocios y han acumulado una considerable fortuna. Ella, gracias a su trabajo como diseñadora y a las exclusivas que ha vendido a las revistas; y él, tanto por el restaurante que fundó hace varios años como por la rentable empresa familiar.
El recién estrenado padre fue consciente desde muy joven que por sus venas corría sangre empresarial, y no perdió la oportunidad de formarse en los mejores centros. Tras estudiar Administración y Dirección de Empresas en ICADE, especializándose posteriormente en propiedad intelectual y trabajando en una consultora internacional puntera, en 2011 pasó a ocupar el puesto de abogado de patentes en la empresa familiar: Ungria Patentes y Marcas S.A, según presume él mismo en una conocida red social.
Fue un largo camino profesional en el que consiguió granjearse un suculento currículum para poder hacerse un hueco en la sociedad familiar, que fundó uno de sus antepasados en 1891 y que hoy en día gestiona su padre, Javier.
Esta es la empresa que mayores ingresos da a la familia y es que la compañía maneja cifras millonarias. Solo en 2018 logró facturar más de 19,4 millones de euros, una cifra similar a la de años anteriores y que demuestra la gran estabilidad de la que ha gozado esta compañía a lo largo del tiempo.
Con unos ingresos tan suculentos no extraña además que los beneficios también sean millonarios, hasta alcanzar más de 2,6 millones de euros en el mismo ejercicio. La gran diferencia que existe entre lo que ingresa y lo que finalmente obtiene se debe principalmente a dos grandes gastos: el personal por el que desembolsaron más de 6,7 millones de euros, y los aprovisionamientos por los que tuvieron que pagar otros 6,2 millones de euros.
Todas estas cifras son una muestra de cómo se encuentra la sociedad en la actualidad, pero para observar la buena salud financiera que ha gozado en sus más de 100 años el mejor dato es el patrimonio, que es lo que posee la compañía una vez que se le han restado las deudas. En el caso de Ungria Patentes y Marcas esta cantidad asciende hasta más de 23,8 millones de euros.
La empresa familiar no es el único negocio de los Ungría Tablada. En 2016 Javier Ungría se aventuró, junto a su socio Marcos Diéguez, a crear el restaurante marisquería Haches, situado en plena calle Ortega y Gasset en Madrid (una muy buena zona de la capital).
Las finanzas de este local son una muestra de cómo con trabajo duro y constante una empresa puede salir de los tan temidos números rojos hasta convertirse en un negocio de lo más lucrativo. Durante su primer año de vida (y como es normal en todo proyecto reciente) la empresa terminó el año con pérdidas, un patrimonio negativo y unos ingresos relativamente bajos.
Una situación que mejoró en el siguiente ejercicio y que cambió totalmente en 2018, cuando su balance de cuentas mostró una sociedad boyante y rentable. En ese año la sociedad ya ingresó más de 600.000 euros y consiguió acumular unos beneficios de 37.000 euros.
Esas cantidades, comparadas con las que maneja la empresa familiar, pueden parecer muy pequeñas. Sin embargo, hay que analizarlas en su conjunto para comprobar que son un dato de lo más favorable teniendo en cuenta que 2018 solo es su tercer año de vida y que muestran el prometedor futuro de la compañía.
Tablada y sus joyas
Mientras Javier Ungría se ha centrado en su trabajo en el restaurante en la empresa familiar, Elena Tablada ha dedicado todas sus energías a consolidar su firma E.T.N.A, a través de la cual vende sus joyas, sus complementos y sus trajes de baño.
A pesar de que la diseñadora fundó en 2012 este negocio, que gestiona a través de la compañía Etna Designs S.A., no hay cuentas actualizadas en el Registro Mercantil que permitan conocer cuál es la situación real de la empresa.
Aún así, su web demuestra que sus diseños tienen una buena acogida entre sus fans, ya que en muchos de los productos que tiene a la venta ha tenido que colgar el cartel de "agotado".
Los ingresos que percibe con este negocio se suman a las exclusivas y posados que realiza con algunas revistas del corazón, como el dinero que pudo percibir por pactar el reportaje sobre su boda y sobre la noticia de su embarazo.
Amplían la familia
Este martes Elena Tablada y Javier Ungría han dado la bienvenida a su primera hija en común, Camila, que ha nacido en el hospital Montepríncipe. La diseñadora acudió al centro médico a primera hora de la mañana para una simple revisión médica, ya que se suponía que salía de cuentas el próximo día 23 de abril, pero los médicos finalmente decidieron ingresarla tras percatase de que el parto era inminente. Se trata de la primera hija en común de la pareja que se suma así a la pequeña Ella, la hija que tiene Elena fruto de su relación con David Bisbal (40).
Tanto la diseñadora como el empresario no han dudado en presumir orgullosos del nuevo miembro de la familia en sus redes sociales, para hacer partícipes a sus seguidores del momento tan feliz que estaban viviendo. "Cam, te presento a tu papá, te llevaste al mejor", ha escrito la propia madre en sus redes sociales junto a una fotografía en blanco y negro donde se ve a Javier Ungría sosteniendo a la recién nacida sobre su pecho.
[Más información: Elena Tablada y Javier Ungría, padres de su primera hija en común]