Inés Ballester (61 años) ha batallado contra el coronavirus y ha sido ahora, cuando ya está reposando en casa y con el alta hospitalaria, el momento en que lo ha desvelado durante una entrevista. No han sido unas semanas fáciles para ella desde que tuvo que abandonar la presentación del espacio de Telemadrid, Está pasando. De hecho, no oculta que durante 21 días que estuvo ingresada pasó mucho miedo y se vio sola. Se le diagnosticó neumonía bilateral severa a causa del Covid-19.
Durante la entrevista concedida a El País, Inés asegura que ha llegado a tener pesadillas en esas noches que pasó ingresada en el hospital. Ahora, aunque no está todavía todo lo fuerte que le gustaría, solo piensa en volver a su programa, en recuperar su rutina, su día a día.
Espera que en junio pueda volver a la televisión. Desea dejar atrás estos aciagos días enferma de coronavirus y afirma que "ha sido peor que el cáncer": "Los pulmones no están del todo bien. Hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara".
Estas tres semanas, asegura, le han hecho ver que en la vida lo más importante es la salud, que los proyectos siempre van después. Esta lección ella ya la sabía tras batallar contra ese cáncer de mama del que al fin salió victoriosa en 2017, pero el Covid-19 ha sido otro cantar: "Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado. Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. Lo peor de este virus es la soledad. El cáncer no me cambió la vida. Salí con la misma mala hostia de siempre. Ahora no: ahora estoy muy flojita. Se me pasará, pero esto me ha tocado mucho".
En su confesión, Ballester ha hablado de esas noches de oscuras en las que llegó a pensar en su final. "Recuerdo que pensé cómo sería mi funeral, quién iría, qué dirían. Pero también fantaseé con irnos las amigas a tomar un gin tonic a la casa de Ibiza de Cristina Almeida (75)", se ha sincerado. Sabe de la importancia de ayudar a los más mayores en estos tiempos tan complicados en los que las cifras de fallecidos, pese a su baja, siguen siendo impactantes: "Cuando salí del hospital, como se supone que soy inmune, pedí ser voluntaria para hacer compañía a personas mayores que estén solas. Me cabrea y me parte el alma lo que está pasando con ellos".
Inés es positiva por naturaleza y le saca una lección optimista a todo. Sostiene que este virus nos hará mejores: "Este virus nos ha dado en plena línea de flotación. Nuestro estilo de vida, nuestra economía, nuestra cultura, está herida. Ni diseñado a propósito nos hubiera hecho más daño". Sea como fuere, otra lección de vida en su mochila. Y siempre mirando al frente. Ballester solo desea ponerse fuerte rápidamente, que todo pase e ir corriendo a ver a sus padres, que los tiene lejos y siendo población de riesgo.
2017, el año de su mayor alegría
El mes de marzo de 2017 Ballester nunca lo olvidará. Cinco años después de que le diagnosticaran un cáncer de mama, Inés Ballester recibía el alta. Un feliz momento que la presentadora quiso compartir con la audiencia del espacio que presentaba por entonces en TVE, Amigas y conocidas. "Hoy quiero compartir una alegría muy grande. Ayer me dieron el alta".
Ballester quiso agradecer todo el apoyo recibido, así como también dio las gracias a sus médicos: "Para todas las personas que estáis pasando por lo que yo he pasado, que es una montaña tremenda que te pone a prueba continuamente, quiero decir que existe vida antes, durante y después del cáncer. Se puede ser feliz. Estaré ahí siempre que queráis". Esta feliz noticia llegó acompañada de un homenaje por parte de sus compañeras de mesa, que quisieron sorprender a la presentadora con un ramo de flores. "Esto es de parte de todas tus amigas porque te lo mereces", le aseguró Sonia Ferrer (42).
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