Jaime Ostos (89 años) lleva ingresado en la clínica de la Zarzuela de Madrid más de dos meses. El torero entró en el hospital por un grave problema de espalda, una dolencia que fue empeorando con el paso de las semanas debido a una infección que impedía una intervención quirúrgica.
Tras varias semanas de incertidumbre, ahora su hijo Jacobo Ostos (36) ha revelado una importante noticia a través de sus redes sociales: la salud del diestro ha mejorado y pronto volverá a casa tras dar negativo en un test de Covid-19.
"Nunca un 'negativo' me hizo tan feliz. Te esperamos en casa, papá", ha escrito el DJ junto a una romántica fotografía de sus padres besándose. "Ostos Grajal 2-0 Covid19", añade como símbolo de esta 'victoria'.
Hasta ahora, había sido la esposa de Jaime Ostos, la doctora Mari Ángeles Grajal (66), la encargada de hacer pública la evolución del torero. Una de las últimas veces que habló con los medios, no pudo evitar emocionarse al hablar sobre la delicada salud de su marido: "Cogió una infección bastante severa en la columna lumbar, pero está con antibióticos y le está haciendo efecto y ya ha empezado a mejorar", explicaba.
Pasadas las semanas, Mari Ángeles Grajal se ha mostrado más animada y optimista, asegurando que la infección de su marido está remitiendo: "Está respondiendo muy bien a los antibióticos y estamos muy contentos".
Una evolución favorable que ahora se ha encargado de confirmar el hijo del matrimonio, Jacobo Ostos, con su emotiva publicación en la que da a entender que el alta hospitalaria del torero podría ser inminente.
Dos meses de angustia
Jaime Ostos ingresaba a principios de marzo en la clínica de la Zarzuela de Madrid debido a una preocupante lesión en la espalda que le limita muchísimo el movimiento y por la que llevaba alejado de la vida pública desde el pasado agosto.
En aquella última aparición, el diestro asistió a un acto de la Asociación Española contra el Cáncer acompañado de su mujer, María Ángeles Grajal, y ya entonces se le vio muy desmejorado y teniendo que apoyarse de unas muletas para poder desplazarse.
Tras su hospitalización, la familia ha estado visiblemente preocupada por su estado, pues está "más débil" y ha perdido unos 15 kilos, tal y como fuentes familiares explicaban en aquel momento. Sin embargo, la doctora Grajal asegura que su marido no ha perdido la alegría, tiene la cabeza "perfectamente" y es él "el que da ánimos" a quienes van a visitarle.
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