Inés Ballester (61 años) ha vuelto esta semana a Telemadrid como invitada del programa Juntos, un ansiado regreso después de haber conseguido ganar la batalla contra el coronavirus. Visiblemente emocionada, la presentadora ha relatado cómo ha sido su lucha contra la enfermedad y ha explicado cómo se encuentra actualmente.
Tras saludar a sus compañeros, no ha podido reprimir los sentimientos al volver a su cadena tras atravesar uno de los momentos más duros de su vida. "Ha sido muy emocionante volver a Telemadrid. Todos los compañeros, tanto cariño... Ha sido muy bonito", ha asegurado tras recibir una calurosa bienvenida.
Ballester también ha desvelado que comenzó a padecer los primeros síntomas de coronavirus al despertarse el 14 de marzo, cuando se levantó con fiebre.
"El sábado tenía fiebre y yo nunca tengo fiebre, me da por otras cosas pero por ahí no", ha asegurado. Sin embargo, lo achacó más al cansancio que a un posible contagio de Covid-19. Ha explicado que el día anterior habían hecho un "programa tremendo, muy intenso, y por eso pensé que era era agotamiento porque recuerdo que ese día terminados agotados".
Por esas fechas España estaba comenzando a descubrir la verdadera naturaleza y peligrosidad del virus, por lo que Inés Ballester decidió seguir las recomendaciones de las autoridades y tomar las medidas pertinentes por precaución. "Llamé a la Consejería y al médico de empresa. Como tenía síntomas me recetaron paracetamol y que me quedase en casa. El martes o el miércoles (tres o cuatro días después), no me acuerdo, ya estaba ingresada", ha explicado.
"No daban abasto en el hospital, pero yo creía que me iban a mandar para casa. No me encontraba tan mal, solo fiebre", ha afirmado la presentadora, en una predicción que no se cumplió, ya que estuvo 21 días ingresada en un hospital madrileño con una neumonía bilateral severa.
Ballester ha asegurado que ha sido uno de los momentos más duros de su vida, sobre todo por la soledad en esa fría cama de hospital, alejada de los suyos por las estrictas medidas impuestas por el Gobierno para evitar la propagación del Covid-19.
"Ha sido muy duro por la soledad y el aislamiento. Durante el cáncer siempre estuve muy acompañada por mi familia y amigos, y aquí he tenido que estar 21 días aislada. Echas de menos ese momento en el que alguien te puedan coger la mano, darte conversación, echarte una mantita…", explicó.
"Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado. Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. Lo peor de este virus es la soledad", aseguró días antes en una entrevista en El País.
Dos meses después de esa mañana en que se levantó con fiebre, ya ha dado negativo en los test por coronavirus pero nota que todavía tiene problemas derivados de la enfermedad. "Los pulmones no están del todo bien. Estoy rara", señaló la presentadora en la entrevista con el periódico, al tiempo que afirmó que también le ha afectado a su estado de ánimo, "ahora estoy muy flojita. Hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara".
Inés Ballester ha querido aprovechar todo lo que ha tenido que vivir en este tiempo para lanzar un mensaje a la sociedad, para que sea consciente de la gravedad de esta enfermedad. "Esto es muy duro y te puede costar la vida. No es una gripe, es algo mucho más serio".
También ha querido mandar ánimos y recalcar que la pandemia pasará. "Hay que pasar página. Hay vida después del coronavirus y volveremos a estar en la calle, reír y abrazarnos", ha añadido. Por su parte, está deseando retomar su vida normal, regresar a la televisión y poder volver a abrazar nuevamente a sus padres, que viven lejos y son población de riesgo.
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