Rosquillas de Daimiel, la receta familiar de la presentadora y sexóloga Lorena Berdún
La presentadora ha querido compartir con JALEOS los ingredientes de esas rosquillas tan habituales en casa de sus abuelos y que la acompañan cada Semana Santa.
15 mayo, 2020 03:04Noticias relacionadas
A Lorena Berdún (46 años) le encanta cocinar, es de esas mujeres que disfruta entre fogones y si de postres se trata, más aún. En los ratos libres que le permite su variada profesión, la copresentadora de El Bribón de Cuatro lo tiene muy claro cuando JALEOS se pone en contacto con ella para que desvele cuál es ese plato estrella que siempre triunfa en su casa y que cada vez que lo hace se acuerda de sus tías, de su infancia y adolescencia.
Ella, de pequeña, con una libretita y siempre atenta, las veía hacer esas rosquillas tan características del pueblo de sus abuelos, Daimiel. Se crio con ese olor tan de siempre, tan de hogar. "Son los mejores recuerdos de mi vida en la Semana Santa de Daimiel, con mis amigos… Sabor inolvidable", relata Berdún a este periódico. La elaboración es sencilla si se siguen a rajatabla todos los procesos que ella emplea y, de ser así, se puede 'viajar' con los sentidos a este bonito pueblo de Ciudad Real. Tomen papel y boli.
1. Ingredientes
Apunte importante de Lorena: Yo hago sólo tres huevos porque si no salen muchísimas rosquillas y en casa somos poquitos.
2. Elaboración
1. Se baten los huevos con el azúcar (yo lo hago con las varillas). Después le añado la ralladura de limón y el zumo. Bato bien. Algunas personas le añaden un vasito de aguardiente. Yo algunas veces lo pongo y otras no, según me pille. No cambia demasiado el sabor.
2. También se añade el aceite frito (previamente enfriado, nunca caliente).
3. Se mezcla la harina con los papelillos. Son como unos papelillos que vienen dos unidos, tipo bicarbonato, para que crezca la masa.
4. Poco a poco vamos añadiendo la harina (aproximadamente medio kilo para tres huevos), pero siempre 'lo que pida', es decir, que tú vas viendo si la textura necesita algo más.
5. Cuando deje de pegarse en las manos y puedas trabajarla, haces las rosquillas con un molde y les haces un corte con el cuchillo en la parte de fuera, para que crezcan bien (se expandan). Con cuidado para que no se deforme. Digamos que es como si tuvieran que crecer, ensancharse a lo alto.
6. Una vez tienes hecho el corte a lo largo de toda la circunferencia, fríes las rosquillas en aceite previamente calentado (¡cuidado que no se quemen!) y cuando están calientes las rebozas en un bol lleno de azúcar, para que se queden bien dulcecitas.
3. La historia de las rosquillas
Hay recetas que marcan la vida de las personas y que siempre que se hacen te retrotraen al pasado. Eso es lo que le ocurre a Lorena Berdún con las rosquillas de Daimiel: "En la casa de mis abuelos, en Daimiel, se han hecho toda la vida en Semana Santa. Las hacían mis tías, Adela -que ha trabajado (y trabaja) en casa de mi tía- y yo he aprendido mirando y apuntando en mi libretilla. Me atreví a hacerlas en casa y la primera vez me salieron fatal, pero he ido mejorando".
Y se ha convertido en una apasionada de las rosquillas: "Me encantan las rosquillas. Me llevan a mi infancia y adolescencia. Los mejores recuerdos de mi vida en la Semana Santa de Daimiel, con mis amigos… Sabor inolvidable. Este año las he hecho en casa, porque como no hemos podido ir a mi casita de Daimiel en Semana Santa, pues he querido rendir un pequeño homenaje a mis tías y a mi abuela. No me salen como a ellas, ¡pero algún día lo conseguiré!".
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