Una semana después del fallecimiento de Álex Lequio, se siguen sucediendo las muestras de cariño al joven empresario y a su familia. En esta ocasión, la actriz Beatriz Rico (50 años) ha querido homenajear públicamente la figura de Ana Obregón (65), quien fuera su excompañera de trabajo y que estos días ha mostrado una gran generosidad con los medios pese al inmenso dolor por la pérdida de su hijo.
Lo ha hecho a través de un emotivo hilo en su perfil de Twitter: "Ya ha pasado una semana, y ahora me siento con ganas y fuerzas para contaros quién es Ana Obregón", comenta la actriz, que asegura que le faltarían "cuentas de Twitter" para describirla.
Beatriz relata que conoció a la madre de Álex Lequio en la serie A las 11 en casa y, al poco tiempo, se dio cuenta de la personalidad especial de la actriz: "Ana estaba siempre de buen humor. La vi rodar con lesiones, dolores fuertes, incluso un día vino con fiebre muy alta y jamás se quejó ni puso mala cara", comenta.
La excompañera de Ana narra cómo su carácter era atípico en un mundo de "muy famosos". Y es que asegura que ella "nunca necesitó alimentar el ego con chorradas". Buena muestra de esa personalidad humilde la confirmó su coincidencia posterior en Ellas y el sexo débil. "Ana seguía siendo la misma que conocí años atrás: una niña de ojos llenos de chispitas y enormes ganas de divertirse en el cuerpo de una mujer. Se preocupaba por todo: '¿Han comido los técnicos el bocata? Igual hay que cortar', '¿Estáis cansados? ¿Paramos?'. Por eso la gente la quería tanto", escribe.
La actitud pública de Ana Obregón tras la muerte de su hijo ha demostrado ahora esa forma de ser que describe Beatriz Rico. La actriz siempre se ha enfrentado a las adversidades como una actitud envidiable. Así, Beatriz recuerda otra anécdota de la serie que le hizo ver el lado más humano de Ana: "La serie fue un desastre de audiencia y nos comunicaron que se cortaba el rodaje en el capítulo 8", relata. "Llegué a plató acongojada y pensando cómo estaría Ana de destrozada. Era SU serie, la que tantos años le costó sacar adelante".
Pero, una vez más, Ana sacó su mejor sonrisa: "Me la encontré con el buen humor de siempre. ¡Era ella la que estaba levantando ánimos a la gente! Cuando me vio (yo estaba casi llorando), me dijo: '¿Tú estás bien? ¿Tu familia está bien? Entonces, todo está bien'".
La actriz señala que en el cuerpo de Ana Obregón no cabe el rencor. Algo que también pudo experimentar en primera persona a lo largo de sus años trabajando juntas. Así lo cuenta: "Por razones que no vienen al caso, un día me porté fatal. Fui injusta con ella", lamenta.
"Sentí tanta vergüenza de lo que hice, que no le pedí perdón a tiempo" prosigue la actriz. "Cuando pasó el tiempo y por fin dejé la cobardía de lado le dije 'perdóname'. Ella me contestó '¡Anda, mujer! Si ya ni me acordaba... todos tenemos malos momentos'. Y volvió a ser la amiga de siempre".
Para terminar su extensa dedicatoria, Beatriz Rico recuerda el reciente guiño de Ana Obregón a los medios de comunicación, bajando la ventanilla del coche mientras llegaba a su casa -destrozada tras despedir a su hijo- y esforzándose por mostrar su mejor sonrisa de agradecimiento. "En esa sonrisa dolorida se condensa la esencia de Ana. Esa es ella", comenta.
Un emotivo relato que se suma a las innumerables muestras de afecto hacia Ana Obregón, el cariño que ella misma se ha labrado a lo largo de su carrera. "Todos nos sentimos mejor cuando Ana está cerca. Mejora nuestras vidas. Creo que a eso se le llama 'tener ángel'. Y ella lo tiene. Y ahora, más que nunca".
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