Elsa Anka (54 años) lleva más de tres décadas en la pequeña pantalla. Una larguísima carrera televisiva junto a algunos de los nombres más relevantes del sector como Rosa María Sardá (78), Emilio Aragón (61) o Ramón García (58). También hizo sus pinitos como actriz y se codeó con el mismísimo Woody Allen (84) y con el reconocido director de series españolas de éxito Pau Freixas (46).
Una vida muy activa avala su trayectoria desde 1986, pero actualmente, como medio planeta, vive confinada en casa. Aunque lo cierto es que en su caso, desde hace unos días tiene permitido salir a trabajar a Clinic Bascoy, centro de cirugía y estética en el que ejerce de relaciones públicas. No obstante, no se ha librado de permanecer 'encerrada' en su hogar durante casi dos meses, tiempo en el que se ha dedicado a cuidarse y mimarse y a meterse en una estancia de la casa en la que, según cuenta a JALEOS, nunca ha sido demasiado habilidosa: la cocina.
"No soy una gran cocinitas, ¡pero no veáis todo lo que he cocinado estás semanas!", ha hecho saber a este medio. Con esta nueva faceta que ha descubierto en sí misma, la presentadora ha querido compartir un plato muy especial de su aventura entre fogones: solomillo de cerdo con cebolla y ajo. Se trata de una receta familiar, el menú favorito de su infancia, el que comía en casa rodeada de los suyos y que cocinaba con mimo su abuela, y después su madre. Ahora le toca el turno a ella.
1. Ingredientes
2. Elaboración
1. Primero se pone sal a la carne, vuelta y vuelta.
2. Se echa el filete a la cazuela a fuego más bien alto hasta que se dore por todos lados (recomiendo estar cerca para ir dando las vueltecitas y que no se queme).
3. Se añaden los demás ingredientes (menos el vino), se baja el fuego a la mitad y se deja cocer con una tapa que tenga algún agujerito.
4. Se va cociendo todo a fuego lento un buen rato... sobre una media hora, o 45 minutos...
5. Por último, se le añade el vino, se la deja cocer un poco más ¡y listo!
*Punto extra: También se pueden añadir champiñones, como en el caso de Elsa Anka, que decidió incorporarlos porque los tenía en la nevera "y se le iban a echar a perder". Pero, según indica la presentadora, la receta original de su infancia no los llevaba.
3. La historia del plato
"Es una receta que me recuerda mucho a mi casa, a cuando era pequeña. Mi abuela paterna vivía con nosotros y cocinaba muy bien. Mi madre heredó la receta y os aseguro que a día de hoy, aún conociendo tanto los ingredientes como los pasos a seguir... ¡no me sale igual! ¡no es comparable! ¿Cómo puede ser? Esos 'trucos' de las madres o ese toque especial' en sus manos parece cosa de magia, nunca quedan igual", desvela la actriz a este medio.
La sencillez de la elaboración ha cautivado durante décadas a los miembros de su familia, desde los más mayores a los más pequeños: "Mis hijos y sobrino, los nietos ahora de mi madre, también le han reclamado esta receta siempre que han ido a comer a su casa. Así que ya veis cómo va 'enganchando' a todas las generaciones. ¡Espero perfeccionarla!", concluye.
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