Rocío Flores Carrasco (23 años) es el personaje del momento. El interés que despierta la hija de Rocío Carrasco (43) y Antonio David Flores (44) es innegable desde que se enrolara en el mundo Mediaset, y se traduce en muchos ceros. Sus palabras son las más cotizadas del momento y cualquier medio de comunicación pararía rotativas por tenerlas. Muy atrás, en un pasado remoto, queda aquella escena del 30 de junio de 2017 cuando una tímida y nerviosa Rocío Flores irrumpía en el plató de Supervivientes para reencontrarse con su tía Gloria Camila (25) tras su paso por Honduras.
De esa timidez, parece que nada queda. Rocío hija poco a poco fue ganando terreno en el medio audiovisual y su lanzamiento definitivo llegó cuando se convirtió en la defensora de su padre durante el concurso de este en Gran Hermano VIP. Ahí cogió tablas que la llevaron a Supervivientes como el personaje estrella de la edición. "No vengo a hablar de mi madre, quiero que me conozcan a mí", aseguró y se mantuvo en ello. No obstante, ha sido a su llegada de Honduras cuando ha dado el paso al frente definitivo concediendo su primera exclusiva en una revista del corazón.
Rocío ya pisa fuerte en el mercado, ya es un personaje del corazón de primer orden por motu proprio. La hija de Antonio David se queda en este mundo; ha descubierto que le gusta. JALEOS lo ha podido confirmar con varios datos. En primer lugar, su posado y entrevista en la revista ¡HOLA! ha sido su trampolín y escaparate perfecto, por el que se ha embolsado "alrededor de 55.000 euros", según una opinión experta. Todo ello sin considerar que Rocío, bien asesorada, haya firmado lo que se conoce en el gremio como un pack. Es decir, varias exclusivas. En ese caso, se explica, la cifra ascendería exponencialmente.
Teniendo en cuenta que Rocío es uno de los personajes más emergentes del momento, no sería nada extraño que la publicación le haya ofrecido esta posibilidad -'atándola' en nómina con el medio-, que incluiría, entre otras cosas, posibles posados familiares. En tal hipotético escenario, el montante ascendería a cerca de 120.000 euros. Tal y como informa una persona cercana a su entorno, en la negociación ha estado muy presente el padre de Rocío. Flores padre conoce muy bien el mercado y sabe el valor que tiene su hija en la actualidad. Antes de cerrar la exclusiva con la citada revista, hubo otras publicaciones interesadas, pero "no se llegó a un acuerdo económico", se explica.
En todo momento, se deja patente que el motivo de la entrevista parte del paso de Rocío por Honduras. Ese es el principal reclamo. Rocío ya cuenta con un representante oficial. Hecho que demuestra su interés por seguir evolucionando como personaje del corazón. La persona que se encargará de sus proyectos audiovisuales será Agustín Etienne, amigo y exmánager también de Belén Esteban (46). Etienne es un gran amigo de la familia Flores. Cuentan a este periódico que Rocío ya tiene sobre la pesa varias ofertas laborales desde que abandonó la isla.
Todavía no ha dicho sí a ninguna de ellas, tan solo ha querido centrarse en su trabajo como nutricionista y se ha puesto al día con el mismo. Se limita a escuchar lo que a su máganer le llega: existen tentativas de colaboración en algunos programas de Mediaset, e incluso plataformas como Mtmad podrían haberse interesado por su perfil. Sea como fuere, lo que está claro es que Rocío Flores ha entrado en el barullo televisivo para quedarse.
Rocío: "No hay ganadores ni perdedores"
Rocío Flores concedía este pasado miércoles su primera entrevista exclusiva que la confirma como todo un cotizado personaje del corazón. En ella, hace balance de su concurso y se sincera, emocionada, de su vida familiar. La nieta de Rocío Jurado apenas está aterrizando en esta 'nueva normalidad' que se ha encontrado súbitamente después de cuatro meses aislada del mundo exterior. Una adaptación en la que ha empezado por ver a todos sus seres queridos: "Todos me estaban esperando en casa y fue muy gratificante encontrarse esa alegría", comenta en las páginas.
Sin embargo, entre esos familiares ha habido una notable ausencia, la de una persona de la que Rocío ha hablado en varias ocasiones durante su estancia en Honduras: su madre, Rocío Carrasco, con la que no tiene relación desde hace más de siete años. En el concurso, la joven evidenció en varias ocasiones su necesidad de tener un acercamiento con su progenitora. "Es un concurso en condiciones extremas y allí tienes los sentimientos a flor de piel. Si a eso le sumas la pandemia, lo lógico es que me preocupara por la salud de mis familiares, incluida mi madre", defiende en la publicación.
Sobre este asunto, le duele especialmente que piensen que utiliza a su madre para sacar algún tipo de beneficio: "No he ido a Supervivientes para aprovecharme de la imagen de mi madre". En este punto del relato, confiesa que le encantaría llamarla por teléfono, pero teme encontrarse con otro rechazo: "En estos últimos años la he llamado seis veces y solo me lo cogió una vez. Fue para preguntar por mi hermano y la respuesta que obtuve no fue muy agradable". En medio de esta situación, Rocío Flores recuerda especialmente a su abuela Rocío Jurado, el pilar que unía a la familia y a quien "le daría pena" ver lo que está pasando en su familia.
"Si mi abuela estuviera aquí, no hubiera pasado nada. Me acuerdo de ella todos los días de mi vida, no hace falta una fecha en concreto". Rocío Flores prefiere no ahondar en el origen del conflicto con su madre, aunque asegura que en esta historia no hay culpables. "Aquí sufrimos todos, no hay ganadores ni perdedores". A pesar de todo, ella reitera su necesidad de pasar página y cerrar heridas, algo que estaría dispuesta a hacer sin reproches en caso de reencontrarse con su madre. Por este motivo, afirma que si volviera a ver a Rocío Carrasco "lo primero que haría sería darle un beso y un abrazo, que es más importante que una conversación".
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