Felices, así se les puede ver a Joaquín Sabina (71 años) y Jimena Coronado (51) en las imágenes de su boda. El cantautor contrajo este lunes matrimonio con la mujer con la que ha compartido su vida durante más de veinte años, una boda celebrada en la más estricta intimidad de la que muy pocos, solo las personas más cercanas a ellos, tenían conocimiento. Oficiada en el registro civil de Madrid por el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (57), gran amigo de la pareja, este enlace ha puesto el broche de oro a más de dos décadas de amor. Un bonito día del que ya podemos ver las primeras imágenes.
El cantante y su ya esposa han subido a sus respectivas cuentas de Instagram fotografías de la boda, instantáneas que destilan la gran emoción que vivieron los novios este lunes. En el perfil de Sabina se puede ver a la pareja tras darse el 'sí, quiero', él ataviado con su icónico sombrero de paja, traje azul eléctrico y mascarilla, y ella luciendo una blusa sin mangas y cuello chimenea en color crema.
Por su lado, Jimena Coronado ha optado por subir a su perfil una fotografía en la que se puede ver su ramo de novia, compuesto por rosas de pitiminí y peonías en color rosado, y el libro de familia en el que ya están inscritos como marido y mujer. Un nuevo estado civil que llega tras uno de los momentos más difíciles de la vida de Joaquín Sabina.
Para pasar por la vicaría, el artista y su ya esposa estuvieron acompañados por algunas de más importantes de su vidas. Asistentes entre los que destacaron las dos hijas de Sabina, Carmenla (29) y Rocío (27), y su gran amigo Juan Manuel Serrat (76) y su esposa Candela, que ejercieron de padrinos. El músico ha querido gritar a los cuatro vientos su amor hacia Jimena ante todos sus seguidores con una historia de Instagram que se escuchaba Noches de boda, una de sus célebres canciones que venía como anillo al dedo para esta ocasión.
Jimena Coronado, la 'salvadora' de Sabina
Muchas han sido las mujeres que han pasado por el corazón de Joaquín Sabina a lo largo de su vida, pero la llegada de Jimenena fue, tal y como él cantautor reconoce, un bálsamo en la que por entonces era una de sus épocas más convulsas. El recién estrenado matrimonio se conoció en Perú hace más de 20 años, ella, hija del expresidente del Banco Central de Reservas del Perú y periodista, y él, ya convertido en toda una estrella de la música hispana, tuvieron su primer encuentro en una habitación de hotel en la que la peruana le iba a realizar una entrevista. Trabajo que desencadenó en una amistad que acabó trasformándose en más de dos décadas de amor.
Desde que se hicieran pareja en 1999, el cantante puso un poco más de orden en su vida gracias a la mano de Jimena, que se convirtió en su mano derecha y en la persona que dirige su agenda. Una mujer totalmente involucrada en los que respecta a la profesión de su ahora marido y que no le ha dejado ni a sol ni a sombra en todos estos años. Uno de los últimos ejemplos del carácter protector de Coronado ha tenido lugar en febrero de este año, cuando Sabina tuvo que hacer frente a una ardua recuperación tras su caída de un escenario. Un grave percance que le acarreó tres fisuras en el hombro y una dolorosa rehabilitación, proceso en el que ha estado acompañado de la que hoy es su esposa.
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