Ana García Obregón (65 años) se está enfrentando al reto más difícil de su vida: convivir con el fallecimiento de su hijo Álex Lequio. La estrella televisiva se desplazaba a la isla de Mallorca el pasado lunes, días después de celebrar la misa funeral de su vástago. Un viaje en el que los recuerdos del pasado parecen agolparse en su cabeza. Los objetivos de los fotógrafos han podido captar algunos instantes de Ana paseando por tierras baleares.
Momentos que son contados, dado que permanece la mayor parte del tiempo refugiada en la casa que allí posee la familia García Obregón, El manantial. Desde el profundo dolor que supone una pérdida de tal envergadura, la bióloga ha querido compartir con sus seguidores de Instagram una enternecedora imagen junto a Álex. Una publicación con la que deja patente el gran sentimiento de ausencia y desgarro que vive.
"Verano 2019. Cuando la vida era vida", ha escrito la presentadora en la mencionada publicación, donde se ve a Álex cogiendo a su madre a hombros mientras disfrutan de un baño en la piscina de El Manantial, nombre del chalé que la familia Obregón tiene en Mallorca. Fuerte, vital y con la amplia sonrisa que tanto le caracterizó, así es cómo el joven aparece en esta instantánea, en la que Ana irradia alegría mientras esboza una carcajada. Recuerdos del pasado que un año más tarde adquieren un significado muy especial.
La complicidad entre Ana y Álex era absoluta, cuestión que queda patente en esta imagen, y en otras muchas que ambos subieron a las redes. Una unión que hizo que Ana Obregón abandonase por completo su faceta de artista y se dedicara en cuerpo y alma a la recuperación de su hijo cuando se le diagnosticó la enfermedad. Un reto que no consiguieron alcanzar y que dejará marcada de por vida a la actriz. Después de dos años de lucha, la desaparición de Álex Lequio ha sido un varapalo que para su madre no va a ser nada fácil de sobrellevar, una tarea en la que está siendo acompañada de su círculo más cercano entre el que destacan sus hermanas, Amalia y Celia.
'El Manantial', el refugio de los Obregón
Corrían los años setenta cuando el padre de Ana Obregón, el constructor y empresario Antonio García de la Parra, levantó en uno de los acantilados de Costa dels Pins la imponente casa familiar de veraneo, El manantial. Con más de 1.000 metros cuadrados y vistas al mar, esta casa atesora grandes recuerdos familiares. "Cuando llegamos aquí éramos apenas unos veinte, además del Eurotel. Descubrí la Costa de los Pinos a través de un primo hispano-inglés de Ana", aseguró en 2013 el padre de la actriz en el medio mallorquín Última Hora.
La propia actriz ha presumido en más de una ocasión de ese espléndido refugio mallorquín: "Creo que la casa tiene más de mil metros construidos y la terraza mide doscientos cincuenta metros de lado a lado. Tiene siete dormitorios tipo suite, cada uno con su baño y todos con vistas al mar. Mi padre construyó esta casa hace cuarenta años y se ha ido ampliando con el paso del tiempo, pero sin romper la estética, toda blanca y con suelo azul turquesa". Además, desde todas sus perspectivas el casoplón ofrece una hermosa panorámica de la bahía de Cala Millor. Sea como fuere, una casa imponente en la que la terraza de más de 250 metros de largo ha sido la más fotografiada en estos últimos años. Con vistas al mar, comedor, chill out y piscina.
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