Paz Padilla (50 años) ha sacado fuerzas de flaqueza para despedirse en Instagram, con una preciosa e íntima foto, de su marido, que fallecía este sábado por la noche a los 53 años víctima de un tumor cerebral. La gaditana, rota de dolor, dice así adiós públicamente al que ha sido el gran amor de su vida, Antonio Juan Vidal.
Después de un intenso día en el que Antonio era despedido como le hubiese gustado, con un familiar entierro en el cementerio de Zahara y una posterior celebración con todos sus seres queridos recordándole en una despedida "a la americana" - con música, comida y sobre todo muchas anécdotas en un establecimiento de su pueblo natal - Paz todavía ha tenido la entereza suficiente para recordarle con una romántica imagen en su cuenta de Instagram.
Una fotografía en blanco y negro en la que Paz y Antonio, sin ropa, se abrazan en un gesto íntimo mientras el gaditano besa con ternura a la presentadora de Sálvame. Además, la acompaña con un precioso texto: "Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad".
Una declaración de amor en toda regla de Paz a su marido, con el que se reencontró en la madurez después de haber vivido un precioso noviazgo de juventud que no terminó como ellos quisieran. Sin embargo, una vez que volvieron a juntar sus caminos veinte años después, profundamente enamorados, ya nunca más se separaron. De ahí que la humorista asegure en su publicación que todavía les queda "una tercera oportunidad", puesto que la segunda acabó desgraciadamente demasiado pronto.
Anna Ferrer, hija de la presentadora, ha sido de las primeras en comentar la instantánea con unas emotivas palabras que nos han puesto los pelos de punta: "Habéis sido el mejor ejemplo de amor, respeto y bondad que nunca tendré. Un amor así de pleno y real, se merece ser eterno".
Ahora, Paz Padilla descansará unos días en su Cádiz natal rodeada de todos sus seres queridos para aprender a vivir sin el gran amor de su vida.
El emotivo adiós en Zahara de los Atunes
La presentadora, junto a familiares y amigos, celebró el funeral y posterior entierro del amor de su vida en su rincón favorito de Cádiz, Zahara de los Atunes. Su hija Anna Ferrer no se separó de ella en ningún momento y hasta la localidad andaluza se desplazaron compañeros de profesión de Paz Padilla como los directores de Sálvame, David Valldeperas y Alberto Díaz, con sus respectivas parejas.
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