El mundo del periodismo sigue consternado por la repentina muerte de Carlos García-Calvo. El famoso cronista social fallecía a causa de un infarto en la noche del martes 28 de julio en su domicilio de Madrid, donde se halló su cuerpo sin vida. Familiares, amigos y compañeros del experto en moda han transmitido públicamente su tristeza y dolor ante esta inesperada noticia.
Carlos nació en Argentina y saltó a la fama en España a finales de los años 90, cuando comenzó a colaborar en el programa Extra Rosa, presentado por Ana Rosa Quintana (64 años) y Rosa Villacastín (73). A lo largo de su trayectoria profesional se ha codeado de importantes personalidades del mundo del corazón y de la moda, amigos que hoy lloran su muerte tratando de asimilar aún la pérdida.
En medio del dolor, muchos de esos conocidos atienden a JALEOS para expresar su cariño hacia el periodista, a quien todos coinciden en definir como una persona "muy especial".
Uno de esos íntimos es el diseñador Lorenzo Caprile (52), quien responde emocionado a la llamada de este medio. "No sé que decir", repite varias veces el modisto, impactado por la muerte de su gran amigo. Con voz entrecortada, Caprile relata la última vez que habló con Carlos: "Estuvimos hablando la semana pasada para ir a cenar, pero entre unas cosas y otras no pudimos", comenta.
En aquel momento, nada hacía presagiar el doloroso final que tendría el periodista, que según el diseñador estaba planificando unos días de desconexión: "Estaba preparándose una escapada con su hermana".
Hasta el momento de su muerte, García-Calvo trabajaba como cronista del estilo de la reina Letizia (47) en El Mundo. Además, estaba a punto de publicar un libro sobre la monarca, asunto con el que charló con Caprile la última vez que hablaron: "Estaba muy contento porque había entregado el libro a tiempo y fue todo bien", relata.
Lorenzo y Carlos se conocieron en los años 90, cuando la carrera del diseñador empezaba a despegar y García-Calvo se interesó por él: "Fue el primer periodista 'serio' que me hizo una entrevista en el 94 o 95 y, desde entonces, hemos mantenido la relación hasta hoy".
"Lo voy a echar muchísimo de menos", afirma emocionado, definiendo a Carlos como "Un gran amigo, un gran profesional que no tendrá sustituto porque nadie tiene la cultura de moda que tenía él".
Quien también destaca los grandes conocimientos de García-Calvo es la periodista y escritora Pilar Eyre (68), que a pesar de no formar parte de su círculo íntimo asegura tener "un gran respeto y un gran cariño" a su compañero, con quien intercambiaba mensajes a menudo. "Sabía de todo, siempre que tenía alguna duda de un traje, una tiara o lo que sea lo llamaba a él o a Lorenzo Caprile y siempre tenía una opinión", desliza a JALEOS.
Pilar, que compartió platós con Carlos en varias ocasiones, le define como "irreverente, muy fiel a sus ideas, un alma libre". Según su relato, el periodista estaba "muy bien relacionado, conocía a mucha gente y era muy leal a sus amigos, era capaz de guardar secretos que otros hubiéramos publicado enseguida".
Eyre destaca la gran sabiduría del cronista y lamenta que el público no haya podido conocer mejor esa faceta: "Ojalá le hubiéramos sacado más partido, tenía que tener un programa para él solo para deleitarnos con sus conocimientos".
"Se ha ido uno de nuestros grandes compañeros", lamenta Pilar, quien está convencida de que el cronista, experto en moda y protocolo, "en el fondo era monárquico y por eso quería que la monarquía fuera perfecta y se ajustara a su ideal".
Carlos García-Calvo proyectaba una imagen pública irreverente, con un toque irónico que en en las distancias largas podía confundirse con soberbia. "Tenía unas maneras que formaban parte de su encanto, una forma de ser impasible con ese toque irónico y ese toque de ternura, porque también era una persona muy cariñosa", revela la periodista.
Marta Robles (57) fue otra de las compañeras de Carlos que acabaron entablando una relación especial con él. Precisamente ella fue la encargada de dar la dura noticia a Pilar Eyre. Desolada, contesta a nuestra llamada recordando que habló con su amigo "hace tres días". Unas conversaciones telefónicas que se extendían "durante horas" y que han roto la distancia entre ambos durante todo este confinamiento.
"Hablaba con él todas las semanas", relata. "Era muy especial, con un carácter muy curioso y muy tímido, lo cual le hacía parecer soberbio", comenta Robles, quien conoció al periodista hace casi dos décadas, cuando ella era presentadora del programa Gran Vía en Telemadrid y él colaboraba en la sección del corazón. "Ya me caía bien de antes", confiesa con admiración.
Entre los inolvidables momentos que Marta compartió con Carlos, recuerda emocionada una comida junto al prestigioso diseñador Manolo Blahnik (77), íntimo amigo del periodista: "Escucharles era una delicia".
Otra de las personalidades que copaban las publicaciones del periodista en sus redes sociales es la influencer María de León, quien confiesa a este medio que Carlos era "una persona muy importante" en su vida. "Fue como un padrino, un gran referente, como amigo y como profesional", explica.
Ávido lector, con una inquietud sin límites, Carlos García-Calvo había vivido el confinamiento cultivando aún más su insondable sabiduría, además de pasarse horas al teléfono charlando con sus amigos, intercambiando opiniones o compartiendo sus proyectos profesionales, como ese libro sobre Letizia que acababa de entregar a la editorial y que, probablemente, verá pronto la luz como la última de sus 'criaturas'.
La tarde en que falleció, el cronista estaba hablando por teléfono con otro de sus grandes amigos, tal y como ha revelado Semana. La llamada se cortó súbitamente y Carlos nunca volvió a responder. Alarmado por este incidente, el interlocutor acudió al domicilio del periodista junto a la pareja de éste, donde ambos le hallaron sin vida, "con el móvil en la mano y con una sonrisa en su rostro". Una expresión de alegría que a ratos se dibuja en el rostro emocionado de esos amigos que hoy rememoran sus anécdotas junto a él, aferrándose al recuerdo mientras asimilan su marcha.
[Más información: Carlos García-Calvo, hallado sin vida en su domicilio de Madrid]