"Juntos por fin", fue la frase que posteó Sara Carbonero (36 años) en sus redes sociales el pasado 1 de agosto para despedir a Narciso Carbonero, su abuelo paterno, el cual fallecía a los 86 años de edad. La periodista y mujer de Iker Casillas (39) acompañaba su despedida con una tierna imagen en blanco y negro en la que Narciso besa a su mujer, Presentación García Sánchez, fallecida en 2012. Sobre la romántica fotografía también se podía leer la frase "la historia más bonita del mundo". Ni que lo diga.
Tal y como hace constar Sara en su escrito, ambos se han 'reencontrado' por fin. Juntos, como antes, como siempre. El matrimonio ha vuelto a darse la mano para caminar eternamente unidos. Lo que hasta el momento se desconocía era la intensa, bonita, imperecedera y 'prohibida' historia de amor que protagonizaron los abuelos de la periodista. Porque Presentación y Narciso vivieron una bella relación amorosa que bien podría plasmarse en una novela o en el cine.
Lo suyo fue un flechazo, una atracción irresistible, tan potente y hercúlea como complicada en una época en la que la diferencia de edad se miraba con aún más recelo que en la actualidad. Porque sí, Presentación era alrededor de 20 años mayor que Narciso, según ha podido confirmar en exclusiva JALEOS con el entorno de Sara Carbonero en su pueblo Corral de Almaguer. Presentación, cerca de 20 años mayor que Narciso, era la profesora de este en el pueblo toledano. Para conocer su historia hay que viajar en el tiempo hasta los años 50.
En una gran casa, ubicada en la plaza del ayuntamiento de Corral de Almaguer, una estancia fue habilitada para que Doña Presenta -como se la conocía entre los alumnos-, docente de profesión, impartiese clases nocturnas a determinados alumnos que, por diferentes motivos como el trabajo, no podían asistir al colegio como era menester. Allí, en esas clases al final del día, Presentación y Narciso fueron poco a poco más allá y pronto se dieron cuenta de que lo suyo traspasaba la frontera de profesora y alumno.
Eso sí, a este periódico se hace constar que su relación no se oficializó hasta que Narciso terminó los estudios. Una vez llegado ese momento, parecía imposible frenar su historia, su pasión, sus deseos. No fue nada fácil su unión en un pueblo y en una época donde no solo no estaba del todo bien visto, poco menos que 'prohibido', la gran diferencia de edad que existía entre ambos, sino también que ella fuese su profesora. Pero ellos supieron defender su amor contra viento y marea. Estaban destinados a amarse y pronto llegaría su boda en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Después, como marca la tradición, llegaron los hijos. Tres. El padre de Sara Carbonero, otro hermano y una hija, también profesora de profesión. Cuentan quienes los conocieron que Presentación y Narciso eran la viva estampa del amor. Él montó con esfuerzo y tesón su propio negocio de agricultura y ganadería -vendía piensos para animales, abonos e insecticidas para plantas-. Era un hombre querido por sus vecinos, casi tanto como Presentación. Ella siempre fue una mujer coqueta a la que en absoluto le gustaba hablar de su edad. Como dato curioso, en el camposanto del pueblo, donde descansan sus restos, no pone su fecha de nacimiento en la lápida. Ni la edad en que murió. Tan solo figura el día que perdió la vida: 11 de diciembre de 2012.
Eso sí, se pueden leer dos significativas palabras que la definían mejor que nada: "profesora nacional". No en vano, Presentación fue una profesora más que vocacional, una docente que impartió clases a muchas generaciones. Lo suyo era darse a los demás, educar, formar, edificar personas, construir valores. Presentación le debió mucho a la educación, tanto que en ella, sin proponérselo, encontró el amor. El verdadero, el auténtico, el único. El de para toda la vida. Deslizan quienes la conocieron que se ganó el cariño y el respeto de la gente. Tanto ella como Narciso sentían devoción por sus nietos, pero sobre todo por Sara, la cual ha sentido la marcha de su abuelo en este verano tan atípico para ella, pero le ha reconfortado saber que, al fin, los dos vuelven a apoyarse el uno sobre el otro. Eternamente.
La triste pérdida de Narciso se producía cuando Sara Carbonero se encontraba disfrutando de unos días de desconexión en su pueblo. Este verano la periodista pretende dejar atrás su año más complicado. Hace unos días, compartía una publicación en la que reflexionaba sobre la forma en que la vida, a veces, nos sorprende: "Hoy ha sido un día de esos en los que todo lo que puede complicarse, se complica. Nada grave, incidentes vacacionales sin importancia, contratiempos que te hacen cambiar los planes y que mientras a ti se te hacen un mundo, tu hijos lo disfrutan como una aventura superdivertida", escribía sobre sus pequeños, Martín (6) y Lucas (4).
"Hoy me duermo agradeciendo que la vida nos siga sorprendiendo y regalando momentos únicos y que tengamos la capacidad para apreciarlos", comentaba, pidiendo "que no perdamos nunca esa mirada de niño que nos haga ver las dificultades como aventuras y oportunidades para crecer". En las últimas horas, se ha conocido que Iker Casillas se ha retirado oficialmente de la práctica del fútbol al convertirse en asesor del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (73). Cambios profesionales que ponen en el aire el futuro de la familia Carbonero-Casillas en cuanto a su residencia después de instalarse en Madrid.
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