"Atravesando el desierto más duro de mi vida, donde tan solo veo piedras en el camino". Así es como Paz Padilla (50 años) ha descrito el difícil momento que está viviendo. La muerte de su esposo, Antonio Juan Vidal, el pasado 18 de julio a los 53 años víctima de un cáncer, ha marcado un antes y un después en la presentadora. Una profunda tristeza que, pese a no tener consuelo, trata de paliar apoyándose en su círculo más cercano.
Sin dejar de lado su peculiar personalidad, la actriz despidió al que define como "el amor de mi vida" con un funeral en el que no faltaron los cánticos y las anécdotas. Una mezcla tragicómica que define a la perfección el carácter y la relación que tenían Paz y Antonio.
Una pareja que, según dicen las personas que la conocieron, rezumaba amor y compenetración. La tremenda popularidad de Paz ha hecho que los medios de comunicación hayan seguido muy de cerca el adiós definitivo al abogado, una despedida cuyo acto más especial tuvo lugar en las playas de Zahara de los Atunes. Localidad gaditana donde la pareja se declaró amor eterno en junio del año 2016.
La temprana pérdida de su marido ha hecho, como es lógico, que la cómica haya decidido hacer un parón en su exitosa faceta profesional. Tiempo necesario para intentar sanar sus heridas y así volver a ser esa mujer que triunfa en la pequeña pantalla. Un proceso en el que Cádiz, tierra natal de Paz, está teniendo un gran protagonismo. Rincones, parajes y sitios de sobra conocidos por la presentadora que revelamos a continuación:
1. 'El Trompeta', el sitio perfecto para desconectar
En el año 2017, Paz Padilla y su hermano Luis abrieron juntos el chiringuito El Trompeta. Un pequeño local ubicado en uno de los rincones más espectaculares de la playa de Zahara de los Atunes y que se ha convertido en uno de los negocios más 'mimados' de los que posee la presentadora. La cálida arena gaditana entremezclada con la brisa del mar hacen de este sitio un deleite para los sentidos. Un trozo de paraíso en el que la humorista puede disfrutar de un tiempo de tranquilidad muy cerca del que es uno de sus mejores apoyos familiares: su hermano.
2. La playa de Zahara de los Atunes
Es el rincón favorito de Paz Padilla. La gaditana ha hecho público en multitud de ocasiones lo mucho que le gusta este excepcional paraje natural, escenario que eligió para su boda con Antonio Juan Vidal y que cuatro años después utilizó para su despedida. La última imagen que se conoce de la actriz en este sitio fue publicada por ella misma en sus redes sociales a escasos dos días de la muerte de su esposo. En la instantánea, salía de espaldas abrazada a su hija, Anna Ferrer (23), con quién dio el último adiós al abogado, en también compañía de un reducido número de personas cercanas a la pareja, realizando un baile al sol al atardecer.
3. La ciudad de Cádiz, sus raíces
'La tacita de plata', apelativo con el que popularmente se conoce a Cádiz, es la ciudad que vio nacer y crecer a Paz Padilla. Un lugar que le hace rememorar momentos de su niñez junto a su familia y amigos y, como no, el momento en el que conoció al hombre con el que tras años de idas y venidas acabaría casándose. Es muy habitual ver a la presentadora caminando por sus calles, un lugar que destila historia y afabilidad donde sale a relucir la Paz más genuina. La playa de La Caleta es uno de los rincones que más le gusta visitar cuando acude de Cádiz, un enclave ineludible en la ciudad en el que se reencuentra con su pasado para crear un nuevo presente.
4. Su casa en Cádiz
La presentadora ha sabido muy bien invertir el dinero que durante años ha ganado con su esfuerzo y dedicación, generando así un nutrido patrimonio inmobiliario en el que se encuentra el emplazamiento donde habitualmente se aloja durante su estancia en Cádiz. La andaluza compró en el año 1996 un pequeño piso de 94 metros cuadrados muy cerca del centro histórico de la ciudad, inmueble que elige cuando decide apartarse del bullicio de Madrid y así recuperar energía. Un reducto que bien le puede servir, dado su emplazamiento, para darse un baño de cariño por parte de todos aquellos paisanos que la adoran.
5. 'No ni ná', su salto a la moda
En abril del año 2009, Paz Padilla y Anna Ferrer abrieron No ni ná, un negocio de ropa y complementos que pretenden reflejar el carácter desenfadado y original que madre e hija tienen. La tienda, que está ubicada en la calle María Luisa de Zahara de los Atunes, contó con una gran acogida desde un principio, pero ha sido su versión online la que ha logrado acaparar más atención por parte de los consumidores. Ha sido tal el grado de aceptación, que las empresarias han decidido crear una línea propia de joyería bajo en mismo nombre de la firma.
Una aventura en el mundo de los negocios que no les está yendo nada mal. Si bien es cierto que en estos momentos Paz Padilla se encuentra apartada de los focos, puede que el ayudar a su hija en la gestión de esta empresa pueda hacerla distraerse de manera momentánea. De hecho en los últimos días recibieron la alegría de que Instagram les verificaba la cuenta de la marca a consecuencia del impacto que esta genera en la red social. Un hecho que también les podría haber sacado una sonrisa.
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