Ernesto Neyra (58 años), exmarido de Carmina Ordóñez y uno de los personajes mediáticos más conocidos de la década de los 90 y primeros de los 2000, fue detenido y encarcelado el pasado lunes día 10 de agosto en Matalascañas -Huelva- donde se encontraba alojado en un hotel junto a su actual pareja, Rocío.
El bailaor, sobre el que pesaba una orden de busca y captura desde el pasado 20 de mayo, fue detenido por la Policía Nacional en el citado municipio costero onubense al incumplir con la obligación de ingresar en prisión de manera voluntaria tal y como se le dictó el 13 de febrero de este año, según revela la periodista Ángela Portero en La Razón.
El motivo que ha llevado a Neyra hasta la prisión de Huelva donde tendrá que cumplir una pena de tres meses ha sido el delito continuado de impago de pensiones a los tres hijos que tiene con la exmodelo Lely Céspedes. Años después de su polémica separación -con una denuncia de malos tratos y varias idas y venidas-, la malagueña reclamaba al sevillano la parte de la pensión alimenticia que le correspondía legalmente a sus tres vástagos menores. El bailaor llegó a acumular una deuda de más de 50.000 euros que en los juzgados, y por la buena predisposición de Céspedes, logró rebajar hasta los 9.000.
Sin embargo, el fallo final del juez que se recoge en la sentencia del Juzgado de lo Penal número 3 de Málaga apunta que, pese a que podía haber evitado la condena de privación de libertad, "finalmente deberá ingresar en la cárcel al no haber satisfecho ni la cantidad adeudada en concepto de pensión alimenticia ni la multa derivada por la responsabilidad civil de sus actos". Desde los juzgados le ofrecían la posibilidad, incluso, de fraccionar en pago en nueve mensualidades pero Neyra desoyó las llamadas de atención de la Justicia.
Ernesto Neyra en la prensa
La figura de Ernesto Neyra llegó a la vida pública de la mano de Carmina Ordóñez. Con ella contrajo matrimonio en 1997 y su divorcio llegaría tan solo dos años después. Todo saltó por los aires cuando la Divina, en un programa de televisión en directo y sin haberlo consultado con sus representantes, acusó públicamente al artista de haberla maltratado física y psicológicamente. A su relato añadió, además, una fotografía con el ojo amoratado. Además de en los platós, Ordóñez también lo denunció en los juzgados.
La demanda de Carmina fue desestimada primero porque según describía la juez en el auto los malos tratos "no se denunciaron en su momento". En segundo lugar, "no se aportaron certificados médicos sobre los daños sufridos". Y en tercera instancia, "no se puede constatar la existencia de indicios reveladores de que la señora Ordóñez haya vivido un estado de agresión permanente y de sometimiento al querellado".
Pero la sombra del maltrato volvió a planear sobre la figura del sevillano cuando su segunda esposa, Lely Céspedes, lo acusó y denunció exactamente por lo mismo. En esta última ocasión salió absuelto. "Tuve que irme a México para ganarme la vida. Mi madre, que ya ha muerto, sufrió mucho con las acusaciones", confesaba Ernesto Neyra en una de sus últimas entrevistas.
En esta misma aparición pública, Neyra confesó haber demandado a Kiko Matamoros (63) y su exesposa, Makoke (50), por vulnerar su derecho al honor e intimidad, reclamándoles 300.000 euros a cada uno tras la emisión del documental sobre la muerte de Carmina.
Tras una dura pugna judicial, Neyra perdió, y a la deuda por impago de pensión a sus hijos se suma también entonces las costas del pleito que ascendían "a unos 6.000 euros aún pendientes de pagar porque lo ha recurrido a la Audiencia", tal y como señaló Kiko Matamoros en el verano de 2018 a este periódico.
En los últimos años, Neyra se encontraba "buscándose la vida para pagar la manutención de sus niños y su hipoteca", según señalaron a JALEOS fuentes cercanas al exmarido de Carmina. "Hace cuatro o cinco años era director comercial de un aceite de oliva de Jaén y también se encargaba del área de asesoramiento de rehabilitación de edificios en materia de energía", se apuntó.
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