En términos generales, mucha gente comenta a voz en grito que el 2020 está siendo el peor año que recuerdan. En un plano mucho más específico, una persona muy conocida por todos está atravesando el que es, sin lugar a dudas, el momento más funesto de su vida. La presentadora Paz Padilla (50 años) ha tenido que encajar en los últimos cinco meses tres de los golpes más fuertes que puede recibir una persona.
El pasado 11 de febrero moría a los 91 años de edad Dolores Díaz, Lola, como la llamaban las personas que la querían, madre de la actriz. Lo hacía sin ganas, no quería marcharse de este mundo. Su vitalidad, su fuerza, el profundo amor que sentía por sus hijos y sus nietos hacía que se aferrase a la vida con una desmesurada e inexplicable juventud.
El 18 de julio, de manera inesperada para todos, a la temprana edad de 53 años, perdía la vida Antonio Juan Vidal, marido de la humorista, tras un año luchando contra un tumor cerebral. Y en las últimas horas se ha conocido la fatídica noticia del fallecimiento de Ana Isabel Agarrado Bernal, madre de Antonio Juan y suegra de Paz Padilla, que ha perecido tan solo 24 días después de su hijo, al que adoraba.
Pero, ¿quién era Ana Isabel Agarrado? JALEOS ha contactado con su entorno y ha descubierto reveladores datos de la mujer que quería a Paz Padilla como la hija que nunca tuvo. Anabel o Ana, como se le conocía familiarmente, estaba jubilada después de haber dedicado toda su vida laboral a ser profesora de Educación Física -o "gimnasia", como se le llama popularmente en Cádiz a la asignatura- en el colegio María Auxiliadora, un centro concertado ubicado en la Avenida de Andalucía, la arteria principal de la capital gaditana.
Muy querida por sus alumnos, una de ellas la recuerda como "alguien especial, siempre pendiente de cómo estábamos. Nunca estaba de mal humor, aunque cuando tenía que ponerse seria, se ponía. Era un ángel... Ha sido una pena, mucha gente dice que se ha muerto de penita después de lo de su hijo y lo de su consuegra. Es que ha sido un palazo". En los últimos años de su vida, declara esta misma fuente, Ana impartía clases de pilates en una asociación de vecinos de Cádiz.
La noticia erizaba la piel de todos en la mañana de este jueves 13 de agosto cuando se conocía que Ana Agarrado había fallecido el pasado lunes día 10, víctima de una grave enfermedad. Un cáncer que se le detectó hace aproximadamente un año. Algunas fuentes citan que fue en julio de 2019. Una dolencia que casi coincidió en el tiempo con la de su hijo, Antonio Juan, marido de Paz Padilla.
Tanto es así que, según ha podido saber este periódico, en una de las visitas de la intérprete a su suegra al hospital, se creyó que a quien Paz iba a ver era a su marido: un error, pues a quien estaba acompañando en estos duros instantes era a la madre de su esposo. Ana Isabel estaba casada con Antonio Vidal, militar de profesión, en estos momentos ya retirado, y con quien trajo al mundo a tres hijos varones: Antonio Juan, Alfonso José y Gustavo Adolfo.
Antonio, el más conocido de todos por su vínculo sentimental con Padilla era abogado, Alfonso José trabaja estrechamente con asuntos relacionados con el medioambiente y llegó a publicar un Catálogo de playas de la provincia de Cádiz donde no solo ejercía como redactor sino también como fotógrafo. El más pequeño, Gustavo, es Técnico de Operaciones en Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, y con su hermano mayor comparte la pasión por la fotografía. Por supuesto, amaban a su madre, idolatraban a su hermano.
"Ana quería a Paz como a una hija. Era una familia que estaba muy unida y una familia que en estos momentos está rota. Pero te voy a decir una cosa, antes de morir, Ana agradeció a Paz todo lo que ella había hecho por su hijo Antonio", comenta a este diario una fuente muy próxima a la presentadora. Y el círculo se cierra aún más, pues hay otra víctima en toda esta situación adversa. Ella es Salomé, la única hija de Antonio Juan, fruto de una relación anterior a la del abogado con la humorista.
"Salomé, la hija de Antonio, tiene a su madre. Pero tengo que decirte que quiere a Paz como a su madre propia y Paz se ha portado y se porta con ella como una madre", concluye esta persona que prefiere no arrojar más detalles por el dolor que ella también siente en estos instantes de luto y duelo en el núcleo duro de la familia Agarrado.
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