Más de tres meses han pasado desde la muerte de Álex Lequio, tiempo que no ha sido suficiente para que el corazón de Ana Obregón (65 años) haya podido recuperarse del duro mazazo que ha supuesto su desaparición. El 13 de mayo del 2020, el joven empresario fallecía víctima del cáncer con el que llevaba luchando desde hace dos años. Hecho que partió en dos la vida de todos aquellos que estaban cerca de él, y especialmente la de su madre.
La complicada situación por la que pasaba España a consecuencia de la pandemia por la Covid, provocó que el funeral tuviera que celebrarse el 30 de junio. Fecha a partir de la cual, la actriz decidió retirarse a la casa que su familia posee en Mallorca, 'El Manantial'. Un lugar en el que pasó los mejores veranos de su vida en compañía de su hijo Álex y que está cargado de recuerdos felices.
Este miércoles, la bióloga ha compartido en su perfil de Instagram una fotografía que fue realizada exactamente hace 365 días. Justo un año en el que la realidad es muy diferente a la que hubiera deseado, y es que, lamentablemente, los peores presagios de Ana Obregón han terminado cumpliéndose. Triste y melancólico, así es el tono que utiliza la polifacética artista para explicar el significado de esta instantánea, en las que aparece ella posando junto a hijo, Álex, y sus padres, Antonio García (94) y Ana María Obregón. Unas palabras que reflejan el durísimo momento por el que está pasando.
"Antes me hacía ilusión cuando mi móvil me recordaba 'tal día como hoy...' Ahora llevo horas mirando esta foto entre lágrimas desde mi retiro, sentada al atardecer en el mismo sofá mirando al Mediterráneo. La hicimos tal día como hoy hace un año , oliendo el mismo mar, mirando hacia un futuro maravilloso con las buenas noticias de salud de mi hijo. Sé que es una foto que jamás se repetirá y duele indescriptiblemente", reza el escrito de Ana.
"He decidido compartirla con vosotros para recordaros que como decía mi Aless: "Lo más importante de esta vida y lo único que al final de tus días te llevas son el tiempo y el amor que dedicas a las personas que quieres". Nada ni nadie, ni siquiera su partida, me van a quitar los infinitos momentos de amor que mi hijo me regaló y su lección de vida. Y esto es lo único que alivia un poquito mi dolor por la eternidad de su ausencia y su dolor por no estar aquí", ha terminado diciendo la presentadora añadiendo el hastagh #alessforever y un emoticono con un corazón roto.
Un mensaje desgarrador que ha querido expresar desde la tranquilidad que le brinda la isla balear. Un sitio muy especial para Ana Obregón, que trata de salir adelante a pesar del gran vacío que le ha dejado Álex.
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