Pablo Iglesias (41 años) lo ha vuelto a hacer. El vicepresidente segundo del Gobierno ha asistido este miércoles por la mañana a una entrevista en el programa Al rojo vivo con el periodista Antonio García Ferreras (53) y ha llamado la atención de audiencia y prensa, no tanto por su discurso político sobre la supuesta caja B de Unidas Podemos sino por su llamativo cambio de imagen.
Iglesias ha transformado su clásica coleta en un moño perfecto, ha lucido un rostro muy hidratado y a su outfit le ha añadido unos pendientes nuevos de cáscara de coco, complementos que solía llevar en su época como líder del movimiento 15-M, pero que no había exhibido nunca antes públicamente como vicepresidente del Gobierno de España.
Las reacciones en las redes sociales, y más concretamente en Twitter, donde Pablo Iglesias es muy activo, no se han hecho esperar. Los más afilados hablan de "la crisis de los 40", algo a lo que él mismo ha respondido con cierto tono irónico y con un icono llorando de la risa.
Cabe recordar que el pasado 5 de agosto, mientras España estaba siendo azotada por una abrasadora ola de calor africana, Pablo Iglesias utilizaba su cuenta de Instagram para publicar dos fotografías acompañadas del siguiente comentario: "Entre la ola de calor y que mis hijos me tiran del pelo... tocaba nuevo look". Junto al pie de foto, un emoji sonriente con una gota de sudor frío en la frente.
Pablo Iglesias, absolutamente consciente de que esas instantáneas provocarían un espectacular revuelo, añadió, además, varios hashtags. Entre ellos el de "#coleta", término con el que algunas personas suelen referirse a él públicamente con intención peyorativa. Las fotos, tomadas por el profesional Daniel Gago, ya superan los 37.700 likes, una cifra que, comparada con la su publicación anterior -que atesora unos 3.000- demuestra que tras el post del político había un claro designio.
Curiosamente, además, desde entonces, Pablo Iglesias no ha vuelto a publicar ninguna imagen en su red social de las fotos instantáneas. Ya ha pasado casi un mes y la última foto que consta en su galería es la que aparece en su despacho del Congreso de los Diputados, concentrado, y luciendo moño y pendientes.
Tras un verano convulso para él, marcado por los escraches en su casa familiar e incluso en el refugio asturiano a donde se fue de vacaciones de verano junto a su pareja, Irene Montero (31) y sus tres hijos, Iglesias ha reaparecido y ha decidido mantener el mismo hairstyle que en aquella ya mítica foto fija.
Y si este martes Pablo Iglesias es protagonista por algo inusual y desvinculado del ámbito de la política, la semana pasada era su pareja y madre de sus hijos, Irene Montero, quien copaba los titulares de prensa. La ministra de Igualdad concedió una entrevista exclusiva a la periodista Rosa Villacastín para la revista Diez Minutos, especializada en corazón, y ahí habló no solo de su relación con el vicepresidente Iglesias o sus gustos respecto a la moda sino también de la forma en la que alternaba sus labores como primera espada de un Ministerio y como madre de tres niños que no superan los dos años de edad.
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