Pese a que está enamorado y debería estar disfrutando de una continua luna de miel, lo cierto es que Enrique Ponce (48 años) ha pasado uno de sus peores veranos. Han sido meses especialmente duros y aciagos para el diestro, su todavía mujer, Paloma Cuevas (47), y su nueva pareja sentimental, Ana Soria (21), a raíz de la publicación de la ruptura del longevo matrimonio y todo el maremoto que vino después. Demasiada presión, muchas las informaciones incorrectas o directamente falsas. Estos meses de verano han colmado la paciencia del torero.
Tanto que ha tenido que enviar, harto y desesperado, dos sendos comunicados en los que pide respeto por Paloma Cuevas y saca la cara por ella. Desmiente aspectos que hasta la fecha nunca había entrado a valorar, como el hecho de que Cuevas se haya aprovechado de su economía. Implora que la presión disminuya, que cesen las especulaciones de su vida privada y que lo dejen ser feliz con su nueva pareja. Todo esto acontece en los mismos días en que el torero ha eliminado de sus redes sociales todo rastro de Ana Soria: ni una sola fotografía ha dejado de su flamante nuevo amor.
JALEOS ha podido conocer, a través de una persona cercana a Ponce, cuál es la verdadera razón de que Enrique haya borrado toda instantánea con Soria justo en los días en que defiende a ultranza la honorabilidad de su todavía mujer. "Antes de que se hiciera pública su relación con Ana, Enrique solo usaba sus redes para temas profesionales y de un tiempo a esta parte le han recomendado y asesorado que cese de publicar tanto contenido sentimental", relata la fuente consultada. Se aclara a este medio que no ha sido, en ningún caso, Paloma Cuevas quien se lo ha recriminado: "Nada que ver, Paloma jamás entraría ahí. Más bien un buen equipo profesional ha sido quien ha guiado a Enrique".
Y se continúa: "Esta eliminación no ha supuesto ningún enfado ni contrariedad alguna. Lo ha aceptado y entendido de buen grado". Se asegura a este periódico que, efectivamente, la relación entre Paloma y Enrique "es cordial y mantienen un contacto relativamente semanal por cuestiones de sus hijas". Otra fuente, en cambio, hace ver que Paloma ha pasado "uno de sus peores veranos", pero entiende que "cada cual busque su felicidad".
Esta misma persona desliza: "Ha habido una conversación, por encima de otras, donde Enrique y Paloma han hablado, se han escuchado y entendido". A pesar de que muchas informaciones apuntan a que existe tensión y malestar en el ámbito familiar, este medio lo desmiente de pleno: no hay la misma relación que cuando eran pareja, pero existe "respeto, cariño, admiración y mucha serenidad". Por último, más allá de bienes a repartir -Paloma se quedará en el hogar familiar de Pintor Rosales, y Enrique desea hacer lo propio con la casa de La Finca- y de liquidación de gananciales, en lo que respecta a la custodia de sus hijas, está claro y de ahí la buena relación entre ambos: Paloma se quedará la exclusividad y Ponce podrá ver a sus hijas cuando y cuanto quiera.
En otro orden, ¿cómo se encuentra Ana Soria? Se informa: "Con respecto a la eliminación de las fotos, lo ha entendido desde el minuto uno. Y en relación a temas de Paloma, Ana no entra nunca. Jamás hablan de Paloma, es un tema que prefieren no abordar". El verano de Ana Soria tampoco ha sido nada fácil. Ha habido momentos en que la presión ha sido intensa y difícil de gestionar. Tiene cristalino que va a vivir su vida por encima de todo. Este periódico ha podido conocer que su expediente académico "ya está en una universidad de Madrid". Tal y como ella desea, terminará su carrera a distancia.
De este modo, podrá estar con su pareja todo el tiempo que desee. Se cuenta a este medio que ambos "vivirán a caballo entre Madrid y Almería, no tendrán una residencia fija". En la capital andaluza, el diestro "ha estado viendo fincas durante todo el verano y ya se ha decantado por una". Como todo torero que se precie, Ponce necesita una finca para ponerse a punto y será en Almería. Allí, además, "se ha enamorado de Cabo de Gata y será su refugio para desconectar". Y terminan de contar que "no habrá boda por la iglesia, nunca se planteó tal opción". Enrique jamás deseó pedir la nulidad eclesiástica y "en los planes de la pareja no está casarse". Ni hoy ni mañana. Tiempo al tiempo.
La versión de Toñi Moreno, amiga de Ponce
Este domingo, tras semanas de informaciones por ambas partes, como una entrevista de la empresaria en la revista ¡HOLA!, y los mensajes del diestro a determinados periodistas del corazón, Ponce quiso emitir un breve comunicado y conversar con la presentadora Toñi Moreno (47) en privado para que hiciera públicos varios puntos a aclarar. Y así fue.
La de Sanlúcar aprovechó su último día como presentadora de Viva la vida para dar a conocer la versión del matador. Entre las declaraciones exclusivas que le ofreció, lo más destacable es que la relación con Cuevas no terminó hace dos años. Se asegura que fue "hace solo cinco meses cuando decidieron sentarse a hablar de sus problemas" y planear su futuro separados, primero "dándose un tiempo". De hecho, tal y como contó Toñi, pasaron el confinamiento juntos y sus hijas solo pudieron percibir respeto y cordialidad entre sus padres, muy alejado de cualquier tipo de enfrentamiento.
La presentadora también reveló un punto hasta ahora desconocido: el modo en el que las hijas de Ponce y Cuevas se enteraron del divorcio de sus padres. Según confirmó la andaluza, fue la hija mayor del exmatrimonio, Paloma (12), la que recibió un mensaje de un amigo en el que se podía ver una captura de la revista Semana en la que se dio a conocer la separación.
[Más información: La impactante forma en la que la hija de Enrique Ponce y Paloma Cuevas se enteró de su divorcio]