Los últimos 12 meses siempre quedarán marcados en las vidas de Olivia (21 años) y David Fresneda Fernández, los dos únicos hijos de Blanca Fernández Ochoa.
Desde la desaparición de la medallista olímpica el 23 de agosto del año pasado y hasta que encontraron su cadáver 11 días más tarde en el pico de La Peñota, un alto rocoso situado en el límite geográfico entre Madrid y Segovia, ambos hermanos han estado muy unidos emocionalmente, a pesar de la distancia física en la que se han encontrado por motivos de trabajo y la pandemia de coronavirus.
Ahora que se cumple un año del durísimo adiós a la admirada deportista, sus vástagos viven con el permanente recuerdo de su progenitora. Aunque hasta la fecha han intentado no publicar demasiado contenido en sus redes sociales, al menos en lo que a este delicado tema respecta.
Olivia y David Fresneda están muy concentrados en sus carreras universitarias y en su presente como jugadores profesionales de rugby. La disciplina de Olivia, herencia directa de la gran Blanca Fernández Ochoa, la primera mujer en conseguir una medalla olímpica para España en unos Juegos de Invierno en 1992, la llevó incluso a abandonar las labores de búsqueda de su madre para incorporarse a la concentración en el CAR de Sierra Nevada de la selección nacional femenina de rugby 7.
Allí debía prepararse para una temporada en la que volvería a participar en las World Rugby Seven Series en Glendale -Estados Unidos-. Tras concluir su etapa en América en octubre, Olivia volvió a España y poco después viajó con la selección española absoluta hasta Dubái. En diciembre puso rumbo hasta Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, para disputar el HSBC Cape Town Sevens con la selección española. Un mes después, su condición de deportista hizo que tuviera que abordar toda Oceanía: desde Nueva Zelanda hasta Australia.
"Gracias Selección Española de Rugby 7's Femenino por estos pequeños momentos", comentó la joven en una publicación en la que aparece con la ópera de Sídney al fondo. Olivia es toda una aventurera, adora viajar y las grandes experiencias que le aporta su trabajo como jugadora de rugby son también un bálsamo para sus momentos más grises. "Tenemos muy pocos días para malgastarlos en estar tristes", comentaba en otro post en su cuenta de Instagram.
Por su parte, David, el pequeño, es bastante menos activo en las redes sociales, aunque mantiene la misma filosofía de positividad que su hermana: "Aquel día que no sonrías será un día perdido", reza en su biografía de la famosa herramienta de fotos instantáneas.
El joven ha pasado el confinamiento en Madrid junto a su abuela, a la que adora por encima de todo. En esos casi tres meses de estado de alarma, Fresneda incluso se ha atrevido a hacer algún directo de Instagram con amigos para olvidar temporalmente los duros momentos de pandemia que se estaban viviendo en España y en el mundo.
En cuanto los ciudadanos obtuvieron un poco de libertad para poder pasear y viajar, David ha salido a respirar y a practicar deporte al aire libre, otra de sus grandes pasiones. El pasado mes de julio bloqueó unos días junto a amigos y amigas con los que pasó unas jornadas en Portugal. Allí disfrutó de las playas de Sintra y practicó surf.
Olivia y David, como cada año juntos, han aprovechado este mes de agosto para viajar a la tierra de su padre, Murcia. David Fresneda, exmarido de Blanca Fernández Ochoa, es un experto marino, propietario de una escuela de buceo en Cabo de Palos. De las bondades que les entrega el golfo de Mazarrón y sus impresionantes rincones acuáticos han gozado los hermanos Fresneda no sin que antes Oli, como cariñosamente la llaman sus íntimos, pasara por Menorca y a continuación viajara a Vigo.
Olivia y David nacieron fruto del matrimonio entre Blanca Fernández Ochoa y David Fresneda. Eran las segundas nupcias para la medallista olímpica tras su enlace en 1997 y posterior separación de Daniele Fioretto. Olivia y David vivieron desde muy pequeños en casa la pasión por el deporte, no solo en su madre sino también su tío, Paco Fernández Ochoa.
En su palmarés personal Blanca Fernández Ochoa tenía "dos melladas": sus dos hijos. Así se llegó a referir ella a sus pequeñas en una de sus últimas publicaciones antes de su inesperado final. Un recuerdo que sigue y permanecerá siempre vivo en el corazón de Olivia y David.
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