Carmen Borrego (53 años) continúa envuelta en polémica. Cuando parecía que su guerra mediática con Antonio David Flores (44), a cuenta de aquella portada en la que habló de su hija Rocío (23), daba sus últimos chispazos, este pasado martes el espacio Sálvame volvía a la carga contra la benjamina Campos. La 'munición' que existe, y ha visto la luz, no es directa y solamente contra ella, sino contra quien más le duele junto a sus hijos: su marido, José Carlos Bernal. El hombre que está a su lado, su fiel amigo y consejero que nunca ha querido participar de los medios de comunicación.
Borrego siempre lo ha protegido contra viento y marea, llegando a descolgar teléfonos para salvaguardar su honor e intimidad, como ocurrió hace tan solo unos días cuando el exrealizador del programa de María Teresa Campos (79) en YouTube vertió unas declaraciones para Sálvame. En ellas, apareció el nombre de José Carlos, entre otros, y Carmen actuó en consecuencia. No obstante, lo que ha ocurrido este pasado martes ha sido bastante más serio y desagradable para la familia. El testimonio de una joven llamada Soraya, hija de una expareja de Bernal, ha dibujado un perfil poco favorable del yerno de María Teresa.
Algo que ha indignado soberanamente al aludido y a su familia, como ha podido conocer JALEOS. Para entender esta historia hay que remontarse al pasado. Antes de que José Carlos oficializase su relación con Carmen Borrego, mantuvo una historia sentimental que duró 16 años, tal y como se relató en el espacio vespertino de Telecinco. A esa relación, la por entonces pareja añadía hijos de relaciones anteriores. Y una de esas descendencias es Soraya, hija de la expareja de José Carlos. Según sus propias palabras, el empresario se portó y comportó con ella como un auténtico padre sin serlo. Todo era maravilloso, "la mejor época de mi vida", hasta que, siempre según su testimonio, José Carlos un día las echó de casa -vivían en una propiedad a nombre de él-, sin previo aviso, sin que nada estuviese mal en sus vidas. Tal y como se relató, Bernal dijo basta, y esa misma noche ya no durmieron bajo su mismo techo. Esta joven asegura que el comportamiento de José Carlos cambió con la irrupción de Carmen Borrego en su vida. Por entonces, él, gerente de la cafetería de Telemadrid, conoció a Borrego gracias a su hija Maite -ya que esta trabajaba para Carmen en Castilla-La Mancha-, y surgió el flechazo. Soraya sostiene que su madre, desde la ruptura, nunca levantó cabeza.
Hasta aquí la versión de esta mujer. Este martes, incluso, Soraya iba a intervenir en directo en Sálvame para dar más detalles, pero, según se contó, algo la hizo cambiar de opinión. Este periódico conoce el motivo. Lo que la echó para atrás en esa conexión en directo fue "una llamada". Alguien se puso en contacto con ella y se lo desaconsejó. Este medio se ha puesto en contacto con el entorno del matrimonio Borrego-Bernal, con una persona que los conoce bien. Se insiste, fundamentalmente, en dos cuestiones: casi nada de lo que ha contado esta joven es verdad y José Carlos no descarta emprender acciones legales. Reivindica su anonimato, y esto constituye un atropello contra su honor e imagen.
"No se puede dar credibilidad sin más a todo lo que sale", cuenta la fuente con la que habla este periódico. José Carlos "está muy disgustado y molesto". No se han contado las cosas como fueron, ni mucho menos. Se desliza que ni los tiempos ni las formas se ajustan a la verdad. Tal y como se aseveró en Sálvame, José Carlos "nunca echó" a esa familia de su casa: les dejó todo el tiempo que necesitaron para encontrar otra casa. Fue él quien se fue. "Es todo mucho más sencillo de lo que se cuenta", insiste quien bien los quiere. Así pues, Bernal estará atento a todo lo que se dice en televisión y a los próximos movimientos que se realicen. Tiene las de ganar. Y Carmen, "guardará silencio". Esa no es su guerra.
Carmen Borrego, mujer y madre
No han sido buenas semanas para el clan de las Campos. Hace unos días, este medio recogía la tremenda preocupación de Carmen Borrego cuando se expuso en televisión su pasado matrimonial y se abordó su supuesta falta de profesionalidad en el trabajo. Y fuera de este, como motivo, presunto, de esa pérdida de custodia. Este medio está en disposición de desmentir de pleno que a Borrego se le retirase la custodia. "Rigurosamente falso, nunca ha perdido a sus hijos", se apostillaba hace unos días.
No se explica nada más -"eso pertenece a la privacidad de ellos"-, pero se es claro en la falsedad. Pese a todo lo dicho, Carmen no demandará. "No, sabe que sería un proceso complicado y, sobre todo, jugaría con su fuente de ingresos". Ella no quiere que nadie hable, y dentro de ese nadie está su exmarido. Cree que es la única forma de que todo pase: el silencio. Este periódico pudo conocer que el padre de los hijos de Borrego "nunca hablará, no lo ha hecho hasta ahora y no lo hará". Es una persona "discretísima" y muy celoso de su vida privada. Borrego y Francisco se casaron "muy jóvenes" en 1989 y se divorciaron en 1996. Siete años de convulso amor. Desde entonces, la figura de él se desdibujó en el tiempo y quedó desterrada en un discreto y cómodo segundo plano. El verdadero infierno para Carmen vino en 1996, cuando Almoguera interpuso una demanda, el juez le dio la razón y Carmen -pese a contar con el asesoramiento de la abogada Cristina Almeida- perdió la custodia de sus dos hijos. Para ganar la custodia, Francisco presentó una serie de documentos que comprometían el papel de Borrego como madre.
La decisión judicial, favorable para él, hizo que durante años Francisco tuviese la custodia de los dos hijos, José María y Carmen Rosa. Desde el divorcio de ambos en 1996, la relación entre ellos ha sido nula. Fue el peor golpe que la vida le asestó. Tardó varios años en recomponerse y poder presentar un recurso. Gracias a un abogado matrimonialista Carmen recuperó la sonrisa y la custodia de José María y Carmen.
[Más información: José María, el hijo de Carmen Borrego, también trabaja para Mediaset]