María Teresa Campos (79 años) continúa siendo noticia una semana más en medio de la polémica que libran sus hijas, Terelu (55) y Carmen Borrego (53), con Antonio David Flores (44). Se trata de una guerra que, parece, no tiene visos de terminar después de que el exmarido de Rocío Carrasco (43) sacase toda la artillería en una exclusiva. Justo cuando en televisión y en los medios de comunicación no se habla de otra cosa que de la custodia de los hijos de Carmen cuando se divorció, y del hermano 'secreto' que tienen las hijas Campos, ahora Teresa da un paso al frente.
Esta semana se ha convertido en portada de una revista del corazón junto a su nieta Alejandra Rubio (20). Ambas en un reportaje extenso llevado a cabo en diferentes estancias de la casa de María Teresa; la una entrevista a la otra. De Campos a Campos, de abuela a nieta. La saga continúa. El posado tuvo lugar el martes 8 de septiembre. Casualidades de la vida, o no, esta exclusiva llega al mercado coincidiendo en el tiempo con el segundo round de Antonio David y las hijas de Teresa. Puntería editorial. Ahora bien, ¿cuánto se han embolsado Teresa y Alejandra por esta exclusiva? Las cifras bailan en los platós y los digitales, y JALEOS ha consultado a un experto en estas lides, quien lo tiene claro.
"No baja de 30.000 euros", sostiene. Y añade: "Este reportaje, por todo lo que implica en estos momentos, está entre los 30.000 y 35.000 euros". Este periódico ha podido confirmar, en esta ocasión por una fuente cercana a la familia, que el montante no ha sido repartido de forma equitativa: Teresa ha cedido, generosamente, mayor tanto por ciento a su nieta. Todo un gesto que, de seguro, Alejandra ha agradecido. Se desliza que este trabajo "se barajó hace unos meses", pero que "por otras circunstancias" personales y profesionales tuvo que posponerse. Puestos en contacto con María Teresa, esta no puede estar más feliz con el resultado: "Está muy bonito y mi nieta está muy linda". Esa es la única respuesta que se obtiene.
Teresa no quiere entrar en otras cuestiones, en otros lodos. Tanto que, se apostilla, durante la exclusiva en ¡HOLA! es rigurosamente cierto que Teresa no habla, ni en off the record, del hermano de sus hijas más allá de la frase que se publica, que dice así: "Este tema les pertenece a mis hijas y yo no tengo nada que decir de una persona anónima". Se insiste que nada se ha eliminado de sus palabras: están las que aseveró. La comunicadora malagueña lo tiene claro. Por eso tampoco entra a valorar, a confirmar o a desmentir, la última información que se ha publicado en La Razón: habría pedido una prueba de ADN al hermano de sus hijas cuando la relación afectiva comenzó, a finales de los años noventa.
Este periódico se ha puesto en contacto con dos fuentes, cuyas versiones se enfrentan entre sí. La primera sostiene que, efectivamente, así fue: "Aquello se llevó a cabo y todas las partes lo entendieron sin problema. Se tuvieron dudas y se resolvieron, sin más. Todo estuvo y está bien. No busquéis de donde no hay". No obstante, otra persona, muy próxima a Campos madre, lo desmiente de pleno, e incluso se ríe de tanta barbaridad: "Nunca hubo prueba de ADN porque nunca hubo sospecha. Eso son falacias y mentiras".
Lo que sí ha podido confirmar este medio es que fue este hermano anónimo quien, a través de una tercera persona, se puso en contacto con Teresa Campos con la intención de reactivar el vínculo. Se informa que, si bien la relación fue "más estrecha" con Carmen Borrego, este hermano se llevaba bien con las tres Campos: "Tanto en Madrid como en Málaga, él ha estado con ellas. En muchas celebraciones". Todo fluía hasta que en 2001, finales de ese año, todo cambió. Llegó una sentencia y ya nada volvió a ser como en el origen. En la actualidad, "hay cordialidad y afecto". Y se insiste en la "gran generosidad" de las tres Campos. Sea como fuere, alguien cercano a la familia informa que Teresa, en estos días tan intesos, "está abatida, no porque vea la tele, que no la pone en estos días, sino por los mensajes que le llegan".
Teresa no quiere saber nada de Bigote
Anda Teresa estos días agitada porque aseguran que Edmundo Bigote Arrocet (70) quiere volver con ella, que está mandando mensajes y haciendo llamadas a su entorno. No es mentira la información, como ha podido confirmar este medio. Tal y como avanzó Jesús Manuel Ruiz, el humorista chileno se ha puesto en contacto con el hombre de máxima confianza de la comunicadora -se pide expresamente no aparecer ni nombre ni referencia laboral-, y le pregunta, insiste, por esta, por su salud, por la Covid y los estragos y, sobre todo, por el ánimo de Campos madre. Bigote "está receptivo, amigable", pero María Teresa no.
"Ella cerró esa puerta y no la va a volver a abrir. Tiene claro que no volverá. El tiempo de la conversación pasó y ahora es ella quien pasa", informa quien bien la conoce. Teresa no quiere saber nada, ha pedido que nadie conteste ni hable con y sobre él. Solo quiere Teresa que el cómico se ponga de acuerdo en el día en que recoja de una vez por todas lo poco que le queda de pertenencias en casa Campos, como algún que otro cuadro y un coche en el garaje. Nada más, y nada menos. Lo demás, son habladurías sin fundamento.
[Más información: La reacción de María Teresa ante las llamadas de Bigote y su enfado por la aparición del hermano de sus hijas]