La vuelta a la 'nueva normalidad' llegó a la vida de Mario Conde (72 años) con muy buenas noticias y felicidad para su corazón. El expresidente de Banesto encontró el amor justo después del periodo de confinamiento y desde entonces no ha dejado de viajar y disfrutar de la compañía de su nueva conquista, Adriana Torres Silva (52).
Almuerzos, cenas y destinos como la ciudad de Santander o la majestuosa Salamanca han sido testigos de su amor. Así lo confirma Vanity Fair, ya que los rumores sobre esta relación eran muy intensos en las últimas semanas. Finalmente, se conoce que la pareja está muy ilusionada con su romance y que no se han separado en todos estos meses salvo por motivos estrictamente laborales.
Adriana es una mujer muy conocida en los ambientes más distinguidos de la sociedad española. Trabaja como pintora y creativa plástica, tiene su propio taller y sus piezas, que derrochan feminismo y reivindicación, cotizan al alza. Además, proviene de una familia de alta alcurnia. Es marquesa de Casa Mendaro y desciende de una estirpe ligada a la realeza.
Torres Silva reside en la localidad sevillana de Utrera, en una finca con fácil acceso a su estudio, donde adora pasar largas horas creando nuevas piezas. Precisamente en la capital hispalense es donde Mario Conde pasa la mayor parte del tiempo, y donde pasó el confinamiento, concretamente en su finca de Los Carrizos.
Adriana se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, y quiso centrar su especialidad en la creación pictórica. Para continuar con sus estudios en la disciplina de las Artes, viajó a Reino Unido donde realizó cursos de posgrado en Central Saint Martins - University of the Arts London.
Tras finalizar su exhaustiva formación ejerció durante más de una década como profesora de pintura y sus obras han estado en diversos centros de exposiciones, desde Estados Unidos, Austria, Holanda, Paraguay, Portugal, Reino Unido o Taiwán. En sus lienzos destaca la crítica social y la preocupación por la situación de las mujeres en países subdesarrollados.
Entre tanto trabajo y búsqueda de las musas, Adriana se vio envuelta en un asunto muy mediático hace unos 30 años que le hizo estar en los titulares de la prensa del corazón por primera vez. Y es que a la artista se le atribuyó un falso idilio romántico con el actual rey Felipe de Bélgica. Pero no era más que un rumor basado en los viajes de la familia de él a una de las propiedades pertenecientes al clan de ella. Los abuelos maternos de Adriana, los duques de Miranda, estaban muy unidos a los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica. Estos pasaron varios veranos en el palacio que los abuelos de Torres Silva poseían en Traibuenas, Navarra. Además, la nueva novia de Conde también está vinculada más estrechamente a la sangre azul porque su tío materno, Javier, se casó con una sobrina de la reina Fabiola. Y su historial con la realeza va aún más allá, porque tanto su tatarabuelo como su bisabuelo tuvieron alguna vinculación a las Coronas europeas ya sea como jefe de palacio o como colaboradores de diversos reyes.
En cuanto a su ámbito más personal, la marquesa de Casa Mendaro está divorciada del empresario Felipe del Cuvillo. Tras sus años de matrimonio tuvieron tres hijas. con el que tiene tres hijas.
Los amores de Mario Conde
La última pareja conocida del exbanquero también tenía un bello acento sevillano. Se llamaba Pilar Marín, de 45 años de edad, e incluso sonaron campanas de boda. Fue de las relaciones de las que más cómodamente habló el empresario en público, sin embargo, el amor entre ellos se terminó.
Pero la realidad es que Mario Conde ha vivido dos grandes amores en su intensa historia sentimental. Se casó en dos ocasiones. La primera vez, con Lourdes Arroyo, el que define como "el gran amor de su vida". Con ella vivió un auténtico flechazo y el enlace tuvo lugar en Illescas en 1973. Lourdes pertenecía a una familia de gran peso social y económico, y siempre mantuvieron su matrimonio en un discreto plano, sin tramas mediáticas. A raíz de esa unión nacieron los dos únicos hijos del expolítico, Mario y Alejandra. Pero en el año 2007, la idílica vida de Conde se desvaneció al morir su mujer a causa de un tumor cerebral tras 35 años de amor.
Dos años después, mientras estaba en su gimnasio conoció a María Pérez-Ugena Corominas, la que se convertiría en su segunda mujer. Era profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos y 18 años más joven que él.
Tras 12 meses conociéndose se casaron en el año 2010, con apenas 10 invitados como testigos del 'Sí, quiero' en Orense. Su separación se produjo seis años después, cuando el nombre del exbanquero aparecía en todas las televisiones del país ligado a la corrupción y a delitos de cárcel. De hecho, solo dos meses después de romper su relación, Conde fue detenido y encerrado en prisión por blanqueo de capitales.
[Más información: Los 60.000 euros que le pagó Mario Conde a María Pérez-Ugena para romper su matrimonio]