En el terreno sentimental ha sido un periodo vertiginoso para María Pérez-Ugena (50 años), exmujer de Mario Conde (69). En aproximadamente un año y medio, la profesora de Derecho Constitucional ha protagonizado dos separaciones y dos mudanzas. Se separó del exbanquero en agosto de 2016 y antes incluso de haber firmado el divorcio (febrero de 2016) se apuntó a la red de contactos Meetic, donde encontró el amor. A los pocos meses se fue a vivir con una nueva pareja, un ejecutivo de una empresa israelí en España.
La abogada empezaba así una nueva etapa muy distinta de la que llevó en Galicia con Mario Conde, donde, además de disfrutar de una vida de lujo con jornadas de yates y golf, contaba con varias personas de servicio en casa. Pero a pesar de provenir de una familia acomodada, ahora a María Pérez-Ugena no le salen las cuentas: en la nueva casa madrileña en la que ha vivido con su amor de Meetic ha tenido que realquilar dos habitaciones a dos estudiantes para poder sufragar los gastos, pagar al jardinero, a la nurse y a una persona interna. El chalet, situado en Montepríncipe, una urbanización de lujo a las afueras de Madrid, estaba destinado a ser el nidito de amor de la pareja, pero todo ha quedado en un intento, ya que, en tan sólo ocho meses de convivencia, la relación entre María y el ejecutivo ha hecho aguas y han roto.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con uno de los estudiantes tenía alquilados y que compartía techo con Pérez-Ugena, sus dos hijos y su pareja durante este tiempo. Edgar Prida (24 años), estudiante mexicano, nos ha explicado cómo ha sido su experiencia conviviendo con la ex de Mario Conde: "Pagaba 700 euros por habitación y comida. Siempre se comportó conmigo muy distante. Nunca tuve una relación ni siquiera cordial con ella. Además, de un día para otro, nos anunció que nos teníamos que ir. E incluso sin avisar dio de baja la luz dejándonos la casa a oscuras". Nicolás, propietario del chalet, tampoco quiere ni acordarse de los episodios que vivió a causa de las desavenencias entre María y el ejecutivo: "Afortunadamente el 1 de abril se han ido de mi casa. Y es lo mejor que ha podido pasar. Me han dejado unos cuantos desperfectos, pero es lo de menos. No quiero saber nada más de ella".
Quien sí que parece tener mejor recuerdo de María es Conde. El pasado siempre vuelve y a pesar del divorcio firmado en febrero de 2016, la relación entre ambos parece que ya no es tan mala. De hecho, tras su salida de prisión han vuelto a retomar el contacto. Incluso Mario Conde quiso estar al lado de la abogada en un momento tan difícil como fue la muerte de su madre, hace cuatro meses, convirtiéndose en uno de sus mejores apoyos durante el funeral.