Sara Carbonero (36 años) e Isabel Jiménez (38) acaban de anunciar un emocionante proyecto profesional que supone un gran paso en la trayectoria de Slow Love SL, la empresa que fundaron juntas hace casi seis años.
La firma de las presentadoras e íntimas amigas se ha unido al gigante de la moda Cortefiel para lanzar una colección 100% sostenible con el espíritu y los valores que comparten ambas marcas. Una alianza que permitirá a Slow Love contar con la importante oportunidad de vender sus prendas en los miles de establecimientos que Cortefiel tiene a lo largo y ancho del territorio español.
De esta manera, la marca de las periodistas estará disponible por primera vez en puntos de venta físicos, una evolución con la que esperan sanear las cuentas de una sociedad que no termina de despegar, ya que sus resultados anuales han arrojado números rojos por tercer año consecutivo.
Según los datos a los que JALEOS ha tenido acceso, las ventas de la empresa en 2019 han descendido un 25% con respecto al año anterior, alcanzando los 370.000 euros. Esta disminución de la cifra de negocios ha llevado a la sociedad a cerrar el año con pérdidas de casi 75.000 euros, un dato bastante similar al de 2018, cuando la diferencia entre gastos e ingresos superó los 80.000 euros en rojo.
En sus cinco años de vida, la empresa de Sara Carbonero e Isabel Jiménez solo consiguió obtener beneficios en 2016, cuando sus cuentas arrojaron un balance positivo de más de 34.000 euros, todo un logro para una start-up de reciente creación que, sin embargo, no ha podido sostener en el tiempo esa tendencia positiva.
Para tratar de contrarrestar las pérdidas, la empresa ha aplicado en el último ejercicio una importante estrategia de contención del gasto, tal y como se desprende de sus cuentas anuales. Las dos partidas que se han reducido más considerablemente son las de aprovisionamientos y gasto de personal.
Así, la compañía se ha ahorrado más de 74.900 euros en la adquisición de bienes y servicios, mientras que el coste por los cinco empleados que tiene la empresa -tres fijos y dos temporales- ha sido de casi 21.000 euros menos que en 2018.
Es llamativo también el gran crecimiento que ha tenido la cifra de endeudamiento de la firma en el último año. Y es que Slow Love deberá afrontar a corto plazo, esto es, en un período inferior a un año, el pago de más de 158.000 euros entre deudas a entidades de crédito y otros acreedores. A largo plazo, la situación es parecida, pues la empresa debe casi 60.000 euros, de los cuales 9.900 corresponden a entidades financieras.
Este endeudamiento ha generado números rojos en otra de las partidas de Slow Love: el patrimonio, una cantidad que se obtiene tras restar a las propiedades las deudas de la sociedad. En 2019, este resultado arrojó una cifra negativa de 166.000 euros, lo que indica que el año pasado la empresa terminó debiendo más de lo que tiene. Esta cifra negativa ha crecido en más de 74.000 euros en comparación con 2018.
Si bien es cierto que los datos que arroja el balance de cuentas de la empresa no son positivos, hay parámetros que se escapan al análisis de las cifras y que podrían explicar las pérdidas que la empresa de Sara Carbonero e Isabel Jiménez ha sufrido en el último ejercicio. Y es que en la actividad de una compañía con apenas cinco años de vida puede conllevar multitud de variables a tener en cuenta para concluir si los resultados son esperanzadores o no.
Desde Slow Love aclaran a JALEOS que las cifras de la empresa han mejorado considerablemente a raíz del nuevo acuerdo de colaboración alcanzado con Cortefiel, que ha supuesto para la firma de las periodistas un aumento exponencial de las ventas. Eso podría llevar a la compañía a cerrar este 2020 con ganancias, un objtevio en el que llevan varios años trabajando.
Nuevo comienzo
La ambiciosa unión entre Slow Love y Cortefiel podría aportar a la marca de Sara Carbonero e Isabel Jiménez el balón de oxígeno necesario para sanear sus cuentas y recuperar la senda del beneficio. Una nueva oportunidad que coincide con una etapa personal de cambios para la mujer de Iker Casillas.
La periodista y el exfutbolista han regresado a Madrid tras cinco años residiendo en Oporto y han puesto a la venta por cinco millones de euros su exclusiva mansión de La Finca, mientras que el que fuera portero del Real Madrid ha adquirido un piso en la capital por 3 millones de euros.
Iker y Sara pretenden dejar atrás una dura época marcada por los problemas de salud de ambos. Y es que el 1 de mayo del año pasado el deportista sufrió un infarto de miocardio que le alejó del terreno de juego, mientras que la periodista anunciaba, apenas un mes después, que había tenido que ser intervenida de un cáncer de ovario.
Una de las personas que más apoyo le ha brindado a Sara en estos difíciles momentos ha sido Isabel Jiménez, quien además de ser su socia y compañera de profesión guarda una estrecha amistad con ella. La presentadora de Informativos Telecinco viajó varias veces a Oporto para arropar a su amiga, a quien también ha dedicado emotivos mensajes de cariño en sus redes sociales.
Ha sido precisamente a través de su perfil en Instagram donde Isabel Jiménez ha dado este verano una feliz noticia sobre su vida personal. La periodista está embarazada de su segundo hijo y lo comunicaba a sus seguidores con una foto en la que se adivinaba su incipiente tripa. "A por la otra mitad del camino #20W", escribía el pasado 20 de agosto, desvelando que estaba de 20 semanas casi un mes después de que se filtrase la noticia de su embarazo.
[Más información: Sara Carbonero e Isabel Jiménez lanzan una colección de ropa sostenible junto a Cortefiel]