Cinco horas ha durado el juicio que dirimirá el futuro de los cuatro hijos de Miguel Bosé (64 años) y Nacho Palau: Diego (9), Tadeo (9), Ivo (8) y Telmo (8). Los vástagos llegaron al mundo cuando el célebre cantante y quien fuera su pareja durante 26 años eran una familia unida.
Sin embargo, en octubre de 2018, tras la ruptura amorosa entre Bosé y Palau, Diego y Tadeo, hijos biológicos de Bosé, se quedaron viviendo en México con su padre e Ivo y Telmo, hijos biológicos de Palau, se mudaron a Valencia con el suyo.
Este lunes 19 de octubre el escultor valenciano ha llevado a los tribunales a quien fuera su razón de amor durante casi tres décadas para reclamar que los cuatro niños que tuvieron durante su relación sean declarados legalmente hermanos e hijos de ambos.
Si bien a la entrada al juicio Nacho ha optado sólo por saludar a los medios y agradecer el interés y su presencia, a la salida ha brindado unas tímidas pero reveladoras declaraciones: "Lo único que quiero es que los hermanos estén juntos. Y si es más cerquita, mejor. Que los cuatro estén juntos y que se establezcan visitas. Confío en que se haga justicia".
Estas palabras de Nacho Palau no hacen más que reforzar su deseo más profundo desde que él y su expareja decidieran tomar caminos paralelos: que los hermanos estén juntos -o lo más cerca posible- y se críen como tal.
Será el juez, en ese sentido, quien decida si ambas partes deban mudarse a una ciudad neutra como Madrid, teniendo que abandonar Bosé la Ciudad de México y Palau, el pueblo de Chelva, donde ahora reside y donde trabaja como responsable en una fábrica de embutidos tras dejar la residencia en la que ejercía de cocinero.
Apenas unas horas antes de que comenzara el que se presume el juicio más mediático del año en España, Palau publicaba una muy significativa fotografía. Por primera vez desde que abriera su cuenta de Instagram, Nacho daba salida a una instantánea de sus hijos con Miguel Bosé. El título con el que coronaba la imagen no dejaba lugar a dudas: "Hermanos para siempre".
En un plano mucho más discreto y en su línea de ser una persona extremadamente celosa de su vida privada, a la entrada, Miguel Bosé lograba burlar a los medios de comunicación accediendo por el parking de los juzgados, como ya hiciera Cristiano Ronaldo (35) en julio de 2017 en el mismo edificio.
Desde el despacho que defiende a Bosé, Aranzadi, Ríos & Bengoechea, tuvieron que pedir una solicitud expresa de permiso a la gerencia del edificio Ática, ubicado en la vía de las Dos Castillas en Pozuelo, que gestiona el alquiler de los inmuebles a varias empresas y a la sede judicial. Esta autorización se solicita y se concede exclusivamente por motivos de seguridad o, en el caso de Bosé, para que los medios no puedan hacer fotografías a la entrada y la salida de los tribunales.
En torno a las 14 horas de la tarde, Miguel Bosé abandonaba las instalaciones de los juzgados de la misma manera en la que entraba: por el garaje y en la parte de atrás de una furgoneta con los cristales tintados. "Yo también habría querido hacerlo así", apuntó con cierta sorna Nacho Palau.
Junto al artista de Chelva, siempre su abogado, José Gabriel Ortolá, que ha encontrado oportuno aclarar ante los medios de comunicación que este procedimiento judicial tiene como principal objetivo la reclamación de la doble filiación. Ha añadido que no es cierto que su cliente, Nacho Palau, esté reclamando una pensión compensatoria a su expareja y que su única intención es que los cuatro niños tengan los mismos derechos. Además, se solicita que tanto Nacho Palau como Miguel Bosé sean considerados legalmente padres de los cuatro niños, con las obligaciones y derechos que esto implica.
En el juicio también han estado citadas en calidad de testigo por parte del valenciano su madre, Lola Medina, y la periodista María Eugenia Yagüe. Visiblemente nerviosa, la progenitora de Palau abandonaba los juzgados y revelaba que lo único que quiere es que salga "la verdad. Porque la verdad es la verdad siempre y es lo que tiene que llegar. Nada más".
Algo enfadada, ha negado que se haya reencontrado con el que fue su yerno durante 26 años, Miguel Bosé: "¿Qué reencuentro? ¿Qué reencuentro?" y ha bromeado irónica con el encuentro al preguntarle si se habían saludado: "Sí. Hola. ¿Cómo estás? y cómo te ha ido, no? Dejadme en paz, estoy nerviosa, por favor".
[Más información: Miguel Bosé se enfrenta a Nacho Palau por el futuro de sus hijos: cronología de una batalla judicial]