El sábado, Kiko Rivera (36 años) confesaba en Sábado Deluxe que estaba atravesando una depresión y se encontraba, literalmente, en el "subsuelo". Isabel Pantoja (64), que adora a su hijo, no dudó en entrar en directo por teléfono durante la entrevista para transmitirle su apoyo y decirle que no iba a permitirle que se viniese abajo.

En tono de regañina, la tonadillera reprochaba a su hijo que hiciese público este mal momento en medio de una pandemia mundial, pero le prometía que al día siguiente le visitaría en su casa para darle el abrazo y el cariño que el Dj tanto necesita. Pues bien, la artista no ha cumplido, por el momento, su promesa y Kiko, muy dolido, ha estallado a través de su cuenta de Instagram, donde ha atacando indirectamente a su madre por su falta de apoyo en estos momentos tan delicados.

Disgustado, el hijo de Paquirri no ha dudado en cargar tintas contra la tonadillera de la siguiente manera: "Las palabras se las lleva el viento... 3 días y aún sigo esperando que vengas a darme un beso. Por cierto, ¡Buenos días a todos familia! Os requetequiero. Y hoy comienza un nuevo día, nada ni nadie podrá conmigo, podéis estar seguros. ¡Vamos para arriba!".

Pero esto no ha sido todo. Y es que Kiko, consciente de que le van a llover las críticas por estallar públicamente contra su madre, ha añadido posteriormente: "A quien no le guste la verdad que no la lea. Aquí sigo yo con mi mujer y mis hijas" dejando claro que Irene Rosales (29), Ana y Carlota son en este complicado momento sus grandes apoyos. Pilares fundamentales de su recuperación entre los que no se encuentra la mujer que le dio la vida, Isabel Pantoja.

Kiko contra las cuerdas

La presencia de Kiko Rivera el pasado sábado en el plató del Deluxe tenía como motivo inicial esclarecer las acusaciones de infidelidad que han circulado en torno al sevillano a lo largo de las últimas semanas. Varias han sido las chicas que han revelado que han intercambiado recientemente mensajes subidos de tono con él. Hecho que deja en una situación muy complicada a su esposa, Irene Rosales, que en el programa Viva la vida ha reconocido tener conocimiento de que algunos de esos intercambios han sido ciertos.

Avergonzado y pidiendo disculpas públicas a la madre de sus dos hijas, el hijo de la tonadillera reconoció parte de los hechos y achacó la existencia de los mismos a sus diferentes etapas emocionales en el proceso de recuperación que experimenta desde hace más de un año. Una desintoxicación de drogodependencia que Kiko hizo pública y con la que aún lucha, ya que esta situación se debería a los efectos secundarios de la misma. 

Pese al escándalo que ha supuesto el testimonio de las diferentes jóvenes que dicen haber 'coqueteado' con Kiko Rivera, Irene ha optado por cerrar filas en torno a su marido y apoyarlo. Una posición muy difícil que está viviendo tan solo ocho meses después del fallecimiento de su madre a consecuencia de un cáncer. Duros momentos con los que sus protagonistas tienen que lidiar tanto fuera, como dentro de los muros de su hogar.

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